jueves, 8 de noviembre de 2007

El BCE, alarmista por la inflación e inquieto por el euro

FRANCFORT.- El Banco Central Europeo (BCE) expresó alarma por los riesgos de sobrecalentamiento inflacionista en la Eurozona, una manera indirecta de esgrimir la amenaza de una próxima alza de las tasas de interés, así como por la disparada del euro frente al dólar.

"El fuerte aumento de la inflación es un motivo de preocupación particular", subrayó el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, en una conferencia de prensa en Francfort, tras el anuncio de que la tasa de interés directriz de la Eurozona se mantiene en 4%, tal como era esperado.

"Nos reservamos el derecho de actuar cuando lo consideremos necesario", sostuvo en referencia a un nuevo ajuste monetario para contrarrestar la amenaza de un alza descontrolada de la inflación. "Estamos constantemente en alerta", aseguró.

La inflación en la Eurozona (13 países, 15 a partir del 1 de enero con la entrada de Malta y Chipre) subió un 2,6% interanual en octubre, una mala sorpresa ligada a los efectos del petróleo caro y al aumento de los productos alimenticios básicos, como la pasta, el pan o la manteca.

La meta del BCE es que el alza de los precios al consumo permanezca levemente por debajo del 2% a medio plazo.

En septiembre, el BCE aplazó su plan de aumentar su tasa directriz por novena vez consecutiva, a raíz de la tormenta que sacudió a los mercados financieros tras la crisis de los créditos hipotecarios de riesgo en Estados Unidos ('subprime').

Desde diciembre de 2005, la tasa directriz del BCE subió del 2% al 4%.

Trichet expresó asimismo por primera vez su inquietud frente a la disparada del euro en relación al dólar.

Los recientes movimientos en el mercado de cambios son "sin ninguna duda fuertes y abruptos", y eso es siempre "malvenido", declaró, aunque se negó a decir si el BCE estudia una intervención directa en el mercado de cambio.

El euro fuerte perjudica a los exportadores europeos, pero también tiene la ventaja de reducir la factura petrolera y de las materias primas cotizadas en el billete verde, no poca cosa en momentos en que el barril a 100 dólares está a la vuelta de la esquina.

En 2004, Trichet ya había calificado de "brutal" varias veces el alza del euro frente al dólar, sin frenar verdaderamente su ascenso.

En Londres, los cambistas prácticamente ignoraron sus declaraciones y la divisa europea se ubicaba por encima del umbral de los 1,47 dólares.

Pero en Estados Unidos el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, trazó un panorama sombrío de la economía estadounidense, dejando entrever un nuevo recorte de las tasas de interés, lo cual explica la debilidad del billete verde en el mercado cambiario.

Del lado de la coyuntura, los "fundamentos de la economía permanecen sanos" en la Eurozona, estimó Trichet. El BCE sigue apostando por un crecimiento cercano al potencial en 2008, o sea en torno al 2,25%.

Pero el horizonte se ha oscurecido a raíz de los precios del petróleo y el impacto de la crisis 'subprime' sigue siendo incierto.

Los economistas creen que las declaraciones de Trichet señalan que por ahora las tasas no cambiarán.

"El BCE no tiene otra ocpión que mostrarse inquieto" por el alza de la inflación en octubre, dijo el analista Joerg Kramer, de Commerzbank. Pero las amenazas de un alza de las tasas seguirán "sobre la mesa", añadió. Con la desaceleración del crecimiento a la vista, el BCE no podrá aumentar sus tasas e incluso deberá bajarlas a fines de 2008, según este analista.

"Las tensiones persistentes sobre los mercados financieros y la apreciación del euro impedirán al BCE subir sus tasas", coincidió Sylvain Broyer, de Ixis-Cib.- (AFP)

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