PALMA.- El conseller de Turismo, Francesc Buils, aseguró que el Govern balear intervendrá "sin miedo" y pondrá "todos los mecanismos que haga falta" para evitar que la huelga de remolcadores que se mantiene en el puerto de Palma desde el pasado día 19 de junio tenga repercusión sobre el turismo de cruceros en un momento "importante" para la economía balear como es la temporada alta.En declaraciones a los medios, Buils reconoció que el paro de los trabajadores de la empresa concesionaria del servicio Remolcanosa sí ha tenido afectación directa sobre la llegada de cruceros a Mallorca, pero advirtió que el Ejecutivo balear no tomará medidas hasta tener constancia de que la huelga se puede prolongar en el tiempo, ya que se trata --dijo-- de una situación regulada por ley.
"Hemos contactado con la Conselleria de Trabajo para tratar de minimizar un problema momentáneo y que no debería ser importante pero que, si se alarga, puede tener un impacto económico importante. Hablamos de un sector estratégico y haremos lo que haga falta, sin ningún miedo, para que esto no vaya mucho más allá, aunque esperamos que no sea necesario", dijo.
Según la información de la que dispone el Govern, afirmó Buils, "la huelga no debería durar mucho más tiempo". El conseller dejó claro que su Conselleria no entrará a discutir los motivos de los trabajadores, pero quiso "apelar a la conciencia de todas las partes implicadas para que el sector, que al final son todos los ciudadanos de las islas, no se vean afectados".
El servicio de remolque portuario en Palma se encuentra en situación de servicios mínimos desde el pasado 19 de junio a causa de la huelga indefinida convocada por los trabajadores de Remolcanosa para protestar por el estado "obsoleto" de los remolcadores.
La huelga ha provocado esta semana la cancelación de las escalas en la isla previstas por los buques de cruceros turísticos Royal Iris y Queen Elizabeth II en el puerto de la capital balear.- (Agencias)
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