MURCIA.- Ignacio Marco Gardoqui, director ejecutivo del banco de inversión estadounidense "Morgan Stanley", durante muchos años profesor de Comunidades Europeas en la Universidad Comercial de Deusto, aparte de un gran estudioso del estado de la economía española, ha dicho al diario "La Verdad" que "la fiesta inmobiliaria se ha terminado"."El patrón de la economía española ha sido, desde hace años, el consumo y la construcción, pero la fiesta inmobiliaria se ha terminado. Algún día tenía que acabar. Es difícil decir cuándo, pero lo cierto es que ahora se construyen 18 viviendas por cada mil habitantes, mientras que en la Unión Europea (UE) sólo seis. Dentro de poco este número indudablemente bajará. Ahora mismo el sector de la construcción supone el 17,8% del PIB de nuestro país y según nuestras previsiones volverá a niveles anteriores al "boom", lo que suponía alrededor del 12%".
A su juico "España está creciendo en estos momentos por encima del 3,5%. Para los próximos años todos los escenarios apuntan hacia una desaceleración del ritmo de crecimiento de la economía española. Es decir, no es que se vaya a producir un descenso brusco, sino que no crecerá al mismo ritmo que lo ha hecho en los últimos años. Nuestra previsión es que este año y, siendo muy optimista, alcancemos el 3%, que sería un crecimiento que superaría la media de la UE. Pero existen otros estudios más pesimistas que apuntan a sólo un 2%, aunque la media, en nuestra opinión, se situaría en torno al 2,4%. Y para la próxima década crecerá a una media de un 2%. (...) Decir una fecha sería adentrarse en un terreno muy peligroso, pero dependerá de tres factores: de cómo evolucione la inmigración, si sigue creciendo o disminuye; en qué medida el sector público sea capaz de mantener la deuda sin estropear el déficit, y, sobre todo, en qué momento se recuperan las economías europeas, ya que nuestra desaceleración coincidirá con un crecimiento pronunciado de la UE" .
Para este profesor y economista vasco, "una economía basada en el consumo y en la construcción no es buena. El crecimiento de España, en mi opinión, debería basarse en la exportación y en el I+D+i, algo fácil de decir, pero muy complicado de hacer. Lo más importante de todo es que no se pierda competitividad en los mercados mundiales, ya que la economía española goza de muy buena salud".
Marco Gardoqui también opina de cómo afecta la subida del precio del dinero en la economía de la familias españolas y dice: "Es lógico que el dinero barato sea la mejor medicina para la economía de una país, porque favorece el consumo de los ciudadanos y sobre todo permite la financiación de proyectos empresariales. La cuestión es que hemos tenido estos años una economía muy cómoda, con los tipos de interés al 2%. En los dos últimos el euríbor ha tenido hasta 20 subidas, llegando a alcanzar el 4%. Y seguirá subiendo. Desde "Morgan Stanley" tenemos una previsión de que, siendo muy pesimistas, podrá rozar el 5%, y siendo optimista subirá hasta el 4,25%, aunque en una estimación base podría llegar hasta el 4,5%".
Finalmente, y ante la pregunta de si esto es algo soportable para la economía familiar, contesta:
"Tendrá que serlo y tendrán que ajustarse. Con su renta deberán hacer frente y aprender a pagar sus deudas con el dinero que tienen. Esto indudablemente repercutirá en la economía de España (...). Quien se verá mayormente perjudicado será el consumo. Se reducirá y eso repercutirá en nuestra economía. Pero no hay que ser alarmistas. Si se mantienen los flujos migratorios y se recuperan las economías centrales europeas, compensarán la pérdida de actividad interna, por lo que nuestro crecimiento no se verá tan mermado".
A su juico "España está creciendo en estos momentos por encima del 3,5%. Para los próximos años todos los escenarios apuntan hacia una desaceleración del ritmo de crecimiento de la economía española. Es decir, no es que se vaya a producir un descenso brusco, sino que no crecerá al mismo ritmo que lo ha hecho en los últimos años. Nuestra previsión es que este año y, siendo muy optimista, alcancemos el 3%, que sería un crecimiento que superaría la media de la UE. Pero existen otros estudios más pesimistas que apuntan a sólo un 2%, aunque la media, en nuestra opinión, se situaría en torno al 2,4%. Y para la próxima década crecerá a una media de un 2%. (...) Decir una fecha sería adentrarse en un terreno muy peligroso, pero dependerá de tres factores: de cómo evolucione la inmigración, si sigue creciendo o disminuye; en qué medida el sector público sea capaz de mantener la deuda sin estropear el déficit, y, sobre todo, en qué momento se recuperan las economías europeas, ya que nuestra desaceleración coincidirá con un crecimiento pronunciado de la UE" .
Para este profesor y economista vasco, "una economía basada en el consumo y en la construcción no es buena. El crecimiento de España, en mi opinión, debería basarse en la exportación y en el I+D+i, algo fácil de decir, pero muy complicado de hacer. Lo más importante de todo es que no se pierda competitividad en los mercados mundiales, ya que la economía española goza de muy buena salud".
Marco Gardoqui también opina de cómo afecta la subida del precio del dinero en la economía de la familias españolas y dice: "Es lógico que el dinero barato sea la mejor medicina para la economía de una país, porque favorece el consumo de los ciudadanos y sobre todo permite la financiación de proyectos empresariales. La cuestión es que hemos tenido estos años una economía muy cómoda, con los tipos de interés al 2%. En los dos últimos el euríbor ha tenido hasta 20 subidas, llegando a alcanzar el 4%. Y seguirá subiendo. Desde "Morgan Stanley" tenemos una previsión de que, siendo muy pesimistas, podrá rozar el 5%, y siendo optimista subirá hasta el 4,25%, aunque en una estimación base podría llegar hasta el 4,5%".
Finalmente, y ante la pregunta de si esto es algo soportable para la economía familiar, contesta:
"Tendrá que serlo y tendrán que ajustarse. Con su renta deberán hacer frente y aprender a pagar sus deudas con el dinero que tienen. Esto indudablemente repercutirá en la economía de España (...). Quien se verá mayormente perjudicado será el consumo. Se reducirá y eso repercutirá en nuestra economía. Pero no hay que ser alarmistas. Si se mantienen los flujos migratorios y se recuperan las economías centrales europeas, compensarán la pérdida de actividad interna, por lo que nuestro crecimiento no se verá tan mermado".
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