domingo, 21 de octubre de 2007

El G7 y el FMI intentan ante todo tranquilizar, pero se privan de actuar

WASHINGTON.- Los dirigentes económicos internacionales intentaron este fin de semana tranquilizar a los mercados financieros, desestabilizados por la crisis financiera, pero se privaron de anunciar medidas concretas para enfrentarla.

Tanto los responsables del Grupo de los siete países más industrializados como los dirigentes del Fondo Monetario Internacional (FMI) -que en general son los mismos- afirmaron que si bien la crisis financiera es seria, no debería afectar fuertemente a la economía mundial.

Por otra parte se mantuvieron muy reservados sobre la creciente brecha entre el dólar y el euro, ante los récords alcanzados por los precios del petróleo y por las pérdidas sufridas por los bancos en sus inversiones en el sector de créditos hipotecarios a riesgo (subprime) en Estados Unidos.

Solamente en la jornada del viernes, el euro superó por primera vez la barra de 1,43 dólar, el barril de crudo franqueó la barra histórica de 90 dólares y Wall Street registró una fuerte caída, perdiendo 360 puntos.

"El dólar se mantiene sobrevaluado", reiteró el todavía director gerente del FMI Rodrigo Rato, quien abandonará su cargo el 1º de noviembre, haciendo volver a su rincón a los países europeos, Francia entre ellos, que se inquietan por la alta cotización del euro, que penaliza sus exportaciones.

El secretario del Tesoro estadounidense Henry Paulson, repitió por su parte el credo de su administración, de que "un dólar fuerte está en el interés de Estados Unidos", subrayando al mismo tiempo que su valor debe ser fijado por los mercados.

Este compromiso no aparece sin embargo plasmado en el comunicado del G7 (integrado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Gran Bretaña) publicado en la noche del viernes.

Sin embargo esto parece haber sido suficiente para sus homólogos europeos: "constatamos con interés que las autoridades estadounidenses reafirmaron que un dólar fuerte está en el interés de la economía estadounidense", afirmó Jean-Claude Juncker, presidente del Eurogrupo que reúne a los 13 países de la zona euro.

Estadounidenses y europeos prefirieron centrar su atención en China, llamando nuevamente a acelerar la revaluación de su divisa, a fin de desacelerar el ritmo de aumento de su excedente comercial.

Pero la número dos del Banco Central chino, Wu Xiaoling, presente en Washington para las reuniones del FMI, había rechazado por adelantado esta exhortación, afirmando el viernes que "las autoridades chinas decidieron reformar su sistema de cambios de manera controlada, por iniciativa propia y de manera gradual".

Sobre el alza del petróleo y otras materias primas, el Comité monetario y financiero internacional (CFMI), la instancia dirigente FMI, dejó traslucir sus temores sobre las consecuencias de la inflación.

"La política monetaria debe concentrarse en la estabilización de precios", con particular atención sobre las "presiones inflacionarias derivadas del ajuste de los mercados de productos básicos y del alza de los precios del petróleo y de los productos alimentarios, así como por los riesgos de revisión a la baja del crecimiento", señala el comunicado.

Pero las posibilidades de intervención del FMI para corregir los desequilibrios mundiales están limitadas por la incapacidad de sus 185 países miembro de lograr un acuerdo sobre las características de la reforma de la institución, cuyo principal objetivo es aumentar el peso de los países emergentes.

"Es precisamente ahora que necesitamos de la capacidad y la competencia del Fondo para enfrentar los desequilibrios", subrayó el gobernador del banco central de Canadá David Dodge, en una entrevista concedida al Financial Times.

"Cuanto más tiempo subsistan esos desequilibrios, mayor será el riesgo de un desenlace catastrófico", advirtió.

El Comité Financiero y Monetario Internacional del FMI ya dijo el sábado que han crecido los riesgos bajistas sobre la economía mundial, pero que la política monetaria debe seguir centrándose en la estabilidad de los precios y el atento seguimiento de la inflación.

"Las recientes turbulencias en los mercados financieros en economías avanzadas tendrían un efecto de moderación sobre el crecimiento en el corto plazo y los riesgos bajistas sobre el panorama se han elevado", dijo el IMFC (por sus siglas en inglés) tras su reunión otoñal.

El Comité agregó que los bancos centrales han jugado un rol crítico al asegurar el buen funcionamiento de los mercados monetarios ofreciendo la liquidez necesaria.

"Al mismo tiempo, la política monetaria debe centrarse en lograr la estabilidad de los precios mientras se continúa evaluando cuidadosamente la inflación, teniendo en cuenta tanto las presiones inflacionarias que provienen de los ajustados mercados de las materias primas, los altos precios del petróleo y los alimentos y los riesgos bajistas sobre el crecimiento", dijo en su comunicado.

Respecto a las reformas para dar a las economías de los mercados emergentes una mayor voz, el FMI dijo que apoyaba la inclusión del Producto Interior Bruto (PIB) y las medidas del poder adquisitivo a la hora de determinar las asignaciones para la toma de decisiones dentro del organismo.

El FMI precisó que el aumento total de la cuota "debe estar en el orden del 10 por ciento, con al menos la duplicación de los votos básicos". Esto reforzará la representación de las "economías dinámicas", muchas de ellas mercados emergentes cuyo peso y rol en la economía global han aumentado.

El IMFC reiteró que "un relajamiento ordenado de los desequilibrios globales, mientras se sostiene el crecimiento mundial, es una responsabilidad compartida" y pidió a Estados Unidos que aumente los ahorros en los países asiáticos emergentes para fortalecer la demanda doméstica.- (AFP/Reuters)

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