jueves, 27 de diciembre de 2007

La ex primera ministra paquistaní Benazir Bhutto muere asesinada en un atentado suicida

RAWALPINDI .- La ex primera ministra y líder de la oposición Benazir Bhutto ha fallecido tras resultar herida en un atentado en Pakistán, según confirma el portavoz del Ministerio del Interior, Javed Cheema. El atentado dejó al menos 25 personas muertas y 40 más resultaron heridas. Según contó a medios locales su consejero de seguridad, Reham Malik, la líder del Partido Popular de Pakistán (PPP) falleció tras recibir disparos en el cuello poco antes de la explosión suicida. Un terrorista le disparó cuando subía al coche después de dar un mitin. Luego, hizo estallar una bomba.

La muerte de Bhutto también la confirmaron enseguida el portavoz de su Partido del Pueblo de Pakistán (PPP), Rehman Malik y funcionarios del Ministerio de Información. Bhutto, de 54 años, ha muerto en el hospital de Rawalpindi, donde había sido trasladada por las heridas que había sufrido.

Rehman Malik, ha explicado que Bhutto fue alcanzada por dos disparos -uno en la cabeza y otro en el cuello- cuando se disponía a subir en su coche. Tras los dos disparos, el asaltante se ha suicidado.

El responsable de la seguridad del partido de Bhutto, Rehman Malik, ha explicado que el ataque se ha llevado a cabo con pistolas y bombas. El presidente, Pervez Musharraf, ha condenado el atentado y ha puesto en alerta máxima a las fuerzas armadas por los conatos de violencia que se han producido tras el magnicidio.

El Ministerio del Interior de Pakistán se apresuró a confirmar que el origen de la explosión era un atentado suicida, que tuvo lugar durante un mitin y a dos semanas de los comicios legislativos en el país previstos para el próximo 8 de enero.

El Gobierno ha precisado que se trata de un atentado suicida y la policía ha informado a Reuters de que hay al menos 25 muertos por la explosión. El mitin tenía lugar en la ciudad de Rawalpindi a apenas dos semanas de las legislativas.

Según la versión de la policía, el terrorista suicida ha disparado contra la comitiva de Bhutto cuando ésta salía del mitin junto a otros miembros de su partido y después se ha inmolado junto a ellos. Además de Bhutto, varias personas más habrían muerto, según las mismas fuentes.

El Consejo de Seguridad de la ONU ha convocado una reunión de urgencia para tratar la situación en Pakistán tras la muerte de Bhutto. Mientras, Musharraf ha puesto en máxima alerta a las fuerzas de seguridad para controlar cualquier altercado. Ya se han producido algunos conatos y la policía ha tenido que actuar en Karachi e Islamabad.

Pese a que Musharraf ha aparecido en televisión para llamar a la "paz" en Pakistán y condenar el asesinato de Bhutto, lo cierto es que ambos libraban una dura pugna en el país. Bhutto iba a intentar repetir al frente del Gobierno paquistaní como candidata a primera ministra en las elecciones legislativas del 8 de enero.

Estas elecciones llegan finalmente tras una crisis política que ha puesto al país al borde del caos. El problema comenzó cuando, en octubre, las asambleas provinciales eligieron a Musharraf para un nuevo mandato como presidente. La oposición, incluido el partido de Bhutto, impugnó esta elección ante el Supremo, considerándola ilegal porque Musharraf era militar.

Antes de que el Supremo se pronunciara, Musharraf purgó la institución, relevando a todos aquellos no afines, incluido el presidente. Las protestas por estos manejos se extendieron y el presidente, para evitarlo, decretó el estado de excepción el 3 de noviembre, que no levantó hasta el 16 de diciembre.

Entretanto, se produjeron disturbios y miles de detenciones de partidarios de los partidos de oposición. Finalmente, el Supremo, ya convenientemente diseñado, rechazó los recursos contra la elección de Musharraf, dando vía libre a su toma de posesión, que llevó a cabo un día después de abandonar su puesto de comandante del ejército.

Antes de verse obligado a decretar el estado de emergencia, Musharraf pactó con Bhutto un reparto de poder por el que ella sería primera ministra y él presidente, pacto que no fue aplicado en ningún momento por el deterioro de la situación en el país. Incluso la ex primera ministra fue puesta en arresto domiciliario un par de veces.

También apareció en escena el ex primer ministro Nawaz Sharif, el hombre al que Musharraf derrocó en 1999 en un golpe de Estado incruento. Sharif también se postuló como candidato a las legislativas de enero.

Precisamente, pocas horas antes del atentado, otras cuatro personas han muerto en un tiroteo que se ha producido en otro mitin de otro líder opositor, esta vez Nawaz Sharif, el presidente al que Musharraf derrocó en 1998 en un golpe de Estado incruento. Sharif marchó entonces al exilio en Arabia Saudí y ha vuelto también recientemente para participar en las legislativas con su Liga Musulmana.

El mitin tenía lugar también en Rawalpindi cuando se ha desencadenado un tiroteo, en el que, según la policía, han muerto tres personas y varias más han resultado heridas. Al parecer, los primeros disparos han salido de un edificio que alberga la sede de un partido político rival al de Sharif y que apoya al presidente Musharraf, según testigos citados por AFP. El partido acusado ha desmentido que nadie de su personal disparara contra los seguidores de Sharif.

En este caso, el incidente se ha producido mientras los militantes del partido de Sharif preparaban las banderolas y pancartas antes de la llegada del líder, que ha acusado al partido del presidente, conocido como la Liga Q.

Benazir Bhutto era considerada como uno de los principales líderes de la oposición frente al presidente Pervez Musharraf. Hace apenas dos meses, y justo cuando regresó a su país tras casi nueve años de exilio, su comitiva sufrió un violento atentado que dejó más de un centenar de muertos.Bhutto aspiraba a dirigir de nuevo el Gobierno de Pakistán, ya que era una de las candidatas a primera ministra en las elecciones legislativas previstas para el 8 de enero.- (Agencias)

BIOGRAFÍA

La ex primera ministra paquistaní fue la primera mujer en regir los destinos de un Estado islámico, al que regresó el 18 de octubre de 2007 con la intención declarada de llevarlo por la senda de la democracia, aunque fuera de la mano del general Pervez Musharraf.

Con sólo 35 años, Benazir se convirtió en 1988 en jefa del Gobierno de Pakistán tras tomar el testigo político de su padre, Zulfikar Ali Bhutto, primer ministro en la década de 1970, apartado del poder y ejecutado por el dictador Zia Ul Haq.

Atractiva y brillante, Benazir encabezó dos gobiernos (1988-90 y 1993-96) pero no logró completar ninguno de sus mandatos, presionada por acusaciones de rampante corrupción, de las que escapó optando por el exilio a principios de 1999.

Benazir, conocida por el apelativo familiar de Pinkie, aunque le gustaba ser llamada la hija del Este, nació en Karachi el 21 de junio de 1953 y recibió su formación universitaria en Ciencias Políticas en Harvard y Oxford.

Con 24 años regresó a su país, donde vio a su padre derrocado por Zia en pocos meses y ejecutado dos años después, momentos en el que ella, la hija mayor, asumió la dirección del Partido Popular de Pakistán (PPP) que su padre había fundado en 1967.

Sufrió entonces largos periodos de prisión o arresto domiciliario, hasta que en 1984 partió al exilio en Londres, de donde regresó dos años después para recibir una apoteósica bienvenida de un millón de personas en Lahore.

La educación occidental que recibió fue asimilada y compartida con las costumbres de su país: en 1987 se casó con Asif Zardari, en un matrimonio acordado por ambas familias. «A un matrimonio arreglado acudes con pocas expectativas, y esto, en cierta medida, hace más fácil la convivencia», razonaba Bhutto sobre su casamiento.

La muerte del general Zia en un accidente de avión en agosto de 1988 y la celebración de elecciones la catapultó al poder el 2 de diciembre de ese año, pero el 6 de agosto de 1990 el presidente Ishaq Khan la destituyó acusándola de abuso de poder, nepotismo y corrupción, disolvió la Asamblea y convocó nuevos comicios.

Bhutto recuerdaba aquellos momentos con las siguientes palabras: «Mi carácter es muy luchador, cuando más dificultades tengo más ganas de vencer me nacen. Cuando me arrinconan contra la pared, más puedo luchar».

Volvió al poder en octubre de 1993, pero en tres años fue de nuevo destituida por corrupción, mala gestión económica y por la muerte extrajudicial de detenidos.

La líder de los pobres paquistaníes, como se la ha descrito en ocasiones, optó entonces por abandonar Pakistán para un «exilio voluntario» que sólo acabó en octubre de 2007, tras casi nueve años, después de garantizarse una amnistía del presidente Pervez Musharraf.

Dejó atrás a su marido, conocido por los paquistaníes como el señor 10% por las comisiones que cobraba para facilitar contratos públicos, quien pasó varios años en la cárcel antes de unirse a ella en el exilio en 2004.

Aunque Benazir fue condenada en Pakistán, en 1999 y 2001, por corrupción y evasión de la Justicia, las sentencias fueron anuladas por tribunales superiores. Este año aún seguían abiertos varios procesos contra los Bhutto por corrupción, cuyo cierre ha ordenado Musharraf.

Pese a repudiar la dictadura de Musharraf durante estos años, en que siguió presidiendo el PPP, la principal fuerza de oposición en el Parlamento, desde el exilio en Dubai y Londres, Benazir terminó negociando con el presidente y jefe del Ejército paquistaní. Su acuerdo de reparto de poderes con Musharraf defraudó a muchos en Pakistán, que conciben como una traición que pactara con los militares que acabaron con el Gobierno y la vida de su padre.

Incluso miembros de su familia han lamentado en privado la actitud de Benazir, a la que han criticado critican por su testarudez e incapacidad para seguir los consejos de quienes conocen el Pakistán de hoy, pese a los muchos años, 19, que ella vivió en el extranjero.

Tras su regreso, prometió devolver Pakistán a la democracia y no ocultó su intención de convertirse en primera ministra por tercera vez, tras las elecciones generales de enero de 2008, aunque para ello hiciera falta una enmienda a la Constitución supuestamente incluida en el pacto con Musharraf.

La ex primera ministra, asesinada hoy en atentado, era madre de tres hijos, un varón al que llamó Bilawal (1988) y dos féminas: Bajtawar (1990) y Asafa, quien nació en Londres en 1996.

Pésame de Zapatero

Desde España, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha enviado un telegrama al jefe del Estado pakistaní en el que condena el atentado que ha costado la vida a la ex primera ministra Benazir Bhutto y muestra sus condolencias en un momento de "indignación y profundo dolor". En el telegrama, Zapatero expresa a Musharraf "la más firme condena ante el salvaje atentado terrorista", y pide al jefe del Ejecutivo pakistaní que traslade las condolencias del pueblo y del Gobierno españoles a las víctimas de este crimen y a sus familias.

Además, el presidente ha subrayado que España tiene "la determinación de colaborar estrechamente con Pakistán en la consolidación de la democracia y la erradicación del terrorismo".

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, condenó el ataque y lo calificó de "acto odioso". Desde Egipto, donde se encuentra de vacaciones, ha escrito una carta a su homólogo paquistaní, Pervez Musharraf. Por su parte, el ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner, hizo un llamamiento a toda la comunidad internacional para hacer todo lo posible por mantener la "estabilidad de Pakistán".

Reino Unido
también ha condenado el atentado. El ministro de Exteriores británico, David Miliband, se ha declarado "profundamente impresionado" por el atentado contra Bhutto.

Por su parte, desde la vecina India, el gobierno de la India ha calificado el atentado de "acto abominable". "Estamos impresionados por la muerte de Benazir Bhutto", indicó el ministro de Exteriores Pranab Mukehrjee desde Nueva Delhi. "No hay palabras suficientemente fuertes para condenar esta muerte".

Rusia
también condenó el atentado terrorista. "Condenamos resueltamente este acto terrorista, expresamos las condolencias a familiares y seres queridos", aseguró Mijaíl Kaminin, portavoz del ministerio ruso de Asuntos Exteriores.

Kaminin añadió: "Esperamos que las autoridades pakistaníes tomen las medidas adecuadas para garantizar la estabilidad en el país y prevenir nuevos actos terroristas".

Por su parte, el viceprimer ministro de Exteriores, Alexandr Losiukov, aseguró que este atentado "será el detonante de una nueva ola terrorista". "Estamos indignados y decepcionados por el atentado", aseveró.

"Los Estados Unidos condenan firmemente este acto cobarde llevado a cabo por extremistas homicidas que intentan socavar la democracia de Pakistán. Quienes han cometido el crimen deben ser llevados ante la justicia", ha asegurado el presidente de EEUU, George W. Bush.

Emiratos Árabes
también se ha unido a la consternación internacional por el acto terrorista. Los partidarios de Bhutto en este país salieron a las calles en medio de llantos y tristeza. La ex primera ministra de Paklistán había vivido largas temporadas en Dubai, lugar que abandonó hace dos meses para volver a su país tras un exilio de casi nueve años.- (Agencias)

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