domingo, 9 de septiembre de 2007

La economía española se enfriará en 2008, según coinciden todos los analistas

MADRID.- El diagnóstico de los institutos universitarios y servicios de estudios más reputados es casi unánime: los análisis que hicieron hace menos de dos meses ya no valen. En este corto periodo de tiempo, la crisis originada por las hipotecas de alto riesgo en EE UU ha llenado de incertidumbre los mercados financieros y los datos del mercado español de vivienda reflejan un panorama peor de lo esperado.

Las nuevas estimaciones de una docena de centros consultados por "El País" revisan a la baja la previsión sobre el crecimiento del PIB para 2008 al 3%. Los expertos mantienen que es un crecimiento aún notable y superior a la media europea, pero también advierten de que el ritmo de creación de empleo se resentirá.

La economía española se enfriará en 2008. Las Bolsas encadenan desde hace un mes una caída tras otra por el contagio de la crisis de las hipotecas de alto riesgo de Estados Unidos a los mercados financieros. La OCDE, el FMI o la Comisión Europea vaticinan un recorte del crecimiento mundial, mientras el Banco Central Europeo aplaza su decisión de subir los tipos de interés hasta conocer el impacto real de la tormenta financiera.

Y en España, la situación económica ha devenido en combustible para el rifirrafe político, en un año marcado por las elecciones de 2008. El Gobierno se agarra a la "fortaleza" del crecimiento español, mientras en el vocabulario del PP abundan las alusiones a "crisis" y "recesión". Las predicciones de los expertos ya señalaban una moderación del crecimiento económico en 2008, después de tres años con aumentos del PIB superiores al 3,5%. Pero la incertidumbre internacional y los últimos datos del sector de la construcción les han llevado a revisar sus estimaciones. Y, en casi todos los casos, a la baja.

"El País" consultó a finales de esta semana a 14 institutos universitarios y servicios de estudios que publican periódicamente informes sobre la evolución de la economía española. Sólo los servicios de estudios del Santander y de las cámaras de comercio rehusaron contestar. Y salvo tres centros, todos redujeron su previsión de crecimiento para 2008.

"Para esta revisión hay una razón doble", argumenta Ángel Laborda, jefe del gabinete de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros, "los últimos datos en viviendas iniciadas o en constitución de hipotecas nos hacen pensar que el ajuste en la construcción es mayor del previsto. Y por otro lado, está el efecto negativo de la crisis financiera".

Es un diagnóstico en el que abundan los analistas. "Los datos económicos que hay hasta ahora nos encajaban bien en el perfil de desaceleración que habíamos previsto para 2008, pero el shock en los mercados financieros aumenta la incertidumbre sobre cómo va a comportarse la economía mundial, y eso se va a notar", añade José Luis Escrivá, economista jefe del servicio de estudios del BBVA.

La media de las estimaciones que mantenían en julio y agosto los 14 centros consultados apuntaba a un crecimiento del 3,8% del PIB este año y una desaceleración hasta el 3,3% para 2008, según los datos recopilados por la Fundación de Cajas de Ahorros. El cambio recién incorporado a sus previsiones deja igual el crecimiento para este año, pero lo rebaja en tres décimas para 2008. Es un recorte equivalente a 3.300 millones de euros; un importe que, a modo de ejemplo, duplica el presupuesto de varios ministerios.

La repercusión en un mayor coste de las hipotecas de la crisis financiera y el posible repunte de la inflación por la presión de los precios de los cereales han llevado al PP a centrar buena parte de sus últimas críticas al Gobierno en su gestión económica. Ayer mismo, el líder del PP, Mariano Rajoy, clamó por la "insensibilidad" del presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, ante las dificultades económicas de los ciudadanos. Y su portavoz en el Congreso, Eduardo Zaplana, sostuvo esta semana que la etapa de crecimiento "que se inició con el PP" toca a su fin, y que la economía española está abocada a entrar "en recesión".

"Que el crecimiento se sitúe en torno al 3% ni es una recesión, ni es preocupante, tampoco hay un cambio drástico de escenario", afirma Laborda. "Ni crisis ni recesión", sostiene Juan Iranzo, director del Instituto de Estudios Económicos. "Una recesión es ahora imposible y para decir que estamos en crisis tendríamos que entrar en un crecimiento lento que no genere empleo y eso tampoco va a ocurrir", añade.

"Si los bancos centrales no saben el efecto real de la crisis de las hipotecas de alto riesgo, no lo vamos a saber nosotros", indica Xavier Segura, director del servicio de estudios de Caixa Catalunya, "pero hay elementos de cierto alarmismo difíciles de sostener".

Lo que también queda claro es que, en opinión de los analistas, las previsiones oficiales han quedado desfasadas sólo mes y medio después de su última revisión, en julio. La situación llevó al vicepresidente del Gobierno, Pedro Solbes, a presentar un informe al Consejo de Ministros hace un par de semanas. Pero su conclusión fue nítida: la crisis tendrá un impacto "limitado" en la economía española, por lo que el Ministerio de Economía no modificará la previsión con la que elaborará los Presupuestos de 2008: un crecimiento del PIB del 3,3%. Este miércoles, Solbes admitió que ahora "hay más incertidumbre que hace un par de meses", pero se reafirmó en sus estimaciones.

"En julio parecía que estábamos en el país de las maravillas, ahora hay quien dice que todo es una catástrofe, esto parece más una cuestión para psicólogos que para economistas", señala José Carlos Díez, economista jefe de la consultora Intermoney. Para Díez, el endurecimiento de las condiciones de crédito en los mercados internacionales golpeará sobre todo a los promotores inmobiliarios, "el sector que concentra los mayores riesgos por su endeudamiento".

Los analistas concentran en la caída de la inversión de la construcción y en la moderación del consumo las claves internas de la desaceleración. Algunos, como Analistas Financieros Internacionales, la Fundación de las Cajas de Ahorros o Intermoney, creen incluso que la inversión en vivienda disminuirá en 2008 por primera vez en la última década, tras seis años como el sector más dinámico, con crecimientos por encima del 5%.

Los efectos de la crisis financiera también se apreciarán en el consumo. "La cuota mensual de la hipoteca media ha subido casi 100 euros en un año, eso llevará al consumo a bajar, los empresarios del sector turístico aseguran que ya se ha notado un descenso en el gasto de los españoles en las vacaciones y eso ocurrirá en otras actividades de ocio", vaticina Iranzo.

La escalada de las hipotecas es una noticia preocupante para la economía española, con muchas familias soportando cargas cada vez más pesadas. "El ritmo de endeudamiento ha sido muy elevado", destaca Segura. Pero el director del servicio de estudios de Caixa Catalunya enfatiza que "la riqueza en activos físicos y financieros de las familias es ahora mucho mayor. Sólo habría problemas graves si hubiese una corrección muy fuerte en el precio de la vivienda, pronóstico que, para nosotros, no tiene sentido".

Escrivá subraya como factores positivos la "fortaleza" del sistema financiero español, apenas tocado por la crisis, y la escasa repercusión en América Latina, un mercado clave para las inversiones. El economista jefe del BBVA insiste en la paradoja que supone que la crisis haya parado los planes del BCE para subir los tipos de interés, "lo que dará más holgura a las familias españolas en los próximos meses".

Para el economista del BBVA, además de una desaceleración de la economía mundial, la crisis de las hipotecas de alto riesgo dejará un legado más duradero: "Los agentes económicos tendrán que adaptarse a una época de mayor austeridad financiera".

El mercado laboral pierde fuelle

Si la economía se desacelera de forma más acusada que lo previsto, eso tendrá un reflejo nítido en el mercado laboral español, el que más puestos de trabajo ha creado en la Unión Europea en los últimos años. Las últimas estadísticas de paro registrado, publicadas por el Ministerio de Trabajo, muestran el peor dato de agosto en la última década, con 58.000 desempleados que vuelven a colocar el nivel del paro por encima de los dos millones de personas.

Los analistas descartan que vaya a haber un repunte en el paro, que se mantendrá estable en torno al 8% el próximo año. Lo que sí habrá será una menor creación de empleo. Si en los últimos años, la generación de puestos de trabajo ha crecido a tasas del 3%, las nuevas predicciones de los analistas rebajas es ritmo al 2% para 2008.

"El descenso en el consumo y en la inversión en construcción tendrá efecto en el empleo, aunque no excesivamente fuerte, como ya se ha empezado a notar en los últimos meses en los datos de afiliación a la Seguridad Social", explica Alfredo García, investigador del Instituto Complutense de Análisis Económico.

El dinamismo de la construcción de viviendas ha tenido un importante efecto arraste en el empleo estos años. La industria, por ejemplo, apenas crea nuevos puestos de trabajo y basa casi todas sus ganancias de valor en la productividad.

Salarios y beneficios

El impacto global en el empleo, dependerá de la capacidad de absorción del resto de la economía de la pérdida de puestos de trabajo que va a sufrir la construcción", indica Alfredo García. Los analistas coinciden en que la desaceleración del mercado laboral "afectará sobre todo a inmigrantes, y en general, a personas con baja cualificación", como señalan el investigador del instituto de la Universidad Complutense, y José Carlos Díez, analista de Intermoney.

"Pese a la desaceleración, el crecimiento español seguirá siendo notable, y el mercado laboral no sufrirá mucho", añade Carlos Maravall, de la consultora Analistas Financieros Internacionales.

Pese a la crisis financiera, las mayores empresas que cotizan en la Bolsa española, aglutinadas en el índice Ibex 35, apuntan a un nuevo récord anual de beneficios netos, con un crecimiento medio del 34% en 2007, según auguran los datos del primer semestre. Unos números que han reavivado el debate sobre el contraste con la evolución del salario medio, que ha crecido menos que la inflación en los últimos dos años.

"Hay que tener en cuenta que al mercado laboral se han sumado muchas personas con su primer empleo, que tienen una remuneración más baja en los primeros años, y que los empleos a los que acceden los inmigrantes también son de salarios más bajos", señala Díez. El analista cree que la aparente pérdida de poder adquisitivo "sería incompatible con el elevado crecimiento del consumo en los últimos años".- (PRISA)

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