ALICANTE.- El mercado inmobiliario se estabiliza en la provincia de Alicante, con un mayor ajuste entre la oferta y la demanda, pero eso no supone un desplome del sector de la construcción. Al contrario, el primer dato parcial del año de esta actividad productiva, correspondiente al primer trimestre, según las cifras oficiales que maneja la Federación de Empresarios de la Construcción de la Provincia de Alicante (Fecia), refleja la existencia de 12.961 empresas en Alicante, lo que si se compara con las 11.136 mercantiles registradas al cierre de 2006 por la Tesosería General de la Seguridad Social supone un incremento de 1.825 sociedades.En cambio, el volumen de trabajadores en el sector, que se sitúa en 73.481 personas en marzo, no refleja una subida paralela. Al contrario, decrece ligeramente, puesto que en diciembre se contabilizaban 189 operarios más. De hecho, los parados en la construcción ha ido elevándose en los últimos meses de forma gradual, mientras que sí se han ido reduciendo en los servicios y la industria, según revela el diario "Las Provincias".
El presidente de Fecia, Ramón Jerez, señala que “el sector mantiene su dinamismo, a pesar de la lógica estabilización, por lo que las previsiones pasan por un mantenimiento de los datos actuales durante los próximos años, dentro de una horquilla que puede oscilar en torno a un 5%, arriba o abajo, según cada coyuntura”.
Jerez sostiene que “las empresas no desaparecen, aunque el nivel de actividad esté más ajustado, debido a que cada firma está sujeta a sus propias circunstancias de permisos administrativos, nuevas bolsas de suelo, entre otras cosas”. Y es que las terminaciones de obras y la entrada en nuevos proyectos no siempre acontece de inmediato.
No obstante, el desfase existente en la evolución del número de empresas y trabajadores en el presente ejercicio deja algunas dudas por aclarar. Los sindicatos sostienen que muchos empresarios lo que hacen es dar de alta a nuevas firmas dentro una estrategia de negocio para conseguir más ventajas fiscales y laborales.
Además, denuncian la elevada precariedad existente, debido a las prácticas de subcontratación y a que se obliga a muchos trabajadores a constituirse como empresas y autónomos, para no tener que cubrir sus costes de la Seguridad Social.
La realidad es que las estadísticas muestran a un sector constructor que goza de buena salud en la Costa Blanca, más allá de que en este momento haya remitido el boom que aconteció hace unos años.
El presidente de la patronal alicantina de la construcción tiene claro que “el número de empresas va a seguir en los actuales niveles, aunque pueda ajustarse un poco, y que la cifra de empleos directos seguirá en un intervalo de 68.000, 70.000 y 72.000 trabajadores”. De hecho, esta actividad representa el 18% de todas las empresas de la provincia.
Aún así, la cifra de demandantes de empleo en Alicante en el sector de la construcción se mantiene elevada, puesto que el último dato de junio evidencia la existencia de 9.732 parados en el sector. De los que sólo 1.051 son menores de 25 años. Ni siquiera, los 129.481 contratos de trabajo que se formalizaron el año anterior en esta actividad, que representan el 21,3% de todos los que se realizaron en la provincia, resultan insuficientes.
Jerez incide también en que “ha llegado el momento de que desde las administraciones se impulsen políticas que permitan un más fácil acceso a la vivienda a los jóvenes, con VPO, rehabilitación de edificios”. También reconoce que “el esfuerzo que las familias tienen que hacer por una vivienda debe reducirse, para que no tengan que destinar más del 15% del presupuesto”.
El presidente de Fecia, Ramón Jerez, señala que “el sector mantiene su dinamismo, a pesar de la lógica estabilización, por lo que las previsiones pasan por un mantenimiento de los datos actuales durante los próximos años, dentro de una horquilla que puede oscilar en torno a un 5%, arriba o abajo, según cada coyuntura”.
Jerez sostiene que “las empresas no desaparecen, aunque el nivel de actividad esté más ajustado, debido a que cada firma está sujeta a sus propias circunstancias de permisos administrativos, nuevas bolsas de suelo, entre otras cosas”. Y es que las terminaciones de obras y la entrada en nuevos proyectos no siempre acontece de inmediato.
No obstante, el desfase existente en la evolución del número de empresas y trabajadores en el presente ejercicio deja algunas dudas por aclarar. Los sindicatos sostienen que muchos empresarios lo que hacen es dar de alta a nuevas firmas dentro una estrategia de negocio para conseguir más ventajas fiscales y laborales.
Además, denuncian la elevada precariedad existente, debido a las prácticas de subcontratación y a que se obliga a muchos trabajadores a constituirse como empresas y autónomos, para no tener que cubrir sus costes de la Seguridad Social.
La realidad es que las estadísticas muestran a un sector constructor que goza de buena salud en la Costa Blanca, más allá de que en este momento haya remitido el boom que aconteció hace unos años.
El presidente de la patronal alicantina de la construcción tiene claro que “el número de empresas va a seguir en los actuales niveles, aunque pueda ajustarse un poco, y que la cifra de empleos directos seguirá en un intervalo de 68.000, 70.000 y 72.000 trabajadores”. De hecho, esta actividad representa el 18% de todas las empresas de la provincia.
Aún así, la cifra de demandantes de empleo en Alicante en el sector de la construcción se mantiene elevada, puesto que el último dato de junio evidencia la existencia de 9.732 parados en el sector. De los que sólo 1.051 son menores de 25 años. Ni siquiera, los 129.481 contratos de trabajo que se formalizaron el año anterior en esta actividad, que representan el 21,3% de todos los que se realizaron en la provincia, resultan insuficientes.
Jerez incide también en que “ha llegado el momento de que desde las administraciones se impulsen políticas que permitan un más fácil acceso a la vivienda a los jóvenes, con VPO, rehabilitación de edificios”. También reconoce que “el esfuerzo que las familias tienen que hacer por una vivienda debe reducirse, para que no tengan que destinar más del 15% del presupuesto”.
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