jueves, 1 de noviembre de 2007

La economía española creció un 3,7% en el tercer trimestre, según el Banco de España

MADRID.- La economía española siguió moderando su actividad en el tercer trimestre del año hasta presentar un crecimiento interanual del 3,7%, tasa tres décimas inferior a la registrada en el segundo trimestre (4%), según estimaciones del Banco de España, que cifra en el 0,6% el aumento intertrimestral del PIB, frente al 0,9% del segundo trimestre.

Estos cálculos coinciden con los avanzados por el vicepresidente económico, Pedro Solbes, que ayer mismo situó entre el 3,7% y el 3,8% el crecimiento anual del PIB español en el tercer trimestre. El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicará los datos de Contabilidad Nacional referidos a ese periodo el próximo 21 de noviembre.

Esta desaceleración del PIB, explica el Banco de España en su boletín económico de octubre, es resultado de la "menor pujanza" de la demanda nacional, cuya expansión (4,3% en tasa interanual) fue en el tercer trimestre tres décimas inferior debido a la moderación del consumo privado y de la inversión en equipo y construcción.

En cuanto al sector exterior, la institución gobernada por Miguel Ángel Fernández Ordóñez estima que mejoró "ligeramente" su contribución negativa, pasando a restar ocho décimas al crecimiento económico, como consecuencia de un comportamiento "relativamente más dinámico" de las exportaciones frente a las importaciones.

En concreto, señala que las exportaciones crecieron en el entorno del 6% interanual en el tercer trimestre, gracias a una mejora generalizada de sus componentes, en tanto que las importaciones se incrementaron ligeramente por encima del 7%, favorecidas por la apreciación del euro.

Respecto a la evolución de la inflación, el Banco de España reconoce que los datos del IPC armonizado publicados ayer muestran un "significativo deterioro" de la tasa interanual, que se situó en el 3,6%.

En este sentido, advierte de que las subidas del precio del petróleo en los meses de septiembre y octubre y el riesgo de nuevos aumentos en los precios de los alimentos pueden incrementar las presiones inflacionistas en lo que queda de año, "con el riesgo de que los mecanismos de indiciación vigentes faciliten la propagación de estas alzas de precios, de naturaleza transitoria, hacia el resto de la economía".

En su boletín, el Banco de España afirma que la "suave desaceleración" del crecimiento económico afectó a todas las ramas productivas en el tercer trimestre, aunque más a la construcción y a la energía. El empleo, por su parte, también refleja "cierta pérdida de dinamismo" en relación con la primera parte del año.

En este contexto, estima que la productividad aparente del del trabajo "se ralentizó levemente" entre julio y septiembre, lo que sumando a un "ligero repunte" de la remuneración por empleado, "habría supuesto un pequeño repunte de los costes laborales unitarios". No obstante, precisa que en lo que llevamos de año, los incrementos salariales y de los costes laborales están siendo inferiores a los de 2006.

Según el Banco de España, la información disponible apunta a que en el tercer trimestre se mantuvo la "suave pérdida de vigor" del consumo final de los hogares españoles, que en el segundo trimestre creció un 3,3% interanual. El avance que ha experimentado el consumo de las familias en lo transcurrido de año ha estado sostenido por la fortaleza de la creación de empleo y por la moderación de los precios.

Sin embargo, el menor impulso del gasto y el encarecimiento de la financiación ha reducido el ritmo de expansión de la deuda de las familias, de forma que el crecimiento interanual del crédito a los hogares se situó por debajo del 16% en agosto, tanto por la desaceleración de los préstamos para vivienda como de los destinados al consumo.

En este punto, el Banco de España prevé que el ritmo de revalorización "más contenido" tanto de la riqueza inmobiliaria como financiera de los hogares, junto a unas condiciones financieras "menos holgadas", se traduzca en una disminución de la propensión al consumo por parte de las familias y en una mayor estabilidad de la tasa de ahorro en el futuro, tras años de descensos.

Por su parte, el gasto de las empresas mantuvo su fortaleza, aunque dentro de una trayectoria "de suave moderación". El recurso a la financiación ajena por parte de las sociedades empezó a reflejar, según el Banco de España, "el endurecimiento relativo" de las condiciones financieras, de manera que el crédito recibido por las empresas moderó su tasa de avance interanual hasta el 24% en agosto.

La institución gobernada por Fernández Ordóñez calcula que en el tercer trimestre el consumo final de las administraciones públicas continuó mostrando un ritmo bastante dinámico, mientras que la inversión en capital fijo redujo su "fuerte ritmo de avance", hasta situarse cerca del 6%, debido a la desaceleración de la inversión en construcción y del gasto en bienes de equipo que, pese a ello, se mantuvo como el componente más dinámico de la demanda.

En concreto, precisa, en el segundo trimestre la inversión en construcción prosiguió la "senda de desaceleración" que inició en los primeros meses de 2006, tendencia "que se prolongará en el tercer trimestre del año" ante el menor dinamismo del sector.

Por tipo de obra, tanto la inversión en vivienda como en otras construcciones se desaceleró hasta el 3,7% y el 5,7%, respectivamente, en el segundo trimestre. El Banco de España señala que los indicadores adelantados, como los visados, y la trayectoria de la demanda apuntan a que en el tercer trimestre prosiguió la ralentización de este componente.

Asimismo, añade, el número de viviendas iniciadas también ha disminuido, "lo que permite prever una mayor moderación de la inversión residencial en el futuro". Por su parte, la edificación no residencial presentará unas "perspectivas más moderadas" a la luz de los últimos datos sobre visados, mientras que la obra civil mantendrá cierto dinamismo, aunque inferior al de trimestres anteriores.

Para el Banco de España, el entorno exterior en el que se está desenvolviendo la economía española sigue siendo bueno pese a los acontecimientos que están teniendo lugar en los mercados internacionales. Así, subraya que las perspectivas de crecimiento a corto plazo son "favorables", pero están sujetas a una "mayor grado de incertidumbre, debido a las dudas que existen sobre la duración del episodio de inestabilidad financiera".

En este sentido, asegura que las políticas económicas de estabilidad presupuestaria y de reformas estructurales tienen un importante papel que desempeñar para favorecer un entorno de certidumbre y para mejorar el grado de flexibilidad de la economía.- (Agencias)

No hay comentarios:

Publicar un comentario