martes, 9 de octubre de 2007

El mundo recuerda al Che Guevara, 40 años después de su muerte

MADRID.- Hoy se cumplen 40 años de la muerte del argentino Ernesto Che Guevara de la Serna, más conocido como el Che Guevara a manos de la CIA. Allí donde murió, en Vallegrande, al sureste de Bolivia, hay varios homenajes previstos. Pero no son los únicos lugares del mundo en el que estará presente, ya que lo recordarán también en Cuba, cómo no, y en otros países como Guatemala o Turquía.

Cuba y Bolivia han encabezado los homenajes latinoamericanos a la memoria del guerrillero a quien el convaleciente líder cubano, Fidel Castro, calificó de "predestinado" y "sembrador de conciencias".

Castro fue el gran ausente en el homenaje celebrado en la ciudad cubana de Santa Clara, mientras el presidente boliviano, Evo Morales, se declaró "guevarista" al recordar al mítico insurgente, nacido en 1928 en Rosario (Argentina).

"Hago un alto en el combate diario para inclinar mi frente, con respeto y gratitud, ante el combatiente excepcional que cayó un 8 de octubre hace 40 años", escribió Castro en un artículo publicado en primera página del diario oficial Granma.

Unas 10.000 personas asistieron al acto de Santa Clara, según medios oficiales, donde, el comandante Ramiro Valdés pidió a los cubanos secundar el debate abierto por el presidente interino Raúl Castro, que encabezó el acto, para enriquecer el socialismo y mantener a raya al imperialismo.

La hija del Che, Aleida Guevara March, dijo allí que América Latina empezaba a despertar y se cumplían los sueños de su padre.

Por su parte, el presidente boliviano, Evo Morales, también ha homenajeado al mítico guerrillero y ha instado a seguir su lucha ante centenares de personas, en medio de numerosas críticas porque no ha rendido tributo a los soldados bolivianos caídos en la guerrilla del revolucionario, ejecutado el 9 de octubre de 1967.

La figura del Che despierta grandes pasiones, a favor y en contra, en todo el mundo. Ernesto Guevara, médico, político y guerrillero argentino-cubano, fue uno de los líderes de la Revolución Cubana.

Fue descendiente de uno de los últimos virreyes españoles en América. Conoció a Fidel y Raúl Castro en México en 1955, y se sumó a la expedición armada que se alzó en las montañas de la Sierra Maestra para derrocar al dictador Fulgencio Batista.

Luego el sueño de Guevara de una revolución continental le llevó en 1966 a Bolivia, donde fue capturado y ejecutado al día siguiente en forma clandestina por el Ejército Boliviano con la colaboración de la CIA.

Sus restos fueron sepultados en secreto en el pueblo boliviano de Vallegrande, y rescatados en 1997 por expertos cubanos y argentinos que los devolvieron a Cuba, donde reposan en el Mausoleo de Santa Clara, meca del turismo revolucionario.

El contorno de su rostro, obtenido a partir de una foto de Alberto Korda, es una de las imágenes más reproducidas del mundo.

El Che antes del Che

El 8 de octubre de 1967 murió Ernesto Che Guevara y nació un mito. Su fusilamiento puso fin a la vida de un guerrillero y hombre de gobierno, pero también de un hijo, marido y padre, como ilustra una exposición de fotografías inaugurada hoy en el Círculo de Bellas Artes. La muestra Che Guevara. La vida en fotos, compuesta por 64 imágenes del libro Che Guevara. La vida en juego (Buenos Aires, Edhasa, 2006) de la periodista argentina Julia Constenla, pretende reflejar "el ser humano que hay detrás del mito", según ha explicado una de las comisarias de la exposición, Alicia Ovando. De las fotos, más de una decena son inéditas en España y cinco en el mundo.

Esta exposición pretende mostrar al Che como un niño que juega sobrellevando el asedio del asma, como un adolescente que recorre más de cuatro mil kilómetros en bicicleta para conocer su país, como un joven tratando de comprender un continente que siente su patria, como un combatiente que libró sus batallas, como una persona, en definitiva, que transcendió a su tiempo.

Entre las fotos pueden verse instantáneas familiares con sus padres y hermanos, con sus dos mujeres y sus cinco hijos, o con amigos como Alberto Granados -con quien en 1951 recorrió Suramérica en motocicleta-, o Antonio Ñico López, el cubano exiliado que le dio el sobrenombre del Che.

Pero también hay hueco para instantáneas que ilustran su faceta más política, como las de sus viajes de juventud a Perú, Colombia, Guatemala y México -donde conoció a jóvenes politizados-, las de la expedición y el desembarco en Cuba, sus fotografías con los hermanos Castro, y las del triunfo revolucionario y su vida como ministro en Cuba.

Esta última faceta queda bien documentada gracias a una decena de fotografías que muestran sus viajes internacionales para lograr apoyo político y económico para la revolución. En ellos pudo conocer a políticos como el presidente chileno Salvador Allende, el líder soviético Nikita Krushov, o el fundador de la China Popular, Mao Tsé Tung, además de a intelectuales como la pareja formada por los filósofos franceses Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir, o el cosmonauta ruso Yuri Gagarin.

La muestra se completa con las últimas fotografías del Che en sus viajes al Congo y a Praga, además de su última expedición a Bolivia, donde fue asesinado a manos del Ejército hace ya 40 años. "Las imágenes no intentan celebrar las hazañas de un icono del siglo pasado, sino que tratan de mostrar la historia de una persona que estudia, trabaja, ama, es amado, construye amistades, lucha y anhela que el hombre viva en un mundo mejor", explica en su libro Julia Constenla.

La periodista pudo conseguir el material, compuesto por fotografías sacadas del archivo histórico de Cuba y de numerosos álbumes familiares, gracias a su amistad primero con la madre del Che, Celia de la Serna, y más tarde con el propio Che. La exposición, en la que colaboran la Embajada de Argentina y la Casa América, se acompaña de un ciclo de cine, Che Guevara. 40 años no es nada, en el que se proyectarán desde hoy y hasta el domingo cuatro películas sobre la vida del revolucionario.

De Rosario a Bolivia

Nacido en Rosario, Ernesto pasa sus primeros años en un yerbatal misionero, su infancia en las sierras de Córdoba y la adolescencia y parte de su juventud ente Córdoba y Buenos Aires. Desde muy joven busca en los diferentes caminos respuestas a las preguntas que lo acucian.

En México conoce a los hermanos Castro y se incorpora al grupo liderado por Fidel, primero como médico, luego como combatiente a tiempo completo y finalmente como comandante, conduciendo a sus hombres a la entrada triunfal en La Habana que marca el triunfo de los revolucionarios en las cinco gloriosas jornadas de Santa Clara.

En 1965 parte de Cuba para seguir la lucha en otros lugares y marcha al Congo para asesorar a un movimiento de liberación. El 8 de octubre de 1967 es capturado y asesinado en Bolivia.

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