domingo, 28 de octubre de 2007

El euro y la libra sacan partido de la debilidad del dólar

MADRID.- Las divisas europeas siguen sacando partido de la mala situación que está atravesando el dólar y, de rebote también le sacaban los colores a la moneda japonesa. El euro se valía del optimismo inyectado a través de los buenos datos macroeconómicos de la eurozona y la libra, golpeada en un primer momento por unas referencias nada alentadoras, ganaba fuelle y se aprovechaba de la debilidad del billete verde y el yen, según "Expansión".

La libra bajaba después de conocerse un índice de confianza del sector manufacturero poco optimista. Este indicador descendía en octubre de manera notable en respuesta a la reciente crisis del mercado de crédito. También bajaron el subíndice de nuevos pedidos y el optimismo sobre las exportaciones.

La Confederation of British Industry anunció que los manufactureros que mostraron optimismo para el año cayeron a la cota de 13, el más bajo desde enero de 2006, por el temor a las repercusiones de la crisis del crédito.

Unos datos como estos podrían haber provocado una reacción más drástica en la libra que, en lugar de sumirse en las pérdidas, lograba el rebote en los mercados del Viejo Continente.

Mientras en Reino Unido se publicaban unas referencia nada positivas, en la zona euro se conocían unos datos que ayudaban a que el euro se mantuviera fuerte. Los pedidos industriales de la eurozona han aumentado un 0,3% en agosto respecto al mes anterior, según los datos publicados por la oficina de estadística comunitaria Eurostat. En tasa interanual, los pedidos han crecido un 5,1%.

No hacían falta más referencia para que los inversores se inclinaran en la compra de euros. Con los mercados financieros de nuevo sumidos en la volatilidad, con el resurgimiento de los temores sobre la crisis crediticia y sin ganas de dar una oportunidad a un dólar cada vez más débil, el euro se apreciaba cerca de un 0,5% frente al billete verde y se cambiaba en 1,4245 dólares. El Banco Central Europeo (BCE) fijaba el cambio oficial en 1,4254 dólares.

La libra, que después de los datos conocidos en Reino Unido se teñía de rojo, poco antes del cierre de los mercados del Viejo Contienente se apreciaba poco más de un 0,7% frente al billete verde y se cambiaba en 2,0480 dólares.

La moneda nipona tampoco levantaba cabeza. Y es que en las épocas en las que a los inversores no les da miedo el riesgo, poco pueden hacer monedas que se valen del 'carry trade' para apreciarse. Así, el yen se dejaba casi un 0,9% en su cruce con el libra y cerca de un 0,6% frente al euro.

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