domingo, 9 de septiembre de 2007

Las Bolsas caen por el riesgo de que la crisis financiera provoque una recesión económica en USA y la UE

NUEVA YORK.- La crisis financiera que estalló hace un mes llama a la puerta de la economía real. El mal dato de empleo que se conoció el viernes en Estados Unidos -una pérdida neta de 4.000 puestos de trabajo en agosto, la primera en cuatro años- arrastró a los mercados a una caída generalizada ante el temor de que la crisis desatada en las finanzas por las hipotecas de alto riesgo lastre el crecimiento económico.

Las Bolsas sufrieron fuertes caídas pese a la posibilidad de que este dato se traduzca en una bajada de los tipos de interés de la Reserva Federal. La mayoría de índices europeos, entre ellos el Ibex 35, perdió lo acumulado este año.

El aumento del paro eleva los temores a que la crisis financiera acabe provocando una recesión. El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo rato, admitió desde Italia que "la crisis es grave" y que, aunque afectará sobre todo al crecimiento de Estados Unidos, sus efectos se notarán también en Europa, según el diario "El País".

El dato de paro se le atragantó al parqué neoyorquino, que apostaba por la contratación de 75.000 empleados, pese a que el dato aumenta las probabilidades de que la Reserva Federal acometa una rebaja de los tipos de interés, tan querida por Wall Street. Se destruyeron 4.000 puestos de trabajo, en la primera pérdida desde agosto de 2003. El empleo ha venido siendo uno de los puntos fuertes de la economía estadounidense, muy dependiente del consumo.

La industria manufacturera fue la más castigada durante ese mes, con la eliminación de 46.000 empleos. El sector de la construcción, donde se concentra desde hace un año el grueso de los problemas de la economía estadounidense tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, destruyó entre tanto 22.000 puestos de trabajo. Y las rescisiones de contratos también afectaron al sector público, donde se eliminaron 28.000 empleos.

Tras el cierre del mercado, Countrywide anunció que eliminará entre 10.000 y 12.000 empleos en tres meses, el 20% de la plantilla de la mayor entidad hipotecaria independiente en EE UU. Angelo Mozilo, su presidente ejecutivo, dice que serán menos si mejora la situación.

"Era una cuestión de tiempo", señala la consultora laboral Challenger, Gray & Christmas, que afirma que ésta es la muestra de que la crisis en la vivienda está afectando al empleo. Es más, alerta de que esta evolución del empleo puede ser "el inicio de un colapso en el mercado inmobiliario que puede arrastrar a toda la economía, incluidos el comercio y los productos de consumo". "No hay nada bueno en estos datos y las cosas van a peor", añaden desde la firma de analistas MF Global.

La Casa Blanca intentó restar dramatismo e insiste en que era algo esperado después de 47 meses consecutivos de creación de empleo. Edward Lazear, asesor económico del presidente George Bush, se consoló explicando que el sector privado sigue creando empleo, que los sueldos suben y que la productividad continúa como uno de los motores del crecimiento.

"Evidentemente, no es el dato que nos gustaría ver", admite, mientras augura que la expansión económica en el segundo semestre será similar a la del primero. La apertura de Wall Street, sin embargo, fue muy débil y terminó cerrando con una bajada del 1,87%.

Las noticias de nuevas inyecciones de capital, para combatir la crisis de liquidez y la falta de confianza, por parte de la Reserva Federal ya no estimulan a los mercados. El viernes fueron 2.000 millones de dólares (1.450 millones de euros). En el mercado de bonos de Chicago, entre tanto, dan por descontada una rebaja de tipos (5,25%) en la próxima reunión del comité de política monetaria de la Fed, el 18 de septiembre. Goldman Sachs dice que en esta situación se justifica un recorte de medio punto.

El mercado de divisas tampoco ve las cosas tan claras como la Administración Bush, y el dólar volvió a depreciarse con fuerza frente al euro y el yen, por la incertidumbre creciente. La moneda europea se pagaba ayer a 1,376 dólares. Ante este panorama, la palabra recesión volvió a cobrar fuerza. "El riesgo es real y algunos piensan que es inevitable", señalan desde el banco Wells Fargo. "Nosotros no vamos tan lejos. Pero la Fed debe actuar rápido y con autoridad para evitar que el barco se hunda", remachan.

Caídas en Europa

También cundió el pesimismo entre los mercados europeos. Todos se sumaron a las pérdidas. La mayoría, excepto Francfort y Amsterdam, se dejaron las ganancias acumuladas en lo que va de año. Ambos habían acumulado un colchón suficiente como para no entrar en números rojos anuales.

Los inversores olvidaron que el día anterior el Banco Central Europeo había cambiado de planes y mantenido los tipos en el 4%. De hecho, ya por la mañana su presidente, Jean-Claude Trichet, se encargó de enfriar los ánimos al dar a entender que los subirá en cuanto amaine el temporal. El panorama que se dibuja así para las Bolsas es el de elegir entre dos males: crisis financiera o subida de tipos.

París y Francfort, los dos mercados que habían mostrado semanas atrás más fortaleza entre la fragilidad reinante, lideraron las pérdidas, dos mercados que en semanas atrás habían mostrado mayor fortaleza, en medio de la fragilidad reinante. El Ibex 35, por su parte, perdió el nivel de los 14.000 puntos al perder un 2,29%.

U es que, por primera vez en cuatro años, los empleadores norteamericanos recortaron puestos de trabajo, generando temores de que se produzca una recesión en momentos en que la economía enfrenta una profunda crisis hipotecaria y crediticia, según la agencia "Associated Press".

Se está incrementando la presión sobre la Reserva Federal para que recorte sus tasas de interés. Muchos economistas pronostican que el ambiente de deterioro en el empleo llevará a las autoridades de la Fed a recortar las tasas en su próxima reunión del 18 de septiembre.

Un informe publicado el viernes por el Departamento del Trabajo mostró que las nóminas en todo el país se redujeron durante agosto, el primer recorte de empleos desde el mismo mes del 2003. Las nóminas cayeron cuando el mercado laboral aún estaba tratando de recuperarse de la recesión económica del 2001.

"Este fue un informe pésimo", señaló Nigel Gault, un economista de la firma Global Insight.

La tasa de desempleo se mantuvo fija hasta el mes pasado en el 4,6%, particularmente porque cientos de miles de personas abandonaron el mercado laboral.

Las pérdidas de empleos en los sectores de la construcción, manufactura, transporte y gobierno superaron a los avances en educación y cuidados de salud, de diversión, del sector hotelero y de ventas al por menor. Los empleos en el sector de servicios financieros se mantuvieron sin cambios.

Los empleadores están contratando a menos trabajadores porque hay incertidumbre en torno al crecimiento saludable de la economía.

El debilitado mercado de la vivienda y la crisis de los créditos hipotecarios, que han abrumado a Wall Street, son los principales culpables detrás de este nuevo sentido de precaución de las compañías.

"Creo que muchas empresas se están colocando a la expectativa para ver cómo salen las cosas", indicó Ken Mayland, presidente de la firma ClearView Economics.

La incertidumbre también provocó un tropiezo a los mercados bursátiles el viernes. En Wall Street, el promedio industrial Dow Jones tuvo un descenso de 249,97 puntos.

Rato anuncia una rebaja del crecimiento

El Fondo Monetario Internacional (FMI) espera que la tormenta financiera provocada por la crisis de las hipotecas de alto riesgo en Estados Unidos le obligue a modificar a la baja sus previsiones de crecimiento para 2007 y, sobre todo, para 2008. Así lo declaró en el Fórum Ambrosetti en Italia, el director gerente del FMI, Rodrigo Rato, quien considera que la "grave crisis" tendrá "efectos en el 2007 y el 2008".

"Esperamos revisiones a la baja de nuestras previsiones de crecimiento, especialmente durante el próximo año", afirmó Rato. El ex ministro de Economía espera que las revisiones afecten principalmente a Estados Unidos. Aunque también cree que habrá "algún impacto" en la eurozona.

El director gerente del FMI subrayó que esto tendrá "implicaciones" en materia de política monetaria y que las perspectivas para el crecimiento de 2008 dependerán de la duración de las turbulencias en los mercados.

Esta misma semana, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) ya ha revisado a la baja sus previsiones de crecimiento para 2007 en los países que integran el G-7.

Entre los efectos negativos de las turbulencias financieras, Rato destacó que podría perjudicar la financiación de compra de vivienda y a los sectores corporativos. También se contarían entre los damnificados los países emergentes por los menores flujos de capitales que circularían.

Del sector financiero, el director gerente del FMI afirmó que los bancos con situación financiera sólida podrían tener que enfrentarse a restricciones a la hora de ampliar créditos. "Algunos bancos y otras entidades necesitarán centrarse en la gestión de su liquidez mientras enfrentan el alcance de las potenciales pérdidas financieras".

A finales de julio, en su última edición del informe Perspectivas de la economía mundial el FMI elevaba tres décimas su estimación de crecimiento de la economía mundial. El organismo la situó en el 5,2%, pese a la desaceleración en la economía estadounidense. El documento destacaba el crecimiento de China, India y Rusia.

Greenspan ve similitudes

La expansión económica comenzó en EE UU en noviembre de 2001, tras una recesión que se vio agravada por el estallido de la burbuja tecnológica, los escándalos corporativos y los ataques suicidas del 11-S. La recesión en el mercado laboral terminó en septiembre de 2003. Desde entonces, se han creado 8,3 millones de empleos. Ahora, los agentes en los parqués de Nueva York y Chicago creen que la Reserva Federal está yendo por detrás del ciclo y que llega tarde incluso si dentro de 10 días rebaja los tipos.

Alan Greenspan, predecesor de Ben Bernanke, decía el jueves ante un grupo de economistas que las turbulencias de las últimas siete semanas en el mercado crediticio son casi idénticas a las crisis financieras que se vivieron en 1987 y 1998, ante las que optó por rebajar el precio del dinero. Y dijo que el factor "miedo" pesa ahora más que la "euforia". Por eso considera que este tipo de burbujas no se disiparán mientras continúe la fiebre, aunque no se mostró muy convencido de que una rebaja en el precio del dinero ayude.

Los analistas de Global Insight creen, a partir del dato de empleo de ayer y de otros indicadores en el sector de la vivienda, que hay un 40% de posibilidades de entrar en un nuevo periodo de recesión. El banco de inversiones Citigroup advierte además de que este mal indicador continuará minando la confianza de los consumidores en la marcha de la economía.- (NEM)

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