martes, 18 de septiembre de 2007

Fernádez Ordóñez prevé un "cambio gradual" hacia una senda de crecimiento "más atenuado"

MADRID.- El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, afirmó hoy que en el segundo trimestre de este ejercicio se han observado algunos signos que podrían sugerir un "cambio gradual" hacia una senda de crecimiento "más atenuado", y añadió que el escenario más probable para los próximos meses es de "continuidad" en la "moderación gradual" de la demanda interna y del crecimiento del PIB.

Durante su comparecencia en la Comisión de Economía y Hacienda del Congreso, Fernández Ordóñez indicó que el consumo privado y la inversión en vivienda mostrarán tasas de crecimiento "algo más bajas", si bien destacó que el mantenimiento de un "ritmo robusto" de creación de empleo y de aumento de la población proporcionarán un soporte "relativamente alto" a la posible desaceleración de esas dos magnitudes.

En este sentido, la vía fundamental por la que el reciente episodio de "inestabilidad financiera y de mayor incertidumbre internacional" podría afectar al escenario de crecimiento previsto para la economía española proviene de la evolución del entorno exterior.

"Si este episodio afectara significativamente al dinamismo de nuestros mercados internacionales, la capacidad de la demanda exterior (española) de contener el impacto negativo de la desaceleración del gasto privado se vería mermada", añadió Fernández Ordóñez, tras subrayar que el papel de la demanda exterior neta será fundamental para asegurar la compatibilidad de cierta contención del gasto con el mantenimiento de ritmos de crecimiento en el entorno del 3%.

En cuanto al consumo de los hogares, señaló que la "suave ralentización" del mismo a lo largo del 2006 y durante la primera parte de este año refleja la "lógica adaptación" a unas condiciones monetarias y financieras "más normales". En este sentido, apuntó que la subida de los tipos de interés ha ido incentivando paulatinamente el ahorro de las familias y aumentando el coste financiero soportado por los hogares endeudados.

En la misma línea, añadió, las tasas más bajas de revalorización de la riqueza en poder de los hogares debidas, sobre todo, a la "gradual contención" de las alzas de precios de la vivienda, han reducido la influencia expansiva de los efectos riqueza sobre el consumo.

Fernández Ordóñez aseguró que desde comienzos de 2006 se observa también un "menor empuje" de la inversión residencial que, como en el caso del consumo privado, ha respondido también al aumento de los tipos de interés y a las menores expectativas de revalorización de la vivienda, tras las "intensas alzas" de precios registradas en los años anteriores.

Esta menor inversión residencial se compensará, según explicó, con la inversión en obra civil y en edificación no residencial, que ha mostrado una "mayor resistencia" hasta ahora y que se mostrará "pujante" en los próximos años. En opinión del gobernador, ello podría moderar el "impacto negativo" sobre el crecimiento de la desaceleración de la inversión en vivienda, "donde parece haberse iniciado ya un cambio de fase cíclica".

Por todo ello, Fernández Ordóñez apeló a la necesidad de aumentar la flexibilidad de los mecanismos de asignación de recursos, que permitan que las actividades industriales y de servicios asuman un "mayor protagonismo" y "tomen el relevo" de la construcción.

En materia de precios, indicó que la creciente disponibilidad de recursos laborales en un contexto demográfico muy expansivo ha facilitado el ajuste de la actividad de esta demanda pujante, evitando que se generen presiones de costes y precios excesivas. Así, afirmó que la tasa de inflación se ha reducido hacia tasas próximas al 2%, aunque señaló que cabe esperar un "repunte" en lo que queda de año y en el primer trimestre del próximo.

Finalmente, el gobernador del Banco de España sostuvo que en circunstancias como las actuales, la política económica debe mantener su "firme orientación" hacia la estabilidad a medio plazo y evitar, en consecuencia, "la adopción de medidas excesivamente centradas en el corto plazo".

"La economía española debe preservar un saldo presupuestario suficientemente holgado, de modo que disponga de margen de maniobra para circunstancias menos favorables que las actuales. Con este objetivo, debería evitarse incurrir en desviaciones de gasto, que absorberían prematuramente parte de ese margen en un momento posiblemente poco oportuno", reiteró.

En su turno de réplica, Fernández Ordóñez, pidió "cautela y prudencia" en materia de gasto para evitar "políticas de alegrías" que puedan poner en peligro el superávit público.

Durante su turno de réplica afirmó que es "capital" mantener el superávit cuando las cosas vayan "mal", dado que en momentos de menor crecimiento económico, estos excedentes "desaparecen automáticamente" dado el menor incremento de los ingresos.

"Cualquier tentación de hacer políticas de alegrías sería absolutamente contraproducente", advirtió Fernández Ordóñez, tras señalar que el aumento del gasto público genera además tensiones inflacionistas.

Las declaraciones de Fernández Ordóñez se producen precisamente en un momento en el que se ha generado una polémica entre el vicepresidente económico, Pedro Solbes, y algunos miembros del Gobierno sobre la idoneidad de determinadas prestaciones públicas que suponen un aumento del gasto público, relativas a vivienda, sanidad o políticas de natalidad.

El gobernador indicó que gastarse el superávit público puede suponer en el futuro un incremento de impuestos, y apeló nuevamente a la necesidad de garantizar el superávit como un "tesoro".

"En materia presupuestaria, debemos mantener la política que en los últimos años ha sido tan positiva: generar superávit en los momentos buenos para poder tener menos problemas en los momentos malos", insistió el gobernador, quien reiteró que pretender, "a través de distintas propuestas", "enfrentar" el gasto, no es "prudente" en este momento.

En este sentido, alertó de que se puede caer en la tentación de pensar "que el superávit está ahí y, por tanto, hay que gastarlo", pero apuntó que el superávit está para aprovecharlo si en algún momento vienen "mal dadas". "Sin tener necesidad de tocarlo, él va a ir desapareciendo. Si uno tiene una desaceleración y la actividad es menor, los ingresos serán también menores de lo esperado", sostuvo.

En cuanto a la evolución de la economía española, Fernández Ordóñez volvió a insistir en que el PIB iniciará una "lenta y suave" desaceleración, pero "no rápida", y reiteró que actualmente dispone de un "colchón" para afrontar la crisis hipotecaria como es el superávit y el crecimiento de la inversión productiva.

Además, dijo que el sector exterior "está empezando a ajustarse", al tiempo que la demanda interna está iniciando una moderación "apetecible" para la economía española, dado que no se puede estar creciendo indefinidamente a costa del consumo interno.

En materia de inflación, Fernández Ordóñez dijo que el objetivo "número uno" del Banco Central Europeo (BCE) es controlar los precios. "Haremos todo lo que sea necesario para mantener la inflación en el 2%. Eso no significa que no valoremos como está el euro y la economía norteamericana", añadió, tras insistir en que la inflación es "maligna".- (Agencias)

No hay comentarios:

Publicar un comentario