jueves, 29 de noviembre de 2007

El Banco de España avisa a la banca del riesgo de financiar ciertas operaciones de capital riesgo

MADRID.- El Banco de España alertó al sector bancario de los riesgos derivados de financiar operaciones de alto grado de apalancamiento propiciadas por el capital riesgo, por su amplia capacidad para dispersar el riesgo, lo que "aumenta la sensibilidad" del sistema a cambios en el grado en la confianza de los mercados, "como la crisis de los préstamos subprime en Estados Unidos ha mostrado".

Según un artículo de María-Cruz Manzano, perteneciente a la Dirección General Adjunta de Supervisión del Banco de España, los potenciales efectos de la financiación de este tipo de operaciones con alto grado de apalancamiento --los denominados Leverage Buy-Outs (LBO), por sus siglas en inglés-- pueden producirse a través de los mismos intermediarios y mercados que han contribuido en los últimos años a la distribución de riesgo en los sistemas financieros, según explica un artículo publicado en la revista Estabilidad Financiera del Banco de España.

"Como ha puesto de manifiesto la crisis de los préstamos 'subprime', los problemas en un determinado tipo de activos estructurados pueden originar un efecto contario a otros productos de una calidad crediticia mayor. Dada la complejidad de las valoraciones, un aumento de la incertidumbre puede originar más problemas que en otros mercados para encontrar contraparte", explica el artículo.

Así, aunque enfatiza que los riesgos directos derivados de las operaciones de LBO en poder de las entidades bancarias "son reducidos", advierte que "pueden surgir otros riesgos indirectos" como los relacionados con la creación de productos derivados, propiciados por el auge de este tipo de operaciones de gran apalancamiento, y la financiación a participantes en este tipo de operaciones.

El riesgo para el sector bancario como financiador directo de estas operaciones ha tendido a disminuir, explica el artículo, aunque eso "no quiere decir necesariamente que hayan mermado ni su vulnerabilidad ni los riesgos generales para la estabilidad del sistema".

"En este sentido, las relaciones del sistema bancario con el resto de intermediarios financieros, en su función de prime broker o como proveedor de líneas de crédito a los mismos, son un factor que se ha de tener muy en cuenta en la evolución de los riesgos asumidos por este", explica el estudio.

En este sentido, destaca el papel de las agencias de calificación en estos mercados, donde se han convertido en "un indicador más relevante" que en el caso de productos más simples, como las emisiones directas de deuda corporativa o deuda soberana.

Cruz Manzano puntualiza que la redistribución del riesgo no es negativa, "pues contribuye a una mayor accesibilidad de la financiación", pero recalca que "estas mejoras aumentan las relaciones entre mercados y la sensibilidad a cualquier 'shock' que tengan lugar en uno de ellos".

En todo caso y en lo que a las entidades españolas se refiere, el riesgo no es significativo, pues las operaciones LBO suponían a junio de 2006 menos del 10% del capital tier 1 y menos del 0,5% del total de activos, en niveles similares a los europeos, con un 25% sobre capital tier 1 y un 1% sobre el total de activos.- (Agencias)

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