miércoles, 24 de octubre de 2007

La economía de EEUU paga un duro tributo a la crisis inmobiliaria

WASHINGTON.- El sector inmobiliario continúa hundiéndose en la crisis en Estados Unidos, donde las turbulencias financieras del verano y una nueva caída de las ventas de viviendas en septiembre reavivan los temores de depresión económica.

Las ventas de inmuebles cayeron un 8% en septiembre con relación a agosto, a 5,04 millones de unidades a ritmo anual, anunció este miércoles la Asociación Nacional de Corredores de Inmuebles (NAR).

La noticia constituye una gran decepción para los analistas, que preveían 5,25 millones de inmuebles vendidos. Se trata también el ritmo más bajo registrado desde 1999, cuando la NAR empezó a compilar sus cifras en la forma actual.

En un año, las ventas de inmuebles usados cayó un 19,1%, lo que refuerza la idea de que el mercado inmobiliario está todavía lejos de haber tocado fondo", estimó Peter Cardillo, analista de Avalon Partners.

La noticia cayó muy mal también en la Bolsa de Nueva York, donde el índice Dow Jones caía un 1,19% a 13.513,08 puntos a las 15H30 GMT.

Ya se esperaba un informe desfavorable, habida cuenta del anuncio de la semana pasada de una caída del 10% del inicio de obras de construcción, pero la amplitud de la baja da una idea más acabada de la permanencia de la crisis del sector, que parecía seguir en alza en el segundo trimestre, pero acabó derrumbándose ante la crisis financiera que comenzó en agosto.

"La crisis del crédito ha tenido un fuerte impacto, que artificialmente redujo las ventas de septiembre", estimó Lawrence Yun, economista jefe de la NAR.

Debido al endurecimiento de las condiciones de otorgamiento de préstamos, numerosos compradores potenciales ya no pueden aspirar a convertirse en propietarios y muchos deben renunciar al inmueble por el cual habían firmado una promesa de compra.

Y los interesados que presentan un buen perfil de crédito "tienen todas las razones para esperar, con la expectativa de que la oferta aumente y de que los precios bajen", observó Stephen Gallagher de la Societe Generale.

La reducción de la demanda ya está pesando sobre los precios: el precio medio de una vivienda cayó un 4,2% en septiembre con relación a septiembre de 2006, para establecerse en 211.700 dólares.

En cuanto a las existencias de inmuebles a la venta, habría que esperar 10,5 meses para vender las viviendas disponibles actualmente, al ritmo de venta de septiembre.

Esta oferta excesiva permite pensar que "el ajuste de las ventas no ha terminado y que los precios van a seguir bajando", estimó Marie-Pierre Ripert de Natixis.

"El sector inmobiliario va a seguir pesando sobre el crecimiento", afirmó, tras corregir a sólo un 1,7% su previsión de crecimiento para 2008, contra un 2,1% antes.

El peligro reside en que la crisis del sector inmobiliario, al reducir la riqueza de las familias -y hasta privarlas de sus hogares- termine por afectar el consumo, principal motor del crecimiento de Estados Unidos.

El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Henry Paulson, convencido de las dimensiones del peligro, no vacila en decir ahora que el sector inmobiliario se ha convertido en el riesgo número uno para el crecimiento estadounidense.

Estas malas noticias deben ser seguidas muy atentamente por la Reserva Federal (Fed) que se reúne el 30 y 31 de octubre para reexaminar el nivel de su tasa rectora.

Para impedir que la crisis financiera contaminara al resto de la economía, la Fed ya había bajado su tasa rectora en medio punto en septiembre, al 4,75%, y cada vez son más numerosos los analistas que prevén una nueva flexibilización.

Tras las noticias de este miércoles, "la probabilidad de que la Fed proceda a una fuerte reducción la semana próxima ha aumentado bastante", estimó Sal Guatieri, de BMO Capital Markets.- (AFP)

No hay comentarios:

Publicar un comentario