martes, 20 de noviembre de 2007

El fisco británico pierde datos de la mitad de los ciudadanos

LONDRES.- Los datos personales de la mitad de los británicos han sido extraviados por la autoridad fiscal británica, dijo el martes el ministro de Finanzas, Alistair Darling, en un nuevo revés para el Gobierno laborista, dañado por una reciente crisis bancaria.

La oposición conservadora acusó al Gobierno laborista del primer ministro Gordon Brown de abrir las puertas a que 25 millones de personas sufran robo de identidad y fraude bancario, ridiculizando su incompetencia.

El director de la agencia Revenue and Customs, Paul Gray, ya ha presentado la dimisión por lo que Darling calificó de "una grave infracción" de los procedimientos en este organismo fiscal, que ya se encontraba involucrado en dos violaciones de su sistema de seguridad.

Darling dijo al Parlamento que dos discos con información de 25 millones de personas de 7,5 millones de familias han desaparecido y que se ha puesto en marcha una investigación policial, aunque de momento no hay indicios de fraude.

"La información perdida contiene datos de todos los receptores de beneficios por hijos: historiales de 25 millones de personas y de 7,25 millones de familias", explicó el ministro.

"Estos historiales contienen el nombre de los receptores y de sus hijos, direcciones y fechas de nacimiento, e incluye el número de Beneficio Infantil, números de la Seguridad Social, y donde es relevante, datos de cuentas bancarias u otras entidades".

Darling, criticado por su gestión de la crisis de la entidad crediticia Northern Rock, que en septiembre sufrió la primera fuga de fondos en un banco británico en más de un siglo, señaló que los detalles no eran los suficientes como para que nadie pudiese acceder a una cuenta bancaria de forma fraudulenta.

Sin embargo, recomendó a la ciudadanía que controle sus cuentas y preste atención a cualquier detalle extraño.

Los analistas políticos sostuvieron que la revelación llega en un mal momento para la popularidad de Brown, que ya estaba tocada tras el escándalo de Northern Rock y con la ralentización de la economía prevista para el próximo año.

"Es una cosa más en un mal momento", dijo Nick Moon, director de investigaciones políticas en NOP, una organización de análisis de mercados. "Se suma a la percepción de que el Gobierno no sabe qué está pasando".

El júbilo cundió entre la oposición.

"Entiendan el problema y actúen con un nivel básico de competencia", gritó a Darling el portavoz conservador de Hacienda George Osborne en el Parlamento.

"La mitad del país estará muy ansiosa por la seguridad de su familia y la seguridad de sus cuentas, la otra mitad se estará preguntando cómo permitió el Gobienro que esto ocurriera".- (Reuters)

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