jueves, 1 de noviembre de 2007

Los efectos de la crisis no acabaron pese al repunte del crecimiento económico de Estados Unidos

PARÍS.- Pese al repunte del crecimiento económico estadounidense en el tercer trimestre, los efectos de la crisis financiera mundial no dejarán de sentirse, temiendo los expertos que se manifiesten con retraso en la actividad de las empresas, el consumo y el sector inmobiliario.

Para Véronique Riches-Flores, jefe economista del banco francés Société Générale, hay que relativizar los últimos datos de crecimiento estadounidense (+3,9% anual): "el tercer trimestre será bueno en todas partes, incluyendo la zona euro". Pero según ella, "encaramos dos o tres trimestres de efectos negativos" en los resultados de los bancos, justo cuando empezaban a recuperarse de sus pérdidas.

La Reserva federal cifró entre 100.000 y 150.000 millones de dólares el coste de la crisis del mercado hipotecario de alto riesgo ('subprime') estadounidense para los bancos y organismos de crédito del mundo. "Es poco comparado con los capitales propios (el conjunto de recursos de los bancos que no proceden del préstamo, ndlr) de los primeros veinte bancos mundiales, o sea unos 1.200 millardos de dólares", recordó un analista bancario que no quiso ser identificado.

Más allá de las pérdidas bancarias, dijo el analista, "la situación negativa es que la crisis del mercado de crédito persiste, con un racionamiento de los créditos, el contagio a otros segmentos de la economía y un alza del índice de desempleo estadounidense".

Las tasas de préstamo siguen anormalmente altas en el mercado interbancario, signo de que la confianza en la salud de las instituciones financieras no se recuperó. Resultado: las condiciones de financiación se endurecen para las empresas, tanto en Estados Unidos como en Europa, remarcó Riches-Flores, precisando que al final, es paradójicamente el sector del crédito inmobiliario, origen de la crisis, el que menos se resiente.

Por otro lado, la inversión de los precios en el sector inmobiliario en Estados Unidos puso fin al "efecto riqueza" que permitía a los hogares norteamericanos negociar nuevas líneas de crédito en los últimos años, lo que supone una amenaza al consumo, el motor de la economía en ese mercado. De todos modos, el empleo resiste por el momento en Estados Unidos, pese a algunos signos de aumento en la demanda de subsidios de desempleo.

En Europa, los "efectos de la crisis de las 'subprimes' se concretarán progresivamente", juzgó Eric Vergnaud, economista del banco francés BNP Paribas. Patrick Arthus, jefe economista de Natixis, estimó que el coste total de la crisis de las 'subprimes' ascenderá a 10 billones de dólares, una factura que incluye la reducción de la capitalización de los mercados bursátiles desde finales de julio y las pérdidas derivadas de los mercados de obligaciones o de crédito.

Jean-Pierre Petit, de Exane, matizó que se trata de un "coste evolutivo" que acabará en nada si "los mercados bursátiles suben y los de crédito vuelven a la normalidad". Para él, el impacto global de la crisis en la economía mundial equivale a una disminución de entre el 0,3 y el 0,6% del crecimiento mundial entre mediados de 2007 y mediados de 2008, una estimación que se acerca a la del Fondo Monetario Internacional (-0,4 puntos de crecimiento, al 4,8% para 2008 en vez del 5,2% previsto antes de la crisis).

Petit destacó los efectos positivos de la situación: reducción de las tasas de interés en Estados Unidos, alza postergada en la zona euro y unos precios del petróleo que "serían más altos sin la crisis". Además, prosiguió, el endurecimiento de las condiciones para prestar dinero frenó "las burbujas especulativas", evitando quizás un aterrizaje aún más duro tras cinco años de fuerte crecimiento mundial.- (AFP)

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