MÁLAGA.- La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, COAG Málaga celebró ayer una concentración en la capital con ganaderos de toda la provincia ante "la falta de iniciativa de la Administración para articular soluciones efectivas ante la grave situación en la que se encuentran las explotaciones ganaderas de la provincia", la cual calificaron como "la peor desde la entrada en vigor de la Política Agraria Común (PAC)".El acto de protesta tuvo lugar ante la Subdelegación del Gobierno en Málaga y reunió a cientos de cabreros y pastores procedente de distintas cabañas de toda la provincia.
Además, la organización recordó que los ganaderos reciben precios "miserables" por sus productos, mientras afrontan subidas de hasta un 40% en los piensos. En este sentido, aseguraron que esto ha provocado que alrededor de 2.000 pequeñas y medianas explotaciones de la provincia se encuentren "al borde del colapso económico".
Asimismo, la situación se ve agravada por la presión que sufre el sector por parte de la Administración para implantar el sistema de identificación electrónica mediante bolo, cuando en Europa 25 de los 27 países están pidiendo una moratoria de la legislación y ninguno ha implantado el bolo, exceptuando España y Grecia.
COAG Málaga exige a la Administración que tome medidas para resolver todas estas cuestiones que están perjudicando gravemente a los ganaderos de nuestra provincia, sumiéndolos en una incertidumbre constante y afrontando importantes pérdidas económicas que no van a poder superar todas las explotaciones.
En cuanto a las exigencias reivindicativas que hace la Coordinadora se encuentra la modificación del RD 947/2005 para que los ganaderos puedan identificar a las ovejas y cabras con un método electrónico alternativo al bolo ruminal.
Además, piden una ayuda de 6.000 euros por explotación --el máximo que permite la Unión Europea en tiempos de crisis--; la expedición de créditos blandos, la extensión de cuotas de la Seguridad Social durante el próximo año y reducciones fiscales.
Por otro lado, demandan un plan de restructuración del sector, que facilite el abandono en condiciones dignas a aquellos ganaderos de edad avanzada, así como campañas de promoción para reactivar el consumo y una diferenciación en el etiquetado entre el producto nacional y el importado de terceros países.
Por último, en cuanto a la afección de la enfermedad de la lengua azul en las cabañas de animales requieren la devolución de las primas pagadas por los ganaderos por la retirada de cadáveres de las explotaciones así como que se trasladen las ayudas al sector caprino, elevando la indemnización por cabra muerta de 92,04 euros a 150 euros.- (Agencias)
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