martes, 20 de noviembre de 2007

Juncker critica los "recientes movimientos bruscos" en los tipos de cambio y apela a mantener la vigilancia

BRUSELAS.- El primer ministro luxemburgués y presidente de turno del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, criticó hoy los "recientes movimientos bruscos" en los tipos de cambio y apeló a mantener la vigilancia para evitar que la fortaleza del euro acabe dañando a la economía de la UE.

Juncker expresó además su "inquietud" por los riesgos de inflación provocados por la subida del petróleo y de las materias primas, especialmente los alimentos.

"Deploramos los recientes movimientos bruscos en los tipos de cambio. Ello significa que continuaremos observando muy de cerca los mercados de tipos de cambio", dijo Juncker en una comparecencia ante la comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara.

Sus palabras coincidieron con un nuevo máximo histórico del euro frente al dólar en 1,4766 unidades a primera hora de la mañana del martes. El presidente del Eurogrupo repitió que "los tipos de cambio deben reflejar los fundamentos económicos" y que "la volatilidad excesiva y los movimientos desordenados en los tipos de cambio no son deseables para el crecimiento".

Juncker acogió con satisfacción las recientes declaraciones de las autoridades estadounidenses a favor de un "dólar fuerte" y destacó que en todo caso la fortaleza de la moneda única "no ha reducido la cuota de mercado de la eurozona" en el comercio internacional sino que las exportaciones a países terceros aumentaron entre 2001 y 2007.

El presidente del Eurogrupo se refirió también en su discurso ante los eurodiputados a la visita que realizará la semana que viene a Pekín junto con el comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, y el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet.

Juncker dijo que se trata de "establecer con China un diálogo macroeconómico estructurado" y explicar a las autoridades del país por qué la UE ve necesario que corrijan su política monetaria. El Eurogrupo ya ha lanzado varios llamamientos a Pekín para que permita que el yuan se aprecie.

El primer ministro luxemburgués destacó que las turbulencias financieras provocadas por la crisis hipotecaria estadounidense tendrán "un impacto muy débil, apenas visible" en el crecimiento de la eurozona este año pero admitió que en 2008 los efectos negativos "podrían ser más pronunciados", y se remitió a las previsiones económicas de la Comisión, que ha rebajado tres décimas su pronóstico de crecimiento para el año que viene, hasta el 2,2% del PIB.

Juncker enumeró otros "riesgos" a la baja para el crecimiento de la eurozona, como una mayor ralentización del crecimiento en EEUU, el endurecimiento de las condiciones de crédito o la continua volatilidad en los mercados financieros.

El presidente del Eurogrupo se confesó además "cada vez más inquieto" por los "riesgos de inflación". Destacó que "persisten numerosas presiones al alza por los precios de la energía y la subida de otras materias primas, sobre todo los alimentos", y señaló que la inflación del 2,6% registrada en octubre está muy lejos del objetivo del BCE del 2%.

"Hay que seguir vigilantes en lo que se refiere a la estabilidad de precios", dijo Juncker, que pidió a los Gobiernos moderación salarial para los funcionarios porque "marcan tendencia" para los sueldos del sector privado, y que no aumenten los impuestos, especialmente los indirectos, sino que recurran al recorte de gastos para proseguir por la senda de la consolidación fiscal. - (Agencias)

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