domingo, 23 de diciembre de 2007

Morgan Stanley estudia bajar el precio de su negocio de banca privada en España para acelerar su venta

BARCELONA.- Morgan Stanley estudia bajar el precio de su negocio de banca privada en España para poder cerrar el calendario de la subasta, que intenta dar por finalizada a mediados de enero, según han explicado desde fuentes del sector financiero conocedoras de la venta.

La Caixa y Criteria, con una oferta conjunta, y el grupo francés BNP parecen los mejor colocados para hacerse con un paquete que incluye activos por valor de unos 8.000 millones, entre ellos una gestora de fondos de inversión.

Además de La Caixa-Criteria y BNP, pujan por el paquete el banco de los Países Bajos Fortis y Caja Madrid, entidad de ahorro que mantiene un fuerte interés. Todos ellos han presentado oferta vinculantes.

Por su parte, el BBVA que había estado estudiando la operación para aumentar su operativa en banca privada, finalmente ha optado por no presentar oferta.

Morgan Stanley espera obtener unos 700 millones de euros, pero la mayor parte de las fuentes consultadas suponen que el tiempo jugará a favor de los ofertantes y que el precio se rebajará para que en enero, cuando sólo queden dos finalistas de la media docena que siguen en el proceso, el precio se reduzca de manera sustancial, incluso por debajo de los 600 millones.

La razón es la poca fidelidad de los clientes de la banca privada, la heterogeneidad del negocio a la venta, la dificultad para retener a los directivos y la ausencia de servicios centrales en España, ya que esta operativa se encuentra ubicada en Londres y no formaría parte del paquete.

Además, según está aflorando en el proceso de análisis del negocio que están estudiando los potenciales compradores, esta cartera de clientes no está bien segmentada ya que los gestores de Morgan Stanley en España llevan clientes de grandes fortunas y también clientes pequeños, con lo que hay mucho trabajo que hacer una vez lograda la adquisición.

La complejidad de los activos en venta también complica las ofertas de compras y así La Caixa y Criteria, el ''holding'' de participadas de la primera caja de ahorros, acuden de manera conjunta.

El plan pasa por integrar la división de banca privada de Morgan Stanley en La Caixa y dejar que la sociedad de valores Invercaixa, que forma parte del ''holding'' de participadas en bolsa, asuma la dirección de la gestora de fondos del grupo norteamericano.

Tanto los portavoces de Criteria como de Morgan Stanley han declinado hacer comentarios al respecto, alegando un contrato de confidencialidad.

Coletazos de la crisis

Morgan Stanley ya no tiene negocio de banca privada minorista en ningún país europeo puesto que el único que mantenía, en Reino Unido, fue vendido a principios de este año y además el beneficio de Morgan Stanley acumulado durante su ejercicio fiscal 2007 cayó el 57%, debido en gran parte al efecto en sus cuentas de la crisis crediticia del cuarto trimestre, cuando entró en pérdidas de 3.588 millones de dólares.

Esta venta representa el último movimiento de Morgan Stanley para reposicionar su negocio de banca privada fuera de Estados Unidos, una nueva estrategia que pasa por dar servicio a sus mejores clientes de banca privada desde sus oficinas en centros financieros como Londres y Ginebra. A finales del año pasado, la entidad ya vendió Quilter, su gestora de patrimonios, a Citigroup.

El grupo Morgan Stanley cuenta con unos 400 empleados en toda España, incluyendo los negocios de banca de inversión, mercados de capitales, banca privada de altos patrimonios y banca privada minorista.

Su división de banca privada incluye más de 200 empleados y 29 sucursales, pero Morgan Stanley pretende seguir asesorando a grandes fortunas en España, a aquellos que cuentan con patrimonios por encima de los tres millones de euros, lo que también presiona el precio a la baja.

"The Economist" augura un panorama de bancarrotas, recesión, letigiosidad y proteccionismo en 2008

El semanario británico The Economist dedica un editorial de su último número a analizar la incierta situación de la economía mundial y llega a la conclusión de que "bancarrotas, recesión, litigiosidad, proteccionismo: tristemente, todo esto es posible en 2008".

The Economist ya avisó en otro editorial publicado el pasado mes de agosto, cuando todavía no estaba claro el alcance de la crisis y algunas voces tendían a minimizarla, de que "quien diga que lo peor está definitivamente superado o es tonto o es alguien con una posición que proteger".

Cuatro meses y varios presidentes de grandes bancos destituidos después, el semanario alerta de que "los mercados no se recuperarán hasta que quienes prestan el dinero crean que los bancos han confesado de verdad sus pérdidas".- (EFE)

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