viernes, 28 de diciembre de 2007

Bhutto recibe sepultura en un Pakistán sumido en la crisis

NAUDERO.- La líder opositora paquistaní, Benazir Bhutto, fue enterrada este viernes en el mausoleo de su familia, mientras el país se sumía en una profunda crisis a raíz del asesinato de la política a manos de un suicida.

Miles de personas lloraron mientras el cuerpo de Bhutto, tiroteada tras participar en un mitin electoral, era llevado desde su casa hasta su tumba, en la provincia de Sindh, en el sur.

Hoy fue enterrada junto a su padre, el ex primer ministro Zulfikar Ali Bhutto, que fue ahorcado en 1979 tras ser derrocado en un golpe militar.

"Somos huérfanos". Unidos en el dolor, cientos de miles de paquistaníes despidieron este viernes a la que llamaban cariñosamente 'BB', la ex primera ministra y líder de la oposición, Benazir Bhutto, que ya reposa en el panteón de su familia, al sur del país.

Un emotivo clamor recibió al féretro, cubierto con la bandera negra, verde y roja del Partido del Pueblo de Paquistán (PPP), la formación política de la dirigente asesinada.

Centenares de miles de simpatizantes rodeaban el imponente mausoleo familiar, situado a poca distancia del pueblo de Ghari Juda Baksh, en la provincia de Sind, al sur de Pakistán.

El cortejo empleó más de dos horas para abrirse paso entre la multitud y recorrer los cinco kilómetros que separaban la casa familiar de los Bhutto del panteón en que fue enterrada la política.

En el interior del edificio, un iman pronunció una oración mientras la multitud coreaba "Alá uh Akbar" (Alá es el más grande).

Algunos incluso subieron al tejado del mausoleo para poder ver mejor la ceremonia mientras la mayoría ondeaba banderas del PPP.

El esposo de Bhutto, Asif Zardari, y los tres hijos de la pareja no podían contener las lágrimas en el momento de la inhumación. Uno de los hijos, Bilawal, estaba totalmente conmocionado.

En el exterior del edificio, los fieles se contaban por millares y todos ellos dieron rienda suelta a su desesperación e impotencia y se golpeaban el pecho en señal de tristeza.

"Somos huérfanos. Gracias a Dios, Benazir era inocente", aclamaban.

Bhutto reposa a partir de este viernes al lado de dos de sus hermanos y de su padre, Zulfikar Ali Bhutto, primer ministro electo, que fue derrocado por el ejército en 1977 y posteriormente ahorcado.

Un luto de tres días ha sido decretado en Pakistán en honor de la política, que en 1988 se convirtió en la primera mujer que dirigía un país musulmán.

Pero poco a poco, la indignación eclipsó el dolor de los paquistaníes presentes. "Destruyan a Musharraf, porque ha matado a nuestra líder", gritaban, acusando al actual presidente del país de todas las desgracias ocurridas en los últimos meses. "Al Qaeda no la mató, no nos lo creemos, porque fue el gobierno quien la asesinó", afirmó a gritos Bashir Ali.

Poco antes, un portavoz del ministerio paquistaní del Interior afirmó que Bhutto estaba en los primeros lugares de la lista de "blancos" de la red terrorista y "todo indica en este momento" que la organización es responsable de su muerte.

El Gobierno pakistaní responsabilizó hoy a un dirigente talibán por el asesinato de Benazir Bhutto y dijo que su muerte se debió a un golpe con una palanca, y no por acción de las balas o la metralla del atentado que sufrió.

En una comparecencia ante los medios, el portavoz del ministerio Interior, Javed Iqbal Cheema, dijo que la onda expansiva de la explosión hizo que Bhutto perdiera el equilibrio y se golpeara en la cabeza con una palanca del techo del vehículo desde el que saludaba a sus seguidores.

Cheema afirmó que se produjeron tres disparos de bala desde la parte izquierda del vehículo, mientras que Bhutto presentaba una herida en la parte derecha del cráneo.

Muchos descargaron su ira contra el presidente paquistaní, Pervez Musharraf, y contra Estados Unidos, que apoya desde hace tiempo al ex jefe del Ejército con la esperanza de que logre mantener la estabilidad en el país con potencial nuclear.

"Vergüenza para el asesino Musharraf, vergüenza para el asesino Estados Unidos", gritaban los presentes en la ceremonia, mientras el marido de Bhutto, Asif Ali Zardari, acompañaba el féretro envuelto con la bandera verde, roja y negra del Partido del Pueblo de Pakistán.

Musharraf, quien llegó el poder en un golpe militar en 1999 y espera seguir siendo presidente tras su renuncia al Ejército el mes pasado, ha apelado a la calma y culpó a integristas islámicos del asesinato.

En Sindh, donde Bhutto tenía un masivo apoyo popular, particularmente entre los pobres, al menos 24 personas murieron en las protestas.

"Anticipamos que la situación puede empeorar después del funeral", dijo el responsable de Interior de Sindh, Ajtar Zaman.

La muerte de Bhutto generó temores de un retraso en las elecciones convocadas para el 8 de enero, que se espera devuelvan a Pakistán a una democracia civil, aunque el primer ministro interino, Mohammadmian Soomro, dijo el viernes que por el momento no se había decidido ningún cambio en el calendario.

Varios dirigentes mundiales pidieron al país que no se desvíe del camino de la democracia, mientras que los temores a una mayor inestabilidad en la región, de la mano del integrismo, sacudían los mercados financieros.

En Sindh, las autoridades emitieron la orden de disparar contra los manifestantes violentos. Cientos de automóviles, camiones y autobuses fueron quemados y la multitud bloqueó carreteras.

Paralelamente, una explosión en una reunión electoral en el convulsionado noroeste de Pakistán provocó seis muertos, incluido un candidato del partido que apoya a Musharraf.

Bhutto, de 54 años, quien volvió en octubre tras ocho años de exilio, esperaba convertirse en primera ministro por tercera vez.

Pero cuando se iba de un mitin de campaña en la ciudad de Rawalpindi, se levantó para saludar a sus simpatizantes desde su coche blindado descapotable y el agresor le propinó los disparos.

En 1988, con sólo 35 años, Bhutto se convirtió en la primera primer ministro elegida democráticamente en el mundo musulmán. La derrocaron en 1990, fue reelegida en 1993 y depuesta en 1996 en medio de acusaciones de corrupción que según ella tenían motivaciones políticas.

Bhutto, quien escapó ilesa de un ataque suicida en octubre que se cobró la vida de 139 personas, estaba casada y tenía tres hijos adolescentes.- (Agencias)

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