miércoles, 11 de julio de 2007

La mitad de los desocupados españoles acabó el primer semestre sin volver a insertarse

MADRID.- El 48% de los 1.965.869 parados inscritos en las oficinas del Servicio Público de Empleo (SPE), antiguo INEM, terminó el primer semestre del año con serios problemas para volver a trabajar. La situación supone un empeoramiento de 1,18 puntos en relación con diciembre del 2006.

Por comunidades autónomas, los pronósticos más oscuros se dieron en Cataluña, donde sobre más del 60% de los desempleados planeaba gran dificultad para la reinserción laboral. En el otro lado de la lista se sitúo Navarra, con un panorama más halagüeño y una tasa inferior al 30%.

Las posibilidades de trabajo para los desempleados figuran en el índice de ocupabilidad, elaborado por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Es un indicador que «evita distorsiones y facilita la labor del SPE», según fuentes del propio Departamento, quienes aseguraron que en ningún caso altera las cifras de parados ni su clasificación.

El índice se basa en cuatro elementos -duración del paro, ámbito de la búsqueda, actividades solicitadas y cobro de prestaciones que repercuten en la recolocación-. En resumen, permanecer en el desempleo más de 12 meses, reducir la búsqueda de trabajo al municipio de residencia o a áreas del entorno, mostrar interés únicamente por dos actividades y recibir ayudas económicas supone un conjunto de circunstancias que dificultan la contratación.

Respecto a lo ocurrido en los últimos 12 meses, el panorama laboral ha empeorado. Mientras el número de parados con escasa posibilidad de trabajar aumentó en 34.189, el de aquellos capaces de encontrar una nueva colocación disminuyó en 28.074 personas. Estos movimientos dieron el saldo de 6.115 desempleados más en un año.

En función del género y a fecha 30 de junio, un 47,11% de los varones inscritos en el SPE presentaba un futuro profesional bastante negro, porcentaje que en el caso de las mujeres se elevó al 48,54%. Por edades, el peor futuro se vislumbraba entre los 263.586 desempleados mayores de 45 años. Todo indicaba que durante mucho tiempo 66 de cada 100 de estos desocupados iba a continuar sin trabajo.

En cuanto a los sectores productivos, la industria encabezó la suma de obstáculos para la recolocación. El 58,98% de sus parados integraba las listas de muy baja y baja ocupabilidad. A continuación se situó la agricultura, con el 46,29%; seguida de la construcción, con el 45,71%; y de los servicios, con el 44,68%. En el grupo de sin empleo anterior, el negativo porcentaje fue del 55,16%.

Por comunidades, las peores circunstancias se registraron en Cataluña. El 60,44% de sus desempleados tenía muy difícil la recolocación. La Comunidad Valenciana supera la media, con el 44,32% con difícil recolocación.- (Colpisa)

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