jueves, 26 de julio de 2007

La falta de suelo para construir y la «poca» calificación disparan su precio en Alicante

ALICANTE.- La falta de suelo urbano, el que los promotores denominan finalista, y la escasa recalificación de otros tipos de usos, entre otras razones por la lentitud burocrática, siguen disparando el precio de la principal materia prima del sector inmobiliario alicantino, según el último informe sobre la evolución de la vivienda y el suelo hecho público por el Ministerio de Vivienda.

Según la estadística oficial, Alicante es la quinta ciudad española con más de 50.000 habitantes en la que más caro es el suelo urbano. Cuesta, a día de hoy, 793,5 euros el metro cuadrado, un precio incluso superior al que se paga en Valencia, que es de 791,3 euros. A Alicante sólo la superan en precio del suelo finalista (listo para urbanizar, construir y edificar) las ciudades de Barcelona (1.057,3 euros el metros cuadrados), Madrid (1.057,3), Gerona (932,8) y Álava (795,5).

En el otro extremo, los precios más bajos del suelo urbano se localizan en Jaén (231.4 euros), Ourense (339,2) y Badajoz (356,3). El precio medio del suelo urbano en el mes de junio pasado es en España de 271,8 euros, lo que supone un incremento del 5,6% respecto al primer semestre del año 2006.

El informe oficial del Ministerio revela que el precio medio en los municipios con menos de 1.000 habitantes es de 87 euros, de 150 euros en los pueblos de mil a cinco mil habitantes, de 205 euros entre 5.000 y 10.000 habitantes, entre 10.000 y 50.000 habitantes el valor del suelo se eleva a 318 euros y se dispara hasta los 654 euros en el caso de los pueblos de más de 50.000 habitantes.

La patronal alicantina de promotores inmobiliarios y constructores "Provia" vincula directamente esa evolución al alza del precio del suelo en Alicante a su escasez y a la lentitud burocráctica en la generación de más suelo finalista. Este último factor ya produjo, incluso, la fuga temporal y parcial de varios promotores a provincias vecinas, como Murcia y Almería, hace ahora dos años con el fin de mantener sus plantillas y su actividad en los índices previstos. El índice de repercusión del suelo sobre los pisos depende de muchos factores y oscila entre un 15% y un 40% del precio final.

Un reciente estudio, promovido por el Comité Económico y Social y coordinado por los catedráticos Llorenç Avellà y Sebastià Balasch, de la Universidad Politécnica de Valencia, confirma la fuerte presión que ejerce la construcción sobre el medio rural.

En plena polémica tras divulgarse las demoledoras conclusiones de los eurodiputados que visitaron la Costa Blanca a principios de año, el estudio revela la conversión del 25% del suelo agrícola en paisaje de cemento y ladrillos en numerosos municipios de la provincia, del interior y del litoral.

En el caso de Torrevieja la reducción de la superficie de cultivo agrícola y forestal es de hasta un 1.600% en las dos últimas décadas a favor del desarrollo urbanístico, según el estudio avalado por el CES.
(En la imagen, Benidorm desde Sierra Helada)

No hay comentarios:

Publicar un comentario