domingo, 23 de septiembre de 2007

La inflación deja de ser el enemigo número uno de la Fed

WASHINGTON.- Al optar por una drástica reducción de su tasa rectora, la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos privilegió claramente el crecimiento sobre la inflación, que dejó de ser el enemigo número uno.

"Las cifras de inflación subyacente fueron mejoradas modestamente este año", explicó el martes la Fed, para justificar la bajada de 0,50 puntos del índice de la tasa en el mercado interbancario, su principal herramienta de política monetaria, y de su tasa de descuento, raramente utilizada.

Aunque la Fed subrayó que "ciertos riesgos de la inflación se mantienen", el banco central abandonó la formulación ritual de sus comunicados anteriores, en los cuales repetía que su "preocupación predominante" era que "la inflación no se moderara como estaba previsto".

Preocupado por los peligros de contagio de la crisis del mercado inmobiliario a "la economía real", el presidente de la Fed, Ben Bernanke, hizo caso omiso a las advertencias de su predecesor, Alan Greenspan, quien el mismo lunes advertía contra un aumento de las presiones inflacionarias.

Citando especialmente la disparada de los precios del petróleo y el agravamiento de los déficit ligados al envejecimiento de la población, Greenspan había opinado el lunes: "las perspectivas en materia de inflación se van a deteriorar". Esta evolución impondrá al final un alza de la tasa rectora a un número "de dos cifras", algo que no se ha visto desde los años 80, pronosticó.

Pero, por ahora los hechos le han dado toda la razón a Bernanke. Frenados por el retroceso de los costos del combustible y del gas, los precios al consumo bajaron en agosto un 0,1%, por primera vez desde octubre de 2006. Pero el índice de base, que excluye alimentación y energía, de todos modos, creció un 0,2%.

En un año, el alza de los precios alcanzó un 2,0% en el índice general y un 2,1% en el índice de base, mientras que la Fed proyecta, sin decirlo explícitamente, una inflación de base anual inferior al 2%. "La inflación está instalada en un nivel bajo que debería conformar a la Fed", comentó el economista independiente Joel Naroff.

El mismo análisis hizo Kenneth Beauchemin, de Global Insight, para quien "la moderación de los precios al consumo sin contar alimentación y energía permiten a la Fed respirar mejor".

Pero, sin dudas, la crisis del mercado inmobiliario no ha terminado. El inicio de obras de construcción de viviendas está en su nivel más bajo de los últimos 12 años: el número de nuevas obras bajó un 2,6% en agosto con relación a julio, para ubicarse en 1,331 millones de unidades, anunció el miércoles el departamento de Comercio.

Esta cifra es inferior a las previsiones de los mercados financieros, que todavía contaban con 1,345 millones de viviendas en construcción el mes pasado, cuando la crisis hipotecaria ya estaba en su paroxismo. Ese nivel no se había observado desde junio de 1995.

El retraimiento de las demandas de permisos de construcción "hace prever nuevos ajustes (a la baja) para el mes que viene", subrayó Nathalie Dezeure, de Natixis, quien estima que la construcción de viviendas seguirá siendo una bomba de tiempo para la economía estadounidense, que estallará en los próximos meses.

"El mercado de viviendas se encuentra en recesión desde hace más de dos años (...) y debería deteriorarse aun más en la segunda mitad del año debido a las recientes turbulencias en los mercados financieros", sostuvo Patrick Newporty, de Global Insight, quien no ve una recuperación antes de 2008.- (AFP)
(Edficio de la FED en Chicago)

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