martes, 27 de noviembre de 2007

Toca hablar de economía / José Luis Gómez


Ciertos mensajes políticos fuera de la ortodoxia y quizá también del sentido común, como anunciar alegres rebajas fiscales, no razonadas ni explicadas, es lógico que encuentren rechazo en aquellos estamentos económicos y sociales ajenos a la lucha partidista e incluso en organismos a los que se les supone una cierta independencia y prestigio.

Y así ha sucedido. Ha habido economistas y sindicalistas críticos con promesas que, como las del PP, son en el mejor de los casos poco realistas. A su vez, el gobernador del Banco de España, el socialista liberal Fernández Ordóñez, más conocido por Mafo, ha descalificado implícitamente la propuesta de Mariano Rajoy.

Dicho por un gobernador ajeno a otras guerras del pasado, ese mensaje habría revitalizado el prestigio del antiguo banco emisor, dejando también en buen lugar al artífice del análisis. Dicho, en cambio, por un personaje tan marcado políticamente como él, puede que incluso redunde en beneficio del PP, por muy disparatada que resulte la propuesta de Rajoy, en la medida en que no ha sido cuantificada ni explicada.

La credibilidad de la economía española, vista desde las esferas públicas, se salva hoy gracias al vicepresidente Pedro Solbes y poco más, lo cual es una suerte pero a la vez denota falta de solvencia e independencia en otros estamentos, como puede ser el Banco de España, cuyo gobernador no atina ni calculando la inflación y que, por si fuese poco, se permite el lujo de bendecir un menor crecimiento, a riesgo de destruir empleo.

La economía española ha aguantado bastante bien hasta ahora, la prueba es el 3,8% de crecimiento en el tercer trimestre del año, pero son ya demasiados los síntomas que aconsejan tomar medidas de ajuste, sin hacer más juegos de palabras. Toca hablar de economía y toca hacerlo en serio, no vaya a ser que haya gente que empiece a tener problemas de los de verdad.

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