viernes, 5 de octubre de 2007

Afectados por la desaparición de Caja Rural del Duero impugnarán el acuerdo de fusión con Cajamar

VALLADOLID.- La Asociación de Afectados por la Desaparición de Caja Rural del Duero (Asadecard), aseguró hoy que pretende solicitar una tasación de los fondos con los que cuenta la entidad cooperativa de crédito, para establecer el valor de las participaciones de los socios que no estén de acuerdo con la fusión con Cajamar y que, según aseguraron sus representantes, puede estar entre los 600 y los 6.000 euros.

El colectivo, formado por socios de la Caja, se constituyó hoy en Valladolid (en la imagen) y su presidente, el abogado Eugenio Moretón, ofreció una rueda de prensa en la que presentó la asociación ante los medios de comunicación y confirmó que la primera acción que llevará a cabo será la impugnación del acuerdo de la asamblea de socios de Caja Rural del Duero celebrada el pasado 24 de agosto.

Asadecard surge con tres socios fundadores: el propio Moretón, el secretario y tesorero, Miguel Angel García Ripollés y el vocal y presidente de UCCL Valladolid, Ignacio Arias, aunque ambos aseguraron que la sociedad cuenta con más de un centenar de solicitudes de socios de la Caja que pretenden formar parte del colectivo. "Mucha gente nos ha apoyado para crear la asociación y contaremos con un número significativo de personas", explicó Arias.

Entre las líneas de actuación de Asadecard estará la solicitud de un informe pericial que determine el valor actual de las participaciones de los socios, ya que afirmaron que en un anuncio efectuado por Caja Rural del Duero se señaló que los socios que se pronunciaron en contra de la fusión con la entidad andaluza podrían recuperar el valor de 60 euros de su participación.

"Está claro que una entidad que está viva después de 57 años ha tenido que multiplicar su valor", aseveró García Ripollés, quien indicó que el estudio de valoración del capital social y los fondos propios de la entidad puede dar como resultado un valor de "más de 600 y menos de 6.000 euros" para las participaciones.

Lo que Eugenio Moretón definió como "vía legal" de la asociación tendrá por objetivo "frenar el proceso de fusión que empezó el pasado 2 de agosto de manera sorpresiva". El abogado vallisoletano y ex consejero de Caja Rural del Duero insistió en que la fusión se anunció de manera somera "con la intención de que se enterara la menor cantidad posible de socios y de evitar que los socios conscientes del peligro de la fusión asistieran a la asamblea".

Asimismo, García Ripollés dudó de la validez de dicho consejo de socios, en el que "más de un 80% de los socios" estuvieron ausentes o votaron en contra del acuerdo de fusión por absorción. Por su parte, Ignacio Arias se refirió a la "vergonzosa búsqueda de votos" llevada a cabo por los trabajadores, quienes, defendió, contaban a cambio con una paga extra "que recibieron la semana siguiente a la celebración de la asamblea".

Los fundadores de Asadecard esperan también concienciar a la sociedad vallisoletana y castellano leonesa del riesgo que supone que "la única Caja que queda con sede en Valladolid desaparezca". Moretón lanzó un mensaje muy crítico con la Junta de Castilla y León, a la que, matizó, "no va a beneficiar en nada", puesto que consideró que Cajamar, con sede social en Almería, no va a intervenir en operaciones sociales y agrarias en la Comunidad.

En este sentido, Arias calificó de "inaudito" que "hace dos años la Junta no estuvo dispuesta a que Caja Rural se moviera de la región y que ahora pretenda que se vaya a Almería", pues insistió en que "hablar de lo rural queda muy bonito en los discursos" pero finalmente el interés político ha decantado la postura del Gobierno regional.

Moretón añadió otros "riesgos" que puede suponer la salida de Caja Rural del Duero, pues opinó que "en cualquier apretón económico lo primero que va a hacer" será liquidar el patrimonio que "tiene más lejos de Almería"; mientras que aseveró que si la entidad cooperativa de crédito opta por convertirse en caja de ahorros, "los beneficios sociales pasarían a la Junta de Andalucía".

Asadecard espera contar también con el apoyo de sindicatos, partidos políticos y medios de comunicación locales, mientras que sus socios fundadores aseguraron que cuentan con el apoyo de "todas las cajas rurales de Castilla y León" así como de la Asociación Española de Cajas Rurales.

De esta manera, cuentan con poder defender su modelo de entidad crediticia pequeña frente a la intención de las Administraciones de "tender hacia las fusiones para contar con entidades de gran tamaño". García Ripollés defendió que en Europa se impone la vertiente de caja rural "pequeña, apegada al territorio" que, como indicó que ocurre con la Rural del Duero, puede acceder a grandes operaciones con la colaboración con otras entidades cooperativas de crédito de su entorno.

La fusión por absorción de Caja Rural del Duero en la almeriense Cajamar fue aprobada el pasado día 24 de agosto en Asamblea General Extraordinaria con el respaldo del 93,01% de los más de 25.000 socios de la entidad castellano leonesa, lo que supuso la confirmación de un proceso iniciado en 2005 que, finalmente, se frustró por la oposición del resto de cajas integradas en La Asociación Española de Cajas Rurales (AECR).

El acuerdo entre las dos entidades reforzará la posición de Cajamar como primera cooperativa de crédito española, así como decimoquinta entidad financiera del país. El grupo tiene previsto contar con un volumen de negocio de 43.000 millones de euros, activos por 22.000 millones, 3.900 empleados y una red de alrededor de 900 oficinas.- (EP)

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