viernes, 19 de octubre de 2007

Nuevo récord del euro frente al dólar antes de la reunión del G7

NUEVA YORK.- El euro mejoró este viernes su récord y se situó por encima de la barrera de los 1,43 dólares, cuando comenzaba una reunión en Washington de los ministros de Finanzas del G7, que según los cambistas no iba a frenar la baja del billete verde.

La moneda europea alcanzó niveles nunca vistos a 1,4319 dólares hacia las 07H50. En un año, el euro ganó un 14% en relación al dólar. En comparación con su paridad inicial, fijada el 31 de diciembre de 1998 a 1,1665 dólares, el alza es del 22%. Hacia las 20H00, con un euro se podían comprar 1,4272 dólares.

El dólar cae por la desaceleración de la economía estadounidense, y por las especulaciones sobre la posibilidad de que la Reserva Federal estadounidense (FED), que ya bajó su tasa directora del 5,25 al 4,75% en septiembre para socorrer a la economía, vuelva a intervenirl tal vez tras su próxima reunión del 31 de octubre.

Este nuevo récord se produce mientras comienzan en Washington las reuniones entre los ministros de Finanzas de Estados Unidos, Canadá, Japón, Alemania, Francia, Italia y el Reino Unido. Las tasas de cambios figuran en el menú de las conversaciones, pero parece extremadamente poco probable que el comunicado final evoque la debilidad del dólar de una manera que indique a los operadores que el G7 está descontento.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, reconoció este viernes que los propios países europeos no se ponen de acuerdo sobre la cuestión de un euro fuerte. De hecho, Alemania ha relativizado el impacto, mientras que Francia e Italia han deplorado los efectos en sus exportaciones.

Estados Unidos no parece estar inquiero por la caída de su moneda. El Tesoro estadounidense se opone por principio al intervencionismo en el mercado de divisas. Una intervención para apoyar al dólar significaría de hecho hacer lo contrario que preconiza el G7 respecto a China, invitada regularmente a soltar al yuan en el mercado para que se vaya apreciando progresivamente.

"¿Cómo podría Estados Unidos preocuparse a la vez explícitamente de la debilidad del dólar y reclamar a China una mayor flexibilidad del yuan?", explicó Derek Halpenny, economista del Bank of Tokyo-MUFJ.

Finalmente, Estados Unidos no ve con malos ojos la caída del dólar por el momento, ya que le sirve para reequilibrar progresivamente sus déficits, en particular su balanza comercial. Un dólar débil limita el poder de compra del consumidor estadounidense para las importaciones.

Los cambistas apuestan en su gran mayoría por un dólar a la baja en estos momentos. "Pensamos que el G7 no modificará sustancialmente el tenor de su comunicado sobre la paridad, y que la Fed bajará sus tasas el 31 de octubre. El declive del dólar continuará", concluyeron los analistas de Barclays Capital.- (AFP)

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