jueves, 13 de septiembre de 2007

Estados Unidos encara una recesión / Mike Shedlock

Los días de considerar al dólar como reserva de divisa mundial pueden estar llegando a su fin.

En agosto, los bancos centrales extranjeros y diversos gobiernos redujeron un 3,8% su deuda en EEUU. El desempleo creciente y la ralentización en curso han activado los miedos de una recesión económica, lo que ha acelerado las salidas de capital extranjero.

China, Japón y Taiwan han protagonizado principalmente esa huída de capital, con movimientos no vistos desde 1.992.

Hasta cierto punto las pérdidas han podido ser cubiertas por la venta de los activos del tesoro americano a inversores nacionales, los cuales traspasaban sus posiciones desde activos de mayor riesgo. Pero eso no cambia la presión que se está ejerciendo sobre el dólar y que la ayuda extranjera está desapareciendo.

El dólar cayó a los mínimos de 15 años contra 6 de sus pares más negociados

La economía se está contrayendo, las facilidades de crédito aminorándose, y la Bolsa se mueve sin objetivo. El Mundo está perdiendo confianza rápidamente en la dirección americana.

Si el vuelo de capital se acelera, los tipos de interés en EEUU subirán, el desempleo proliferará rápidamente, y el dólar caerá. No puede ser evitado. Se obligará a los mercados y a los consumidores americanos que contengan su apetito glotón para el crédito extranjero barato.

Los inversores extranjeros poseen más de $4,4 trillones en deuda de los EEUU. Aunque vendan únicamente el 25% de esa suma, los EEUU entrarán en un escenario de hiperinflación. Los déficits americanos son tan enormes, que para financiarse, deberán dar condiciones más atractivas a los inversores foraneos, que vendrán ineludiblemente de subidas de tipos de interés.

Se espera que Bernanke baje los tipos en su reunión del 18 de septiembre, lo que provocaría más apetito para el crédito fácil, y un empeoramiento de la situación actual en el medio plazo.

Hay que considerar lo siguiente:

EL PIB de EEUU es en un 70% el gasto del consumidor. Esto significa que los salarios tienen que aumentar más que la tasa de inflación, o la Economía no podrá crecer. Es así de simple. Si deseamos que los salarios siguen creciendo, la productividad tiene que seguir creciendo del mismo modo, y la tendencia actual en ese sentido es preocupante.

En realidad, no ha habido crecimiento desde que Bush tomó el poder en el 2000. Todo es humo y espejismo. El sistema financiero ha desemparejado los elementos productivos de la economía, y ahora está comenzando a demostrar que era lo que provocaba esa inestabilidad. La Bolsa se dirige hacia un terraplén, y aunque los fundamentales actualmente no lo reflején, lo harán en el largo plazo.

Los problemas comenzaron cuando Greenspan bajó tipos hasta el 1% en el 2003, lo que provocó trillones de dólares bombeándose al sistema bajo la forma de un crédito fácil. Esto provocó el espejismo de una aparente prosperidad, pero también infló masivamente una burbuja que ahora está cerca del fin.

La devastación en las propiedas inmobiliarias es demasiado extensa para comprender la totalidad de sus efectos. Los precios acaban de empezar a bajar. Dos millones de dueños de casa perderán sus hogares. Muchas financieras quebrarán. La proyección más impactante puede ser la realizada por un profesor de la Universidad de Yale, Roberto Schiller, que cree que los precios de los inmuebles podrían bajar hasta un 50%, en los mercados más calientes.

Si estos factores entran en juego podríamos ver descensos en los mercados de renta variable parecidos a los del crash del 29.

¿Es esto posible?

Históricamente, las burbujas se desinflan muy lentamente, durante 5 a 10 años. No esta vez. Los problemas del crédito en el mercado están acelerando el paso de esos descensos. El sarcoma del subprime se ha filtrado en la totalidad del sistema financiero. Esto está forzando a los bancos a amontonar reservas para cubrir sus pérdidas potenciales. Al mismo tiempo, la mitad de los tenedores de préstamos con hipotecas de tarifa ajustable no podrán casi financiar de nuevo sus préstamos. Esto es muy preocupante porque 2,5 millones de hipotecas tienen la condición de tipos variables.

Cada vez es más difícil conseguir una hipoteca, lo que acelera el desplome del sector inmobiliario.

El autor Gary Dorsh explica los peligros potenciales en su artículo reciente "las esperanzas de una política expansiva de la FED elevan el euro y el cobre".

"Los diferenciales de tipos de interés han desempeñado un papel dominante en la determinación de los cambios divisa. Desde que el BCE comenzó su campaña de alza de tipos en diciembre 2005, la ventaja de tipos de interés del dólar sobre el euro se ha reducido desde 240 puntos básicos hasta los 70 puntos básicos actuales. Así, la FED, solo puede permitirse un recorte pequeño de los tipos para afianzar el sistema bancario de Wall Street, y evitar la caída libre del dólar, pero eso no será bastante para prevenir una recesión en los próximos meses".

El profesor Nouriel Roubini reciéntemente publicó un artículo titulado "El aterrizaje brusco de EEUU", en el que se decía:

"La relajación de la política monetaria de la FED no rescatará la economía, y los mercados financieros tendrán un aterrizaje duro, pues será demasiado poco, demasiado tarde. La FED subestimó la severidad de la recesión encubierta. La FED aún se preocupa por la inflación, cuando existe una exuberancia en el consumo privado muy sensibles a los tipos de interés, que necesitará años para resolverse".

No hay medidas mágicas que nos saquen de este lío. Necesitaremos años de ajuste. Mientra tanto, poco hay que hacer más que mirar el debilitamiento constante del dólar, y los descensos del resto de mercados financieros.

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