lunes, 9 de julio de 2007

El "Rainbow Warrior" inicia en Valencia una campaña para recuperar el Mediterráneo

VALENCIA.- El buque insignia de Greenpeace, Rainbow Warrior, llegó al Puerto de Sagunto (Valencia) para presentar la campaña "Recuperemos el Mediterráneo", con la que pretende alertar sobre la "inminente necesidad de recuperar un mar amenazado de muerte" y exigir "medidas urgentes".

El barco llegó al Puerto de Sagunto, donde finalmente tuvo que atracar debido a que las autoridades del Puerto de Valencia, donde estuvo celebrándose la Copa del América, no le permitieron hacerlo en las instalaciones portuarias valencianas.

Aunque en un principio estaba previsto que atracara en el puerto saguntino, tuvo que esperar a que descargara otra embarcación.

El director ejecutivo de Greenpeace, Juan López de Uralde, y el coordinador de la campaña, Mario Rodríguez, han ofrecido una rueda de prensa a bordo de la embarcación para presentar esta campaña.

Desde el Puerto de Sagunto, el Rainbow Warrior iniciará una recorrido por distintos puntos del litoral mediterráneo español para denunciar los problemas que enfrenta este mar, sensibilizar e informar a los ciudadanos y exigir a los gobiernos medidas efectivas de protección, según fuentes de la organización ecologísta.

"Venimos con el Rainbow Warrior a Valencia para pedir actuaciones urgentes y efectivas que permitan recuperar el Mediterráneo para la naturaleza y los ciudadanos", aseguró en un comunicado Juan López de Uralde, director ejecutivo de Greenpeace España.

Desde su creación, Greenpeace ha tenido entre sus objetivos prioritarios la protección de mares y océanos, con especial atención al Mediterráneo.

Por ello, el Rainbow Warrior lleva más de un año recorriendo las aguas de Italia, Francia, Grecia, Libia, y diversos países de Oriente Medio.

Antes de llegar a España, el RW fue testigo del saqueo de la pesquería del atún rojo en el Mediterráneo libio, donde pudo documentar cómo flota comunitaria pescaba ilegalmente esta especie amenazada.

La última vez que el RW estuvo en Valencia fue hace cuatro años para denunciar la llegada a este puerto de madera ilegal procedente de la destrucción de los bosques tropicales africanos.

En 2003, el buque insignia de la organización ecologista estuvo detenido 25 días en el Puerto de Valencia y se le impuso una multa de 300.000 euros.

Finalmente tras una campaña de apoyo ciudadano, fue puesto en libertad y la multa reducida a 6.000 euros, aunque en 2006 Greenpeace quedó exonerada del pago de esta multa.- (EFE)