jueves, 18 de octubre de 2007

El BBVA rebaja al 2,8% la previsión de crecimiento del 2008 y mantiene en el 3,8% la de este año

MADRID.- El Servicio de Estudios del BBVA ha rebajado tres décimas, hasta el 2,8%, su previsión del crecimiento económico español para el año que viene, en un "entorno global más incierto", y mantiene en el 3,8% su estimación para este ejercicio.

Pese a rebajar sus previsiones de crecimiento para el 2008, el BBVA considera que las "fortalezas específicas" de la economía española, como su sistema financiero, su mercado laboral y su buena situación fiscal, le permitirán afrontar "con holgura" los efectos de las turbulencias financieras de los últimos meses, según ha subrayado el director del Servicio de Estudios, José Luis Escrivá.

En la rueda de prensa de presentación del informe Situación España, Escrivá (en la imagen) también ha dicho que el BBVA espera que el Banco Central Europeo baje los tipos de interés 0,25 puntos a principios del 2008, y calcula que el euríbor --índice de referencia para los préstamos hipotecarios-- se situará a finales del año que viene en el 3,9%, 0,75 puntos por debajo de lo estimado previamente.

El proceso de desaceleración que ya se esperaba para la economía española se ha "intensificado" en los últimos meses tras las turbulencias financieras, según reconoció Escrivá.

Pese a ello, el BBVA mantiene que la economía crecerá este año el 3,8 por ciento -del 3,8 en el tercer trimestre y del 3,4 por ciento el cuarto- porque aunque ahora hay un "mayor nivel de incertidumbre", se considera que España cuenta con "soportes" importantes para absorber el "shock" financiero.

Entre estos soportes Escrivá destacó el "solvente y eficaz" sistema financiero español, con negocio diversificado y lejos de operaciones como las hipotecas "subprime" (de alto riesgo) estadounidenses.

En España, dijo, podemos estar "absolutamente tranquilos", porque fenómenos como el de las "subprime" no pueden producirse en un mercado que, además, está eficazmente vigilado por los organismos reguladores y supervisores, otra ventaja que, dijo, no tienen otros países como el propio Estados Unidos o el Reino Unido, donde la actuación de estas autoridades ha sido "laxa" y "relajada".

Además de la fortaleza del sistema financiero, José Luis Escrivá destacó otro importante soporte de la economía española: su mercado laboral, sobre el que el BBVA ha hecho un exhaustivo estudio.

Según este análisis, el mercado laboral español se muestra ahora más "flexible y dinámico", y pese a la desaceleración económica no se está destruyendo empleo.

El Servicio de Estudios considera que el 93 por ciento de los trabajadores activos este año seguirán estándolo el que viene, mientras que el 3,8 por ciento irán al paro y el 3,4 por ciento pasarán a ser inactivos.

Una muestra de flexibilidad, dijo, es que los ocupados no transitan sólo al desempleo, sino que se mueven a otros sectores. Un caso claro es el de la construcción, el sector más "vulnerable" al cambio de ciclo.

Un 20 por ciento de los trabajadores de la construcción, según el BBVA, se pasa a la industria, mientras un 18 por ciento lo hace a la hostelería y en menores porcentajes al resto de los sectores.

Esta mercado más dinámico hará posible que el año que viene se creen en España entre 375.000 y 435.000 empleos, aunque en el caso de la construcción se destruirán unos 80.000.

En su exposición, José Luis Escrivá se mostró convencido de que el BCE bajará los tipos de interés a partir del año que viene, lo que hará reducirse también el euribor, lo que supondrá un "alivio" para las familias que tienen cargas financieras altas.

Una bajada de tipos no supondrá, en su opinión, un nuevo recalentamiento de la vivienda. Para Escrivá, este mercado se está ajustando de una forma "relativamente gradual", con un "menor exceso" de oferta con respecto a meses anteriores.

En cuanto al actual contexto cambiario, el director del Servicio de Estudios consideró que un euro fuerte sólo afectaría negativamente a la economía si "persiste bastante tiempo en estos niveles".

Además señaló que, frente a quienes opinan lo contrario, una moneda fuerte puede ayudar a aumentar la productividad, porque los agentes económicos hacen "esfuerzos adicionales" para contrarrestar la pérdida de competitividad frente a monedas más bajas en los mercados exteriores.- (EFE)

No hay comentarios:

Publicar un comentario