martes, 6 de noviembre de 2007

Citigroup reconoce unas pérdidas de 4.800 millones por la crisis crediticia

NUEVA YORK.- Las hipotecas basura han abierto un boquete de considerables dimensiones en Citigroup. Empezando por la cúpula: el presidente del mayor banco de EE UU, Charles Prince, se vio obligado a dimitir el domingo por las consecuencias de las subprime, las hipotecas que se conceden a personas con un mal historial crediticio y que desataron una tormenta financiera en agosto.

El nuevo presidente, Robert Rubin -secretario del Tesoro con Clinton-, tiene ante sí una tarea ciclópea. Citigroup anunció que tiene cerca de 40.000 millones de euros en activos vinculados a subprime, y reconoció que las pérdidas netas en su cuenta de resultados irán de 5.000 a 7.000 millones de dólares (de 3.500 a 4.800 millones de euros). El triple de lo que admitía hasta ahora.

A esa cifra hay que sumar los números rojos de 1.546 millones reconocidos la semana pasada, en la presentación de resultados hasta septiembre. El agujero es mucho mayor, y aún podría aumentar hasta finales de 2007.

Pese a que Rubin ha intentado tranquilizar a los inversores -"no hay planes de recortar el dividendo", aseguró en sus primeras declaraciones-, Wall Street fue ayer inmisericorde con el banco, con un recorte del 4,85% al cierre de la sesión. La cotización sigue en caída libre: el castigo supera el 35% en 2007.

Los problemas de Citigroup no se limitan a las pérdidas o la Bolsa. La comisión de valores estadounidense (la SEC) mantiene abierta una investigación sobre el tratamiento contable que el grupo ha dado a las hipotecas de alto riesgo. A pesar de reconocer más pérdidas, subsisten graves dudas sobre la credibilidad de las finanzas del banco: "Es muy difícil ahora mismo conocer exactamente [el impacto de las subprime] y qué puede suceder hasta el final del último trimestre", reconoció el director financiero Gary Crittenden, según el diario The Wall Street Journal. Tanto Deutsche Bank como Goldman Sachs consideran que el importe de las nuevas pérdidas reconocidas por Citigroup podría no ser suficiente.

Los analistas añaden una reflexión adicional: la renuncia de Prince -la segunda víctima de las subprime en Wall Street tras Stan O'Neal, de Merrill Lynch- pone de relieve la debilidad estructural del grupo. Los expertos aseguran que el fracaso de Prince es también el reconocimiento de las dificultades del modelo de banco universal -con 300.000 empleados- creado hace 10 años.

Prince reconoció que la renuncia era ya la única salida. "Dado el tamaño de las recientes pérdidas en nuestro negocio de activos respaldados por hipotecas, la única decisión honrosa como presidente es dimitir", dijo en un comunicado.- (Agencias)

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