viernes, 21 de diciembre de 2007

La crisis financiera golpea también a los bancos franceses

PARÍS.- Hasta ahora relativamente a salvo de la crisis de los créditos hipotecarios de riesgo en Estados Unidos, los bancos franceses sufren finalmente los efectos de la tormenta que se propagó a Europa a través de complejos productos financieros.

El Crédit Agricole reveló que recortaría su beneficio neto de 2007 en 1.600 millones de euros y que las cuentas de su filial del banco de inversión Calyon estarían en rojo.

El mismo día, el Banco Popular y la Caja de Ahorro, las dos casas matrices de Natixis, apelaron al mercado para reflotar una filial estadounidense de Natixis en dificultades a causa de la crisis, tal como habían anunciado a fines de noviembre. Esta operación de rescate les costará 1.500 millones de dólares (cerca de 1.000 millones de euros).

La situación de los bancos franceses no tiene parangón con la de otros bancos europeos, como el británico Northern Rock que Londres podría nacionalizar para salvar de la quiebra o el alemán SachsenLB, que un Estado regional alemán aceptó apoyar por la misma razón.

Los bancos estadounidenses como Citigroup o Merrill Lynch, por su lado, han anunciado enormes pérdidas y debieron solicitar el socorro de los fondos soberanos extranjeros.

'Estamos en el periodo del fin de año civil, cuando las empresas analizan atentamente su situación y adoptan eventualmente medidas para el ejercicio siguiente. Esto me parece una buena práctica y muy razonable, estoy bastante satisfecha', dijo ayer viernes la ministra de Economía, Christine Lagarde, al día siguiente del anuncio del Crédit Agricole.

'Es una medida de salubridad contable adoptada por las instituciones financieras y es mejor que seguir en la vaguedad', añadió.

El Crédit Agricole adoptó la iniciativa a raíz del deterioro de la situación en los mercados financieros, que bajó el valor de su portafolios de CDO (collaterized debt obligations).

Estos productos titulizados son los principales vectores de la crisis. Como ofrecen una remuneración elevada, los bancos se llenaron los bolsillos con ellos.

Algunos de estos instrumentos están adosados a créditos 'subprime', otros a créditos 'prime', que no presentan el mismo nivel de riesgo, pero todos sufren hoy la desconfianza de los inversores, que huyen masivamente de ellos.

A falta de comprador, su precio se hundió y sus propietarios se ven obligados por las nuevas normas contables a evaluarlos al valor del mercado, un valor por definición fluctuante.

Pero no todos los bancos franceses están afectados de la misma manera. BNP Paribas, el menos ávido de productos titulizados, estimó sus pérdidas en 301 millones de euros. Société Générale, que está un poco más expuesta, cifró las suyas en 401 millones y Natixis en 407 millones de euros.

La crisis no impidió además a Société Générale anunciar el jueves la toma de control de uno de los principales bancos rusos, Rosbank, una operación que le costaría unos 2.000 millones de euros y que constituye la mayor compra jamás realizada por un banco francés.

Las cifras anunciadas son provisionales. Sin duda en los meses venideros los bancos franceses deberán ajustar el valor de sus carteras, a la baja si los CDO continúan perdiendo valor, o al alza si los compradores recuperan la confianza.- (TFN)

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