jueves, 1 de noviembre de 2007

El 40% de la costa mediterránea está ya urbanizada

MADRID.- La presión urbanística que afecta a la costa mediterránea durante las últimas décadas ha propiciado que el 40% de la franja costera esté ya urbanizada, y que el 16%, unos 600 kilómetros, sea costa artificial.

Así lo refleja la Estrategia para la Sostenibilidad de la Costa, que la ministra de Medio Ambiente presentado al Consejo Asesor de Medio Ambiente (CAMA), un órgano consultivo en el que están representadas las organizaciones ecologistas, los sindicatos, organizaciones patronales y consumidores.

El documento elaborado por el Ministerio de Medio Ambiente mantiene que la costa se urbaniza siguiendo el ritmo de los constructores, y no la demanda turística real.

La Estrategia hace un diagnóstico de la situación actual de la costa, y concluye que el 32% del litoral mediterráneo necesita actuaciones de restauración o de mejora ambiental, y que el 51% de las playas (más de 500 kilómetros) requieren una intervención.

En algunas comunidades del arco mediterráneo, más del 75% de los terrenos colindantes con el mar son urbanos o urbanizables, apunta el documento elaborado por el Gobierno, que subraya también que el 57% de las playas se encuentran ya en entornos urbanizables.

Los retos que se ha fijado el Ministerio de Medio Ambiente en la Estrategia son frenar la ocupación masiva de la franja costera, recuperar la funcionalidad física y natural del litoral, adaptarse al cambio climático y finalmente cambiar el modelo de gestión de la costa.

El documento radiografía los casi 8.000 kilómetros de litoral: 4.000 son acantilados, 2.000 playas, 1.000 costa baja, y unos 600 km se han transformado con obras artificiales.

La Estrategia advierte de que la reciente ocupación del territorio por los usos urbanos es uno de los elementos clave de la dinámica espacial de muchos territorios, lo que repercute en el aumento del consumo de recursos ambientales como el suelo o el agua.

Advierte además la Estrategia que la proliferación de puertos, diques, espigones o muros de contención provoca la interrupción de la dinámica propia del litoral, con acumulaciones excesivas en determinados lugares y fuertes erosiones en otros.

Se ha detectado también un déficit de aporte sedimentario a las costas debido a las actuaciones realizadas en las cuencas fluviales (encauzamientos o embalses), añade el documento.

Respecto al reto de adaptarse al cambio climático, el documento recuerda que "en pocas décadas" se reducirá la anchura de las playas debido al aumento del nivel del mar, y que los casi 900 kilómetros de fachadas marítimas urbanas situadas en el arco mediterráneo, Andalucía occidental y en los archipiélagos, están expuestos a sufrir daños significativos y crecientes por la acción del mar.- (EFE)
(Benidorm desde el mar)

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