miércoles, 28 de noviembre de 2007

El cambio climático altera la migración de las aves en el Norte de África

MELILLA.- Los flujos migratorios de las aves en la región de Melilla y el Norte de Marruecos están registrando importantes variaciones, como consecuencia de los efectos provocados por el cambio climático.

Así lo ha asegurado el ornitólogo Diego Jerez, colaborador de la Red de Observación de Aves y Mamíferos Marinos (RAM) y la Asociación Marroquí de Ornitología, quien ha comentado que en la zona próxima a Melilla se ha ido observando en los últimos años un anticipo en los pasos de aves e incluso una modificación en las especies que transitan.

Según Jerez, Melilla registra un importante paso migratorio Sur-Norte, ya que el Cabo Tres Forcas (en la imagen), al ser la porción de tierra más sobresaliente de esta zona de la costa, se convierte en un lugar de paso de los animales que van al estrecho de Gibraltar o que salen al Atlántico.

Desde febrero hasta finales de junio se da el primer paso de Sur a Norte, llamado prenupcial, y desde finales de agosto hasta noviembre se da el paso contrario o posnupcial.

"Hemos ido notando una serie de cambios considerables en este flujo desde hace unos años, pues se observa cómo el primer tránsito, el de primavera, se ha ido adelantando unos quince días", ha apuntado.

Para el experto, la causa es el cambio climático, que anticipa la floración de las plantas y en consecuencia provoca que estos animales suban de latitud antes, ya que la dieta de la mayoría de las aves en época de apareamiento se centra en comer los insectos que atraen las flores.

Asimismo, Diego Jerez ha afirmado que "cada vez más" se ven en la región aves que hace veinte años solían quedarse unos 100 ó 200 kilómetros más al sur, en lugares de clima más seco.

Esto pasa con el camachuelo trompetero y con el corredor del desierto, que son aves típicas de zonas desérticas y que, en el caso del primero, ya se han llegado a encontrar ejemplares en Almería y en Murcia.

Con la tórtola senegalesa sucede algo parecido, pues se han contabilizado por los alrededores de Melilla cerca de treinta individuos que crían, cuando nunca se había encontrado esta subespecie en las proximidades de la costa mediterránea.

En contraposición, Jerez indica que aves de ambiente más húmedo apenas paran por el Norte de África, pues se desplazan hacia zonas más septentrionales que sean "afines a sus gustos".

"Estos casos no son avistamientos accidentales, es decir, son casos que se han convertido en habituales en esta región y que refleja que el cambio climático está alterando el mapa de las migraciones de aves", ha concluido el ornitólogo.- (EFE)

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