martes, 4 de diciembre de 2007

Francia crea un nuevo impuesto para penalizar el ruido de los aviones

PARÍS.- El Gobierno francés pondrá en marcha un plan de choque para mitigar el nivel de ruido de los aviones que descansa básicamente en tres ejes: elevar 300 metros la altitud de los aparatos cuando se aproximen a tierra, crear un nuevo impuesto para gravar los despegues que se hagan a última hora de la tarde y cofinanciar la insonorización de las viviendas próximas a los aeropuertos.

Las iniciativas, anunciadas en rueda de prensa por el secretario de Estado de Transportes, Dominique Bussereau, y la secretaria de Estado de Ecología, Nathalie Kosciusko-Morizet, suponen el primer trabajo práctico de las conclusiones del grupo de trabajo sobre Medio Ambiente que clausuró el pasado octubre el propio Sarkozy en compañía del premio Nobel Al Gore.

En primer lugar, se quiere que la altura de los aviones cuando se aproximen al área metropolitana de la región parisina suba 300 metros con respecto al nivel actual; una distancia que, aunque parezca poca, permite reducir mucho el nivel de contaminación sonora de un avión, según relata la secretaria de Estado en una entrevista publicada en 'Le Parisien'.

Esta mejora la notarán todos los habitantes que vivan en un radio de entre 10 y 25 kilómetros alrededor de un aeropuerto. Esta normativa será de obligado cumplimiento a principios de 2008 para todos los aparatos que aterricen por la noche en dirección este en el aeropuerto de Bourget, donde operan muchas compañías de bajo coste.

En 2009, serán los aviones que operen en Orly y en 2011 los que aterricen en el aeropuerto de Charles de Gaulle quienes se tendrán que ceñir a las nuevas medidas para combatir el nivel de ruido. Además de volar a mayor altitud, se pedirá a los pilotos descender más suavemente hacia las pistas.

"Cuanto más naturalmente se aproxima un avión a tierra, más carburante ahorra y menos ruido hace, porque el motor puede mantener un ritmo constante y sin sacudidas", explica la responsable gala de Ecología. Este sistema de descenso, llamado de perfil continuo, se aplicará en el aeropuerto parisino de Orly en el primer semestre de 2008.

El plan contempla igualmente ayudas de hasta el 80% para las obras de insonorización de las viviendas situadas en las zonas más afectadas por el ruido aeroportuario. Estos recursos procederán de una tasa ya vigente en Francia desde 2005 que afecta a los diez mayores aeropuertos del Hexágono y que ahora se quiere duplicar a partir de 2008.

Con ello, el Gobierno pretende recaudar 50 millones de euros en un año para financiar de aquí a dos años las obras de acondicionamiento de los edificios próximos a los aeropuertos, especialmente las que llevan esperando estas obras desde hace tiempo. Luego, según los cálculos de la secretaria de Estado, se podrán insonorizar unas 7.000 viviendas cada año.

Para aumentar los recursos destinados a llevar a buen término este ambicioso plan, se creará un nuevo impuesto para gravar los vuelos que despeguen a última hora de la tarde, una medida que acusarán sin duda las cuentas de resultados de las compañías aéreas. Por ejemplo, un Airbus A-340 que despegue de Orly entre las 18.00 horas y las 22.00 horas deberá pagar 345 euros, frente a los 83 que paga actualmente.

La factura de un Boeing 747 subirá hasta los 4.392 euros, mientras que hoy paga 1.059 euros por la misma operación. En este momento existen en Francia dos sistemas impositivos para penalizar el ruido aéreo dependiendo de si el despegue es diurno o nocturno, al que se unirá esta tercera modalidad de gravámen.- (AP)

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