martes, 4 de diciembre de 2007

El mundo se enfrenta a una escasez de comida, según un informe

PEKÍN.- El mundo come más de lo que produce, y los precios de los alimentos podrían dispararse durante años por la expansión de la agricultura para combustible y por el cambio climático, lo que podría generar disturbios sociales, según dijeron el martes un experto y un nuevo informe.

Solamente la expansión en el campo de los biocombustibles podría alzar los precios más de dos tercios para 2020, y aumentar los costes de las semillas para aceite en casi la mitad, con los subsidios a esta industria actuando como un impuesto para los pobres, según el Instituto Internacional de Investigación en Políticas de Alimentos.

Las reservas mundiales de cereales, necesarias para combatir las hambrunas en el mundo, se han hundido hasta su nivel más bajo desde los años 80 debido a la reducción de los cultivos y al mal tiempo, según el director general del Instituto, Joachim von Braun.

"En la actualidad, el mundo come más de lo que produce, y los últimos cinco o seis años se reflejan en el descenso de las reservas y los niveles de almacenamiento. Eso no puede continuar, y el agotamiento de las reservas se alcanzará pronto", dijo en una rueda de prensa en Pekín.

Países como México ya han experimentado revueltas provocadas por el alza de los precios de la comida, añadió von Braun en un informe publicado en la misma conferencia, acogida por el Grupo Consultivo de Investigación Agrícola Internacional.

"Los días de descenso en los precios de la comida pueden haber terminado", dijo von Braun, autor principal del informe "Situación de la Comida en el Mundo".

"La demanda creciente de comida, pienso y combustible han llevado últimamente a drásticos incrementos de precio (...) el cambio climático también tendrá un efecto negativo en la producción de comida", añadió.

El creciente interés en inversiones financieras en los mercados de bienes, ahora que suben los precios, está impulsando la irregularidad de los precios, y los de los cereales y la energía están cada vez más relacionados.

Con los precios del petróleo rondando los 90 dólares el barril, esto son malas noticias para los más pobres, que ya han sufrido efectos "bastante dramáticos" de la triplicación en los precios del trigo, y la casi duplicación del precio del arroz desde 2000, según el informe.

Más inversión en tecnología agrícola, una red de bienestar social más robusta con apoyo específico para los niños, terminar con las barreras comerciales, y mejoras en la infraestructura y las oportunidades financieras de los países menos desarrollados, todo ello podría mejorar las garantías de alimentación.- (Reuters)

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