sábado, 6 de octubre de 2007

Los agricultores almerienses ven una competencia estratégica en las explotaciones mediterráneas turcas

ALMERÍA.- La realidad del sector agrícola turco ha sorprendido a las empresas almerienses que han participado en una misión comercial a Antalya en el Mediterráneo oriental. Porque dispone de tierra en unas condiciones inmejorables, instalaciones de muy alta calidad, un nivel de adaptación a las necesidades autóctonas bien dimensionado, acceso a los 'inputs' necesarios para la producción a precio razonable, mano de obra cualificada y aportes de capital con respaldo bancario.

La misión también ha podido comprobar que en el ámbito de la diferenciación, las empresas productoras turcas más punteras están haciendo pequeñas incursiones en cuarta gama. Así, disponen de las certificaciones de calidad que requiere el mercado mundial actual y comienzan a tener en cuenta para un futuro próximo la lucha integrada y el cultivo ecológico.

Entre las fortalezas turcas respecto de Almería, cabe señalar que desde la incorporación de los países del Este, Turquía se ha convertido en el centro de Europa, desde dónde es más fácil abordar logísticamente todo el continente y mercados asiáticos cercanos, contándose entre los primeros Alemania y Holanda.

Pero entre sus debilidades respecto a Almería, ocupa un lugar destacado la escasa organización logística para la venta, ya que no existe un modelo definido de comercialización, aunque ya se han comenzado a unir más de una de decena de grandes productores, para intentar solventar este problema.

La definición de las amenazas que el mercado turco supone para Almería hay que abordarlas de forma global, porque como han puesto de manifiesto los participantes en la misión comercial existe otra 'Almería' en Antalya con un potencial si no igual al nuestro, mayor, sólo que en este momento se encuentra relentizado por su no pertenencia a la UE y por la incipiente organización comercial actual, que ya están comenzando a solucionar.

Respecto a las oportunidades, la misión comercial almeriense ha comprobado que la colaboración con Turquía no es una opción sino una necesidad de supervivencia para nuestro sector agrícola.- (Vocento)

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