miércoles, 19 de septiembre de 2007

Brasil registra el nivel de pobreza más bajo en 15 años

RIO DE JANEIRO.- La pobreza en Brasil registró un descenso sin precedentes en 2006 y se colocó en el nivel más bajo de los últimos 15 años, según dos estudios divulgados hoy que también muestran una reducción de las desigualdades de renta.

El análisis de los datos revela un incremento de la renta de los brasileños en años electorales, aunque vuelve a caer en año postelectoral, y el impacto positivo que las políticas sociales tienen en la disminución de la pobreza.

Las conclusiones se basan en el análisis de datos recientes de la llamada Pesquisa Nacional de Muestras por Domicilio divulgadas por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).

Brasil pasa "por un momento histórico" en términos de reducción de la pobreza, asegura Marcelo Cortes Neri, director del Centro de Políticas Sociales de la Fundación Getulio Vargas (FGV), quien señala que en 2006 disminuyó en seis millones el número de personas que viven en extrema pobreza en Brasil.

Pese a todo, son todavía 36,2 millones de individuos los que viven con un máximo de 125 reales por mes (unos 65 dólares), nivel que establece la línea de pobreza según la clasificación de la FGV, un importante centro privado de estudios económicos de Brasil.

La medición de la FGV es más exigente que la fijada por los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU, que corresponderían, siguiendo el mismo método, a 47 reales (unos 24,5 dólares) por persona al mes.

Entre los Objetivos del Milenio está la reducción a la mitad de la proporción de personas que viven en extrema pobreza, hasta 2015, una meta que Brasil alcanzó en 2005.

El porcentaje de brasileños que vivía en extrema pobreza en 2006 era del 19,31%, frente al 35,31% de 1993, antes del llamado Plan Real, que fue lanzado en 1994 para la estabilización económica.

En los últimos quince años hubo dos periodos de fuerte descenso de la pobreza extrema: entre 1993 y 1995, durante parte del primer mandato del presidente Fernando Henrique Cardoso, y entre 2003 y 2006, primer mandato de Luiz Inácio Lula da Silva.

Entre ambos periodos el nivel de pobreza se mantuvo estancado en torno al 28%.

En años electorales se constata una disminución de la tasa de pobreza extrema (la reducción fue del 37% en 1986, del 5% en 1998 y del 15% en 2006), frente a un incremento en los años siguientes (47% en 1987, 4% en 1999 y 5% en 2002).

Neri, quien hoy presentó su análisis estudio en rueda de prensa, se muestra convencido de que 2007 "va a quebrar ese argumento" y que continuará el descenso del índice.

"Hay una evidencia clara" de que hay "una política de incremento de la renta en sintonía con el calendario electoral", afirma.

Neri considera que gran parte del avance en la lucha contra la pobreza ha sido por los programas gubernamentales de ayuda como el "Bolsa Familia", criticado en sectores de la oposición por su carácter asistencial, y la inversión en educación desde gobiernos anteriores que está dando ahora sus primeros frutos.

Según explica, esos programas tienen menos impacto electoral porque benefician a menores, pero al mismo tiempo ayudan a mejorar el nivel de vida de las familias con una eficacia mucho mayor que los incrementos del salario mínimo.

De hecho, considera "exagerado" el incremento del salario mínimo del último año (16%) y según explica, "cada real gastado con el Bolsa Familia reduce la pobreza dos veces y media más que con el reajuste del salario mínimo".

Conclusiones parecidas en el área de pobreza saca la economista Sonia Rocha, investigadora del Instituto de Estudios de Trabajo y Sociedad (IETS), quien analizó las estadísticas con líneas regionales que tienen en cuenta diferencias de coste de vida.

Según Rocha, cuyas conclusiones fueron difundidas hoy por el diario Folha de Sao Paulo, el total de indigentes bajó del 6,8% de la población de 2005 al 5,7% en 2006.

En todo Brasil, en números absolutos, la cifra cayó de los 12,2 millones a los 10,3 millones de un año para otro.

La pobreza en 2006, según sus mediciones, afectaba al 26,9% de la población brasileña, el índice más bajo desde 1987, cuando comenzó sus análisis.

Los resultados reflejan mejoras en el mercado de trabajo, que han llevado a un incremento de la masa salarial, según ambos estudios, que coinciden en que la renta de los brasileños más pobres ha crecido proporcionalmente más que la de los más ricos.- (EFE)

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