lunes, 8 de octubre de 2007

Los sindicatos temen llegar a los 100.000 parados en la provincia de Málaga

MÁLAGA.- El paro en Málaga durante el mes de septiembre se situó en 85.297 personas, 7.100 más que en el mismo mes del año anterior. Este dato es valorado negativamente por los sindicatos que creen, en contra de las positivas perspectivas de creación de empleo en el país, que en la provincia se podría llegar en septiembre a la barrera psicológica de los 100.000 parados.

A pesar de estas perspectivas agoreras, muchos analistas recuerdan que Málaga es una provincia que basa su economía casi exclusivamente en el sector servicios y en la construcción, por lo que la subida de septiembre, un poco superior a ejercicios anteriores, puede entrar dentro de la lógica del mercado de trabajo.

En Málaga, el paro descendió durante septiembre en la construcción (-290 personas), mientras que aumentó en el resto de sectores productivos, especialmente en servicios (884), la industria (52) y la agricultura (49).

Por otra parte, casi 37.000 malagueños tardan más de un año en hallar empleo. Siete de cada diez parados de este tipo son mujeres, aunque las contratos que se realizan a las féminas doblan a los que se hacen a los varones. La Junta de Andalucía asegura que la Ley de Dependencia ofrecerá una buena oportunidad para la reinserción de este colectivo.

Es el caso de 36.964 malagueños, demandantes de empleo de larga duración; es decir, desempleados que están inscritos en las oficinas del Servicio Andaluz de Empleo (SAE) durante la friolera de más de un año.

A pesar de estos datos, recogidos en el `Informe del mercado de trabajo de los demandantes de larga duración´, realizado por el Instituto Nacional de Empleo (INEM), Málaga está un punto por debajo de la media nacional en relación a este tipo de parados (28,56%).

En relación al total andaluz, Málaga es la tercera provincia de la región con más desempleados de larga duración, una situación que presenta sus tasas más altas en la capital, en el área metropolitana de la misma y, de forma especialmente destacada en los municipios del interior.
Además, el 67% de este colectivo es mujer, mientras que sólo el 33% , varón. Aun así, no son del todo negativos los datos para el género femenino, ya que los contratos realizados a mujeres (62%) casi doblan a los realizados a los hombres en esta situación (38%).

Entre estos parados, predominan aquellos que no terminaron la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) y los que no tienen estudios (entre los que se encuentran mayores de 44 años), mientras que los que tienen entre 30 y 39 cuentan con una experiencia laboral previa. Además, demandan trabajos en empresas de limpieza, comercios, la propia administración pública, la agricultura o en industrias no manufactureras.

Entre este colectivo hay un segmento de población que sufre una doble discriminación: los inmigrantes (2,63% del total de demandantes de empleo de larga duración). La mayoría procede de Marruecos, aunque también hay ingleses, italianos, alemanes, franceses y argentinos. Asimismo, el número de contratos efectuados a los demandantes de larga duración ha caído en un 55,85% en 2006 y sólo se ha elaborado uno por persona. - (EPI)

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