martes, 1 de enero de 2008

Bolsa o pisos, ya no es el dilema / Primo González


Uno de los motores del precio de la vivienda en los últimos años ha sido el de su condición de activo de inversión. Muchos españoles han invertido su ahorro en la compra de una vivienda con la expectativa de que su revalorización en el tiempo les proporcionase una ganancia interesante y, según esperaban algunos, superior a la de cualquier otro activo. Con frecuencia se ha comparado a la vivienda con la Bolsa como fuente de beneficios para la inversión, a pesar de las grandes diferencias que existen entre un bien físico indivisible, la vivienda, y un activo susceptible de particiones como es la inversión en valores bursátiles.

En los últimos años, y a pesar de que la Bolsa ha visto atenuada su capacidad de generar beneficios (sobre todo en el año recién finalizado), la batalla de la rentabilidad ha estado del lado de la renta variable. La Bolsa española acumuló al cierre del año 2007 cinco ejercicios consecutivos de ganancias mientras los inmuebles empezaban a ver cómo sus tarifas se debilitan. Con el año 2007 cerrado se pueden establecer algunas comparaciones algo más aproximadas, dado que la Bolsa (medida por el Ibex 35) acumula una ganancia del 151% en el quinquenio contra un 77% que han aumentado los precios de los inmuebles según los índices oficiales del Ministerio de Fomento (últimos datos disponibles al cierre de septiembre pasado).

El que haya apostado a la renta variable se encontraría ahora, por lo tanto, con una posición bastante más ventajosa no sólo a la hora de considerar la cuantía de la plusvalía sino cuando se tienen además en cuenta otras consideraciones como la liquidez. Hacer dinero ahora mismo con una inversión en un inmueble resulta bastante difícil debido al retraimiento de la demanda que, a la vista de las expectativas de descenso en los precios de los inmuebles, se ha quitado momentáneamente del mercado a la espera de tiempos mejores. En Bolsa, materializar las plusvalías resulta bastante más sencillo y es cosa de horas.

El precio de los inmuebles parece estar ahora mismo cerca del techo si no lo ha superado ya. Esta última posibilidad está extendida entre algunos expertos. Se han realizado algunas estimaciones en los últimos dos años sobre el grado de sobrevaloración que estaría padeciendo el mercado inmobiliario español. Algunas estimaciones llegan a cuantificar ese exceso hasta por encima del 50%. Otras, más ajustadas a lo que podría considerarse razonable, apuntan hacia el 30%. Las transacciones que están realizándose actualmente en el mercado apuntan hacia descuentos superiores incluso al 20% en el precio de venta para hacer posible las operaciones, según aseguran las agencias inmobiliarias más activas del sector.

La ausencia de rivalidad entre ambos activos redundará, en todo caso, en beneficio de las Bolsas, no sólo porque hayan demostrado en el pasado reciente su mayor utilidad y su superior capacidad de generación de beneficio sino porque los ciclos en ambos tipos de activos parecen enfrentados a expectativas distintas e incluso opuestos. Hace ya un año que el número de inversores que apuesta por la inversión inmobiliaria ha desaparecido del mercado, aunque en estos últimos meses hemos visto a algunos fondos de inversión institucionales adquiriendo inmuebles para su explotación en régimen de alquiler.

Por el contrario, las expectativas bursátiles se encuentran cuando menos en una situación de valoraciones bastante más ajustadas a la realidad e incluso con descuentos importantes en algunos sectores, como el bancario o el de las telecomunicaciones, sobre todo el primero. Pocos son los que afirman que las Bolsas, y en particular la española, se encuentran por encima de sus valores teóricos. Aunque en la Bolsa coexisten compañías con valoraciones muy dispares, las oportunidades que contemplan los analistas de cara a los próximos meses permiten un cauto optimismo, que podría llegar a traducirse e n un nuevo año al alza, que sería el sexto consecutivo. No se esperan maravillas, pero al menos nada que ver con el panorama de la vivienda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario