domingo, 11 de noviembre de 2007

Las empresas españolas aumentan su presencia en la primera economía mundial

MADRID.- Tras desembarcar con éxito en América Latina y tomar posiciones en Europa, las empresas españolas se han decidido a entrar de lleno en el mayor y más competitivo mercado del mundo. Espoleadas por la fortaleza del euro frente al dólar, que ha abaratado la adquisición de empresas norteamericanas y las concesiones de obras de infraestructuras, las compañías españolas dirigen cada vez con más fuerza su artillería inversora hacia EE UU. Los expertos creen que la carrera no ha hecho más que empezar y vaticinan que la presencia española aumentará en multitud de sectores del gigante norteamericano. Los bancos, las empresas de energías renovables y las constructoras lideran el pelotón, según revela hoy "El País".

"Desde el año 2005 se ha producido un aumento espectacular de la actividad española en EE UU", afirma Bisila Bikoko, directora de la Cámara de Comercio España-Estados Unidos, con sede en Nueva York, quien subraya que hoy son casi trescientas las empresas españolas con subsidiarias en ese país. "España se ha olvidado de sus complejos y ha perdido definitivamente el miedo a entrar en el mercado estadounidense".

Un estudio de Thomson Financial sitúa a España en el cuarto puesto en cuanto a adquisiciones de empresas estadounidenses en los 10 primeros meses del año, con un total de 21.730 millones de dólares (14.800 millones de euros). Es la primera vez que España, sólo superada por Canadá, Reino Unido y Holanda, aparece entre los 10 primeros de la lista.

El panorama actual era impensable hace tan sólo unos años. Un estadounidense puede hoy salir a la calle vestido de Zara y calzado con unos Camper; montarse en un coche fabricado con componentes del Grupo Antolín y transitar por una autopista gestionada por Ferrovial; sacar dinero en un banco del BBVA y volver a casa para cocinar, con gas de Iberdrola, alimentos conservados en neveras de acero inoxidable hecho por Acerinox.

Nueva York es quizá la ciudad donde la presencia española es más evidente. Dragados, filial del Grupo ACS, ganó el año pasado la licitación para construir una nueva línea de metro que conectará el barrio de Queens con la estación Grand Central, en Manhattan, un proyecto valorado en 428 millones de euros. La constructora FCC está transformando el mobiliario urbano de la ciudad de los rascacielos tras firmar un contrato de 1.000 millones de dólares con el Ayuntamiento que preside Michael Bloomberg. Los neoyorquinos esperan el autobús en la Quinta Avenida bajo marquesinas fabricadas por la empresa española, que también se dispone a instalar 300 quioscos de prensa y 20 servicios públicos automáticos en las calles de la ciudad. FCC, que gestiona fábricas de cemento en los Estados de Massachusetts, Maine, Carolina del Sur y Pensilvania, tiene planes de intensificar sus actividades en EE UU mediante la compra de empresas.

La compañía de Esther Koplowitz también quiere entrar en el lucrativo mercado de las concesiones de infraestructuras, donde la presencia española es especialmente relevante. En Chicago, decenas de miles de automóviles circulan diariamente por el Skyway Bridge, una autopista elevada que Ferrovial, a través de su filial Cintra, gestiona desde hace tres años como parte de un consorcio en el que es socio mayoritario. La compañía española también tiene el 50% en la concesión de una autopista de peaje de 252 kilómetros que conecta Chicago con el este de EE UU a través de Indiana, contrato valorado en 3.800 millones de dólares. Y en Tejas participará en la construcción de un corredor de 1.400 kilómetros que conectará Dallas con el sur del Estado mediante una combinación de autopistas y ferrocarril.

"Estados Unidos ha invertido muy poco en infraestructuras en los últimos años y tiene mucha necesidad", afirma Mauro Guillén, director del Lauder Institute de la Wharton School, en Filadelfia. Guillén vaticina que las inversiones españolas seguirán creciendo en los próximos años por otros dos motivos: la creciente capacidad inversora de las empresas y el empuje del euro, que esta semana ha marcado nuevos máximos frente a la divisa estadounidense. "EE UU tiene un enorme déficit comercial y necesita la inversión extranjera para financiarlo", señala Guillén, quien pronostica que la moneda única europea oscilará entre los 1,4 y 1,6 dólares durante los próximos dos o tres años.

España comenzó a ser un país exportador neto de capital a principios de los años noventa. Según un estudio difundido esta semana por el Círculo de Empresarios, ya se ha convertido en el octavo inversor del mundo -sólo superado por EE UU, Reino Unido, Francia, Alemania, Hong Kong, Holanda y Suiza-, tras haber superado recientemente a Japón y Canadá. El año pasado, el 10,5% de las inversiones de empresas en el extranjero tuvo como destino EE UU. El auge español en el mercado estadounidense coincide con un mal momento en las relaciones diplomáticas entre ambos países, muy deterioradas a raíz de la invasión de Irak y la llegada al poder del Gobierno socialista, en 2004, lo que indica que economía y política, al menos en este caso, van por separado.

Estados Unidos sigue siendo el imán más potente para el capital internacional. Es la mayor economía del mundo, con 300 millones de habitantes, y tiene un producto interior bruto (PIB) de 13 billones de dólares y una renta per cápita superior a los 40.000 dólares anuales. Las empresas extranjeras que allí trabajan aprecian sobre todo su elevada productividad, su flexibilidad laboral, sus recursos naturales y su seguridad jurídica. Es, además, el tercer destino turístico del mundo, después de Francia y España.

El BBVA, propietario del principal banco de México, Bancomer, penetró en EE UU en 2004 por el sur con la compra de cuatro pequeños bancos y el objetivo de hacer negocio con las remesas que envían a casa los inmigrantes mexicanos. Pero la mayor adquisición del BBVA en toda su historia -y la mayor de una entidad española en EE UU en lo que va de año- tuvo lugar en febrero con la compra del 100% del banco Compass, con sede en la ciudad de Birmingham (Alabama), por el que pagará 9.600 millones de dólares (6.500 millones de euros). La operación sitúa al BBVA entre las 20 primeras entidades de EE UU, con una presencia destacada en Tejas, Alabama, Arizona y Nuevo México, Florida y Colorado. Cuando se complete la operación, el 10% de los beneficios del banco vendrán de Estados Unidos.

Su principal competidor, el Banco Santander, tiene actualmente el 24,99% del Sovereign Bank, una entidad con fuerte arraigo en el Estado de Pensilvania. No se descarta que el banco presidido por Emilio Botín adquiera una participación mayor en el banco estadounidense gracias a las plusvalías obtenidas con la venta de la entidad italiana Antonveneta. Banesto, Banco Sabadell, Caja Madrid, Banco Popular, Caixa Nova y Bancaja también han abierto oficinas en EE UU.

Iberdrola espera cerrar la próxima primavera la otra gran operación española del año en EE UU: la adquisición de la eléctrica Energy East por 6.400 millones de euros. La empresa presidida por Ignacio Sánchez Galán pagará 3.400 millones y se hará cargo del resto en concepto de deuda de la eléctrica estadounidense. Con esta compra, Iberdrola se convierte en la segunda compañía eólica y en el tercer operador en almacenamiento de gas de EE UU.

Energy East opera en los negocios de distribución, generación y comercialización en cinco Estados: Nueva York, Maine, Massachusetts, New Hampshire y Connecticut. Iberdrola espera que la transacción sirva para consolidarse como una de las principales empresas energéticas de EE UU, donde pretende invertir unos 4.000 millones de dólares de aquí a 2010. Su filial Iberdrola Renovables ya opera en EE UU varios parques eólicos.

La empresa española ha llegado hasta el mismísimo corazón del país. En el Estado de Kentucky, conocido por sus destilerías de Bourbon, sus caballos de carreras y la música bluegrass, Acerinox tiene una moderna fábrica de acero inoxidable, North American Stailess, con 2.000 trabajadores, que aporta ya el 45% de los beneficios de la compañía.

En el desierto de Nevada, Acciona ha puesto en marcha una de las mayores plantas termoeléctricas del mundo. Bautizada como Nevada Solar One, la planta ha supuesto una inversión cercana a los 250 millones de dólares y cada año producirá energía equivalente al consumo de 15.000 hogares.

En enero pasado, la compañía de la familia Entrecanales se adjudicó el contrato de construcción y puesta en marcha de una planta de desalación de agua de mar en California, que será la mayor instalación de este tipo del país. Acciona aumentó en julio pasado su participación en el mercado eólico estadounidense al hacerse con los derechos de varios parques en los Estados de Illinois y Wisconsin. Y a finales de año tiene previsto concluir la construcción en Iowa de una planta de producción que suministrará los generadores eólicos. El grupo tiene previsto invertir más de 1.300 millones de euros en EE UU hasta finales de 2009, lo que supone el 30% del presupuesto de la división energética de Acciona, que controla el 25% de un parque eólico en Oklahoma y está a punto de concluir otro en Dakota del Norte.

El grupo vasco Gamesa ha centrado su esfuerzo inversor en el Estado de Pensilvania, donde ha invertido 86 millones de euros en cuatro centros de producción de tecnologías renovables. Más de 850 personas trabajan en los proyectos, que este año supondrán más del 20% de la capacidad mundial de la compañía.

La huella española también se nota en los supermercados estadounidenses. Ebro Puleva irrumpió en 2006 con la compra del primer fabricante de pasta del país, New World Pasta, por 282 millones de euros, operación que convirtió a la compañía española en la segunda empresa mundial del sector, tras Barilla. Tan sólo meses después, se hizo con el control de Minute Rice, filial de la multinacional Kraft, por unos 209 millones de dólares, lo que permitió a Ebro Puleva consolidarse como primer vendedor de arroz del mundo.

Telvent, filial de tecnologías de la información de la empresa andaluza Abengoa, adquirió el año pasado PB Farradyne, líder del sector de control del tráfico en EE UU, y ha ganado varios contratos este año. Abertis ganó a principios de septiembre la concesión para gestionar durante 10 años dos aeropuertos del Estado de Georgia a través de su filial TBI. La compañía, controlada por La Caixa y FCC, ya tenía otros tres aeropuertos en el país.

Parques Reunidos, Barceló, Mecalux, Naturener, Polifenoles Naturales, Codorníu...: la lista de firmas españolas que han entrado o reforzado posiciones este año en EE UU es larga. La gran incógnita sigue siendo Telefónica, que no tiene actividad significativa. "Con el dólar a este nivel y su enorme capacidad de endeudamiento, es muy probable que Telefónica mueva pronto ficha", pronostica Guillén.- (PRISA)
(Edificio de "Lladró" en pleno centro de Nueva York)

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