MONTEVIDEO.- Cerca de 300 ambientalistas uruguayos y argentinos crearon hoy la Asamblea Regional Ambiental del Río Uruguay que coordinará sus movilizaciones contra la construcción de la papelera de la empresa finlandesa Botnia en Fray Bentos, al noroeste de Montevideo.Los activistas se oponen a la planta de celulosa por los daños económicos y ecológicos que producirá en la región, según dijeron.
"La única forma de poder lograr que se cambie el modelo que nos quieren imponer desde los países del norte es que la gente o las comunidades tengamos debates y podamos hacer cambiar las políticas", dijo el uruguayo Daniel Roselli, uno de los coordinadores de esta protesta.
Roselli explicó que a la asamblea acudieron, por parte uruguaya, representantes de once departamentos, a quienes se unieron ambientalistas de las zonas de Argentina ribereñas del río Uruguay que se verán más afectadas por la papelera.
"La idea es que cada comunidad debata, cada región debata y, así sepamos qué pasos podemos dar, a fin de encontrar un modelo alternativo a este proceso industrial que nos quieren imponer", añadió Roselli, editor de un semanario en Colonia.
Por su parte, Alfredo De Angelis, ambientalista y dirigente de la Federación Agraria argentina explicó que acciones como la de hoy pretenden "crear un gran movimiento social" contra los pasos de empresas foráneas como Botnia.
"Los dueños de estas firmas no viven ni en Argentina ni en Uruguay. Hemos visto con mucha preocupación la concentración de tierras, la extranjerización, las plantaciones de árboles que no son de la zona", dijo el activista argentino en referencia a los eucaliptos que ofrecen la materia prima de la fábrica de celulosa y que ya conforman el paisaje de esta zona del noroeste uruguayo.
En la Asamblea Regional Ambiental del Río Uruguay inaugurada hoy, los presentes se manifestaron contra "la propagación de los monocultivos, la extranjerización de las tierras y la instalación de industrias contaminantes en la región, que están causando daños irreparables".
En el documento distribuido por los asambleístas se añadía que empresas como Botnia, Ence, Isusa o Stora Enso, que construyen o pretenden levantar plantas papeleras en Uruguay, "no son otra cosa que emblemas de un capitalismo feroz e irracional que ignora fronteras y soberanías".
La llegada y partida de los ambientalistas argentinos se vio acompañada por un amplio operativo policial uruguayo formado por cerca de 200 agentes y con controles a los automóviles que entraron en este país desde Argentina por el puente General San Martín.
También se instalaron controles en otras carreteras de acceso al área de Nueva Palmira, donde se identificaba y apuntaba en listas a los automovilistas y acompañantes.
En Nueva Palmira se encuentra uno de los muelles desde donde se procederá a transportar la celulosa producida en la fábrica papelera de Botnia.
Argentina y Uruguay mantienen un litigo en torno a la construcción de esa papelera de Botnia, que fue llevado ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya.- (EFE)
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