domingo, 12 de agosto de 2007

Europa y Asia temen mañana un "lunes negro" en los mercados


MADRID.- Un escalofrío recorre el espinazo del cuerpo financiero en todo el mundo. Hay temor a que mañana sea un "lunes negro". De Hong Kong a Tokio, de Francfort a Madrid, y de Sidney a Nueva York se ha extendido el miedo, según "El País".

Está por ver si las medidas adoptadas por los principales bancos centrales bastan para contener la hemorragia. En ese clima, la labor de las agencias de calificación de riesgos, que no advirtieron de la que se venía encima, está en cuestión.

En Francia, nadie sabe si la inyección de liquidez efectuada por los bancos centrales bastará para devolver la serenidad a los mercados financieros. "Esta crisis es la prueba de la falta de transparencia real de los mercados financieros y de la insuficiencia de los controles" sentenciaba el viernes por la noche Colette Neuville, presidente de la Asociación de Accionistas Minoritarios.

Para ella no cabe la menor duda de que "los bancos americanos han prestado sin garantías a familias que tendrán grandes dificultades a reembolsar sus créditos cuando se sabe que éstos han contribuido a hinchar el precio de las casas. Las columnas en las que se sostiene las finanzas mundiales no son sólidas".

Tan amarga constatación es hija de la decisión de BNP-Paribas de congelar, durante como mínimo un mes, la cotización de los títulos de tres de sus fondos de inversión. Una semana antes, el presidente del banco francés aseguraba que su sociedad no tendría ningún problema de liquidez a la hora de asegurar la posibilidad de venta de todos sus títulos. La aseguradora AXA y la sociedad Oddo han cerrado también la posibilidad de comprar títulos de sus fondos de inversión en el mercado hipotecario, aunque AXA sí compra los suyos a los clientes que quieren venderlos.

El analista de Exone, Jean-Pierre Petit, constata que "empiezan a producirse ventas apresuradas, a cualquier precio". Y se multiplican las críticas contra las agencias de calificación. Moody's y Standard&Poor están en el ojo del huracán porque no han anticipado la crisis.

Para el especialista Pascal Chevolot, entrevistado por Le Parisien, "la crisis actual puede ser duradera porque estamos al principio de su propagación. Es una crisis que hace que vacile la confianza de los inversores". Colette Neuville sostiene que éstos tienen razones incluso para pensar que "los dirigentes de BNP-Paribas les han suministrado información engañosa, y eso exige que la Autoridad de los Mercados Financieros intervenga".

El fuerte impacto de la crisis en los mercados financieros alemanes se debe, según algunos analistas, a que los bancos se ven obligados a invertir en negocios arriesgados, dada la baja rentabilidad de sus operaciones en el país.

El experto de la agencia de calificación de riesgos Fitch, Thomas von Luepke, explica a la agencia de noticias "Reuters" que todo se debe a problemas en "la calidad de la gestión del riesgo". Razona el experto que "cuando estás acostumbrado a que haga sol cada día, empiezas a dejarte el paraguas en casa".

Entre las entidades alemanas afectadas por la crisis está el banco alemán IKB y el Commerzbank. Ambos anunciaron ya la semana pasada pérdidas millonarias a causa de sus negocios con las hipotecas ultramarinos. El IKB se salvó de la bancarrota sólo gracias a los créditos especiales aprobados por bancos públicos y privados alemanes. A los directivos de la entidad, el desastre financiero les valió además una investigación de la Fiscalía de Düsseldorf por desfalco.

Pero no es sólo el corazón de Europa el que tiene taquicardias. El temor al efecto de la crisis hipotecaria ha llegado también a Asia. El viernes pasado, el Banco de Japón inyectó un billón de yenes (6.200 millones de euros) en el sistema financiero, y el Banco de la Reserva de Australia concedió créditos por valor de 4.950 millones de dólares australianos (3.050 millones de euros) para asegurar la estabilidad.

Los organismos centrales de Indonesia, Malaisia y Filipinas vendieron dólares para defender sus divisas. Mientras tanto, las bolsas asiáticas experimentaron la mayor caída en cinco meses. Los índices de los ocho mayores mercados de la región descendieron todos. Entre ellos, el Nikkei japonés bajó un 2,4%; el S&P/ASX 200 australiano, un 3,7%, y el Kospi de Corea del Sur, un 4,2%.

Los nueve principales grupos financieros de Japón tienen más de un billón de yenes en productos respaldados por hipotecas de alto riesgo estadounidenses, según un informe del banco de inversiones UBS, citado el mes pasado por Nikkei English News. Mizuho Financial, que poseía 50.000 millones de yenes (312 millones de euros) en inversiones relacionadas, asegura que las vendió casi todas a finales de junio, lo que le causó unas pérdidas de "varios cientos de millones de yenes".

Optimista, el Banco de Corea afirmó que las probabilidades de "un contagio" son bajas, después de que el día anterior elevara los tipos de referencia para intentar contener la concesión de créditos, que están impulsando burbujas de activos. Las autoridades tailandesas, por su parte, señalaron que su sistema financiero "apenas" se ha visto afectado, y Filipinas insistió en que tomará medidas para "mantener la estabilidad".

Mientras tanto, en China (cuarta economía del mundo) la crisis estadounidense ha tenido, de momento, muy poco impacto, debido a que sus mercados están muy protegidos por controles de capital y por la baja proporción de inversión financiera extranjera.

Los analistas no creen que la ola de inquietud que embarga a los inversores en otros países se extienda a China y repercuta sobre su liquidez, salvo que los problemas económicos en Estados Unidos vayan a más, y pasen factura a las exportaciones asiáticas, algo que, por ahora, es considerado poco probable.

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