La mitad de los propietarios ancianos no quiere ni oir hablar de hipotecas inversas

MADRID.- Según el estudio "Capacidad de la vivienda en propiedad como instrumento de financiación de las personas mayores en España", -realizado por la Universidad de Barcelona y presentado, recientemente, por la Fundación Edad y Vida, más de la mitad de los españoles mayores de 65 años desestimarían contratar una hipoteca inversa o la vivienda pensión para afrontar la vejez, mientras que un 30 por ciento sólo recurriría a esta medida en caso de graves dificultades económicas.

La hipoteca inversa consiste en un préstamo de una entidad financiera que permite a una persona mayor recibir una cantidad mensual durante un tiempo previamente fijado -entre diez y veinte años- a un interés fijo negociable, estableciendo su vivienda como garantía. La vivienda sigue perteneciendo al dueño y a sus herederos, que tienen que haber dado previamente su consentimiento. Tras el fallecimiento del mayor, los herederos tienen que devolver el dinero prestado, bien a través de un crédito o de la venta de la vivienda.

Esta fórmula permitiría solucionar muchas situaciones en las que la vivienda es el principal activo de las familias. Sin embargo, la tradición fuertemente arraigada de la herencia es una de las trabas más importantes a la expansión de este tipo de productos. En la actualidad, el 90 por ciento de los mayores piensa en dejar su vivienda a sus hijos o a familiares. Para tres de cada diez encuestados, poder mejorar el nivel de vida de sus hijos es una de las principales razones por las que no estarían dispuestos a hipotecar su vivienda actual.

Para otros, el hecho de volver a endeudarse les hace rechazar de lleno estos productos que contemplan con absoluta desconfianza, debida también, en gran parte, a la falta de información ya que seis de cada diez mayores ni siquiera han oído hablar de las hipotecas inversas o de otros productos similares..El estudio muestra también que el 74 por ciento de los mayores de 50 años encuestados prefieren envejecer en su vivienda, frente a otros modelos como vivir en casa de familiares o en una residencia.