martes, 16 de octubre de 2007

El PGOU de Marbella recibe 6.000 alegaciones

MÁLAGA.- «6.000 más o menos». Con esa cifra rotuló la alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz, el balance final del periodo de alegaciones al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que expiró ayer con una avalancha a las puertas del Ayuntamiento, informa "Sur".

Y es que a cinco días vista del cierre de esa etapa de reparos al proyecto redactado bajo las directrices de la Junta de Andalucía, que le retiró en su tiempo las competencias urbanísticas al municipio, sólo se habían recibido 209 alegaciones, estimó la alcaldesa. La cascada de los últimos días proviene de colectivos y de particulares propietarios de alguna de las 18.000 viviendas ilegales.

El nuevo plan general propone la normalización de estos inmuebles, que se encuentran fuera de la ley, mediante un sistema de compensaciones por parte de las empresas promotoras que permitirá recuperar 1,8 millones de metros cuadrados de suelo para equipamientos y zonas verdes. En caso de que dichas empresas no asuman las cargas urbanísticas negociadas con el equipo redactor del PGOU, serían los propietarios de los inmuebles quienes deberían hacer frente a los gastos del proceso de compensación.

«No podemos obviar que son 18.000 las casas que están fuera de ordenación y que, como no podía ser de otra manera, los vecinos han presentado sus alegaciones» al planteamiento expuesto por el equipo redactor del PGOU y la Junta de Andalucía, que «propusieron que una parte de esas cargas -en alusión al proceso de normalización- recayeran sobre esas viviendas», explicó Muñoz, quien avanzó el siguiente periodo que sigue al de las alegaciones.

Muñoz valoró la participación registrada e invitó a los vecinos a concienciarse de la necesidad de que Marbella se abrigue con un PGOU que aporte «seguridad jurídica y urbanística» y proporcione amparo a todas esas viviendas y comercios que pululan por Marbella al margen de la legalidad. Reiteró en cualquier caso que el Ayuntamiento «entiende sus intereses».

El objetivo final, según Muñoz, no es otro que mejorar el PGOU, «acercarlo al vecino, más consciente de la realidad y menos teórico». En ese balance final la alcaldesa de Marbella celebró que este periodo de alegaciones haya transcurrido «con total normalidad» gracias en parte a un refuerzo del personal destinado a tal fin.

La Asociación Cilniana también ha alegado al texto. Desde este colectivo en defensa del patrimonio histórico local, plantean la inclusión en el catálogo de elementos protegidos de una treintena de edificios singulares como el molino de Puerto Rico Bajo o los de Río Real, los jardines del Cortijo de Miraflores, el palmeral de San Pedro o el parque de la Represa.

Además, abogan por incluir y delimitar los conjuntos urbanos de interés histórico de San Pedro, El Ingenio y Marbella y por aumentar la protección de edificios de interés etnológico como los almacenes del edificio de La Azucarera, Destilería y Bodegas de El Ingenio, que ocupa en parte el restaurante El Relicario. Además, Cilniana apuesta por rehabilitar y gestionar el patrimonio histórico incluido en el catálogo del PGOU y por elaborar una carta arqueológica municipal.

La Asociación del Pequeño y Mediano Comercio (Apymem), por su parte, presentó una alegación al PGOU acerca del sector terciario. Según estos asociados, este nuevo plan contempla como pequeño comercio aquellos locales cuya superficie sea inferior a los 500 metros cuadrados, y mediano comercio aquellos locales de entre 500 y 1.800 metros cuadrados, lo que para esta asociación supone el «total desconocimiento del tejido industrial» de menores dimensiones y da lugar a la creación de grandes superficies: «La práctica totalidad del pequeño y mediano comerciante en Marbella desarrolla su actividad en establecimientos que oscilan entre los 50 y los 250 metros cuadrados».- (Vocento)

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