jueves, 26 de julio de 2007

Dentro de 20 años no habrá "costa mediterránea"

BRUSELAS.- La mitad del litoral del Mediterráneo estará construido en 20 años, según ha alertado un grupo de expertos de la ONU, que asegura que el aumento de infraestructuras y el incremento de la población será "desastroso" para el medio ambiente si no se toman las medidas oportunas para evitarlo.

Ésas son las conclusiones de los más de 300 expertos que han realizado una prospectiva sobre el futuro medioambiental de los países ribereños del Mediterráneo en 2025.

Los 21 países bañados por el Mediterráneo encargaron al Plan Azul, un observatorio del medio ambiente y del desarrollo sostenible de la cuenca mediterránea impulsado por la ONU, elaborar ese informe de la región a partir de su situación actual.

Según ese documento, mientras que la población de los países ribereños habrá aumentado en 2025 el 22,7% (hasta los 524 millones de habitantes), en las zonas urbanas ese incremento será del 75%.

Más de 300 millones de turistas

Además, la población de las localidades costeras aumentará el 28% (de 70 a 90 millones de personas), al tiempo que el turismo se incrementará cerca del 75%, ya que los expertos calculan que, mientras que en 2000 las zonas costeras fueron visitadas por unos 175 millones de personas, en 2025 lo harán 312 millones.

Las zonas costeras serán las que más empeorarán con el paso de los años, ya que "para atender esos incrementos habrá que construir puertos, carreteras, aeropuertos y viviendas", ha explicado el vicepresidente del Plan Azul y ex ministro de Medioambiente de Túnez, Mohamed Ennabli.

A esas infraestructuras habrá que añadir unas 160 centrales energéticas más (lo que supondrán un incremento del 80% respecto a las que había al comenzar la década), así como "varias docenas de refinerías" y unas 175 desaladoras.

La costa “artificial”

Está previsto que el transporte de personas en la zona se duplique y que el de mercancías se multiplique por 2,6 (sólo el marítimo crecerá a un ritmo anual del 5,6 % durante los próximos 25 años). Todo ello exigirá, según Ennabli, la edificación o construcción de unos 4.000 kilómetros de costa ahora en estado natural, con lo que en 2025 al menos la mitad de los 46.000 kilómetros de costas mediterráneas podrían estar "artificializados".


Eso sumado a la desertización de los países del sur y este de la zona, provocará daños sociales y medioambientales importantes, que acentuarán la pobreza de las zonas rurales, acelerarán la pérdida de la biodiversidad y dificultarán la obtención de agua potable.

Conciencia limpia

Para combatir esas tendencias y mejorar la calidad de vida de las próximas generaciones, el Plan Azul propone toda una serie de medidas de desarrollo sostenible. Ante todo, Ennabli explicó que es necesario que los estados tomen conciencia de que su desarrollo socioeconómico pasa por el mantenimiento de un "entorno natural sano".

Un gran reto para esas fechas será la gestión del agua potable, ya que al no poder aumentarse la oferta, dadas "las escasas lluvias de la zona, que tiende a la desertización", Ennabli apuntó que habrá que recortar la demanda prevista al menos un 24%.

Igualmente, habrá que reducir el ritmo de crecimiento de la demanda energética (que en los últimos 30 años se ha duplicado) a por lo menos la mitad de lo que refleja la prospectiva elaborada por los expertos de la ONU, en la que se prevé un incremento del 65%. Además, las fuentes de energía renovable tendrán que ser capaces de atender al menos el 14% de la demanda, y no sólo el 4% previsto en el Plan Azul.

Otro problema creciente es, según Ennabli, la gestión de desechos, especialmente en la zona sur, que está previsto que aumenten el 108%, hasta suponer 587 kilos por persona al año y asemejarse a los 566 kilos de los estados del norte.- (NEM)

(En la imagen, la zona litoral de la ciudad de Barcelona)

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