Victoria, propiedad de la firma de capital riesgo estadounidense Venturial Capital, echó la culpa de su situación a la agitación de los mercados de capitales. UBS, el mayor banco suizo, ayudó a financiar la compañía ahora insolvente, cuya cartera de créditos asciende a 300 millones de libras (unos 440 millones de euros). Según el regulador británico Financial Services Authority (FSA), los préstamos de Victoria representan menos de un 0,1% del mercado hipotecario británico.
Los prestatarios que estaban a punto de cerrar sus hipotecas, unos 380, según la empresa, se verán obligados a buscar otra fuente de financiación. El experto de la asociación británica de entidades crediticias hipotecarias Bernard Clarke asegura que no hay motivo "para una preocupación generalizada" y que este caso responde al contagio de la crisis de las hipotecas basura en EE UU.- (EFE)
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