jueves, 26 de julio de 2007

Hacienda ingresa casi 3.000 millones extra por la subida de los carburantes

MADRID.- El Estado ha ingresado casi 3.000 millones de euros extra en esta legislatura, vía impuestos, gracias al encarecimiento de los carburantes, según las cuentas provisionales que maneja el Ministerio de Economía y Hacienda.

Es la otra cara de la moneda del encarecimiento del petróleo, que preocupa al Gobierno porque reduce el crecimiento económico y agrava el déficit exterior, si bien no llega a la categoría de pesadilla pues, tras los sobresaltos de los últimos años, esta vez optó por elevar su previsión de precio del crudo en Europa a los 71 dólares por barril, de manera que el posible desvío respecto al escenario presupuestario previsto será moderado.

En cualquier caso, una parte de esa recaudación adicional ha retornado después a los contribuyentes con las devoluciones previstas, por ejemplo, a transportistas y agricultores. La mayoría de esos recursos proceden del IVA, que se calcula en este caso según el precio del combustible, de forma que su peso dentro del mismo (poco más de la mitad de la tarifa final) se incrementa si aumenta el coste para el consumidor. A su vez, dentro del gasóleo, este impuesto varía según se trate del que se utiliza para automoción, el agrícola o el de calefacción.

El cálculo que hacen los técnicos es que por cada dólar que sube el petróleo, el fisco recauda 70 millones más de euros por esa vía impositiva. El crudo de tipo Brent, referente europeo, se cotizaba a 38 dólares por barril 18 meses atrás, mientras que hace justo un año rondaba los 62.

Esta semana, el precio del llamado oro negro se situaba en los 77 dólares, en un pequeño respiro respecto a las últimas semanas. El problema es que, según las previsiones de los expertos, la demanda china creciente hará que en agosto marque un nuevo récord y se aproxime a los 80 dólares, barrera que incluso puede superar.

La otra gran carga fiscal que pesa sobre los carburantes es el impuesto sobre hidrocarburos, de carácter lineal y que supone una tasa fija por cada 1.000 litros de carburante consumido, que oscila entre los 270 euros del gasóleo, los 372 de la gasolina sin plomo 95 y los 403 de la sin plomo 98 o la súper 97.

Aquí, al contrario que en el IVA, un encarecimiento de los carburantes reduce su recaudación, al presionar a la baja la demanda. Por ello, sus ingresos fiscales (en torno a los 5.800 millones anuales) sólo aumentaron un 3,4% en 2004, apenas un 0,9% en 2005 y un 2% en 2006, si bien este ejercicio parecen recuperarse (un 2,6% más hasta mayo, con 4.305 millones de euros).

Por último, existe el impuesto de ventas minoristas de determinados hidrocarburos, con dos tramos de igual cuantía (24 euros por cada mil litros) que se reparten el Estado y las autonomías. Es lo que se conoce como el 'céntimo sanitario', que fue creado en 2002 por el Gobierno del PP para ayudar a la financiación regional.

En la actualidad, media docena de autonomías aplican ese recargo, si bien con distinta graduación. Madrid, Cataluña, Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana gravan el carburante con el máximo (2,4 céntimos), seguidas de Asturias (2) y Galicia (1,8). Gracias a ello, han incrementado su recaudación anual en cerca de 500 millones de euros.

Debido a su elevado consumo, el gasóleo de automoción (que hace más de un año superó la barrera psicológica del euro por litro) proporciona el 68% de esta recaudación, con una cuantía total que casi duplica lo que aportan los tres tipos de gasolina que se venden en el mercado.

Pese a todo, la presión fiscal de España en el campo de los carburantes -con la que el Estado recauda unos 15.000 millones de euros anuales- es la segunda más baja dentro de la antigua Unión Europea a 15 (el 55% en las gasolinas, y el 47% para gasóleo).- (Colpisa)

No hay comentarios:

Publicar un comentario