lunes, 1 de octubre de 2007

El precio de la tierra agrícola crece casi a igual ritmo que el de la vivienda

MADRID.- El precio de la tierra agrícola crece ya casi al mismo ritmo que el coste de la vivienda, al hacerlo un 7,1% durante 2006 frente al 9,1% en que se encarecieron las casas durante ese período.

No obstante, en lo que va de año dicha subida ha sido mayor en el campo que en los pisos, con una diferencia de al menos un punto según datos provisionales. Los que sí son definitivos son los resultados del pasado ejercicio, que revelan un valor medio de 10.402 euros por hectárea, el doble que hace diez años.

Dicho incremento está contabilizado a precios corrientes (es decir, incluye el efecto de la subida general de la inflación), pues en términos constantes, que reflejan sólo la evolución concreta del valor de la tierra sin otros condicionantes externos, el crecimiento fue del 3%.

En ambos casos se trata de aumentos similares a los registrados en 2005 (7,6% y 3,2%, respectivamente), por lo que se puede hablar de una clara tendencia alcista que, unida a la baja rentabilidad que los agricultores han logrado en los últimos años por sus producciones, hace que «a muchos les resulte más rentable vender sus terrenos que continuar con la actividad», advierten las organizaciones profesionales.

Este «abandono» de las tierras para obtener una mayor rentabilidad puntual con su venta ha crecido más de un 10% en los últimos cuatro años, después de que en 2003 el precio por hectárea superará los 8.500 euros de media, con una revalorización del 6,6%. No obstante, las subidas mayores se registraron entre 1997 y 1999 (del 14,2%, el 16,2% y el 11,4%, respectivamente), y casi duplicaron las de los últimos años. Por el contrario, para encontrar un descenso en esas tarifas hay que remontarse más de una década atrás, hasta 1993 (-0,3%) y, sobre todo, 1992 (-12,1%), ejercicio que culminó una racha negativa de tres años consecutivos de caídas cada vez más mayores.

Desde ese año olímpico e histórico, el coste de la tierra no ha dejado de crecer. De hecho, los 10.402 euros que, a 31 de diciembre de 2006, costaba de media cada hectárea, se superaron en once autonomías, es decir, dos tercios del total. En algunas, como Canarias, esa cifra se multiplicó por siete (73.902 euros), mientras que en la Comunidad Valenciana se triplicó (31.635 euros), y en Baleares (20.736 euros) y Andalucía (20.536 euros) se dobló. Por el contrario, en cuatro territorios el valor fue casi la mitad que la media nacional. Se trata de Castilla-La Mancha (5.965 millones), Castilla y León (4.554 millones), Extremadura (4.419 millones) y Aragón (3.786 millones).

Llama la atención el caso de Andalucía, que es la tercera comunidad con una extensión mayor de tierras agrarias y, sin embargo, fue la quinta entre los precios más altos. Es más, en 2006 registró el segundo incremento más fuerte (14,9%), sólo superada por Asturias (22,2%) y en cualquier caso dos veces por encima del alza nacional.

Cantabria (11,1%), Comunidad Valenciana (10,7%), La Rioja (7,8%) y Madrid (6,1%) también registraron crecimientos destacados el año pasado, mientras que en Murcia (1%) y Galicia (0,8%) apenas se elevó su valor, y en Castilla-La Mancha (-1,4%) y Aragón (-12,9%) incluso se redujo, según datos del MInisterio.- (Colpisa)

No hay comentarios:

Publicar un comentario