viernes, 25 de enero de 2008

Crece la presión sobre Société Générale por el fraude millonario

PARÍS.- El banco francés Société Générale se enfrentaba el viernes a crecientes presiones para explicar con todo detalle cómo se las arregló uno de sus operadores para engañar a sus jefes y provocar una pérdida de 4.900 millones de euros, mientras su familia aseguraba que era un chivo expiatorio.

En una señal de que el Gobierno estaba exasperado por el escándalo, el primer ministro francés, François Fillon, criticó abiertamente al banco por no haberle advertido antes del problema que se estaba cociendo.

"Fui informado, junto al resto de las autoridades estatales, el miércoles", dijo en una rueda de prensa tras reunirse con su homólogo de Luxemburgo. "Quizás el Gobierno podría haber sido informado antes", añadió.

Las declaraciones de Fillon se sumaron a las aflicciones de los máximos directivos de Société Générale, que ha culpado de todo a un joven operador, que algunos colegas han identificado como Jérôme Kerviel, de 31 años.

En sus primeros comentarios sobre el mayor escándalo de este tipo del mundo, el presidente Nicolas Sarkozy lo calificó de "fraude interno a gran escala" y aseguró que no afectaba a la "solidez y fiabilidad del sistema financiero francés".

El gobernador del Banco de Francia, Christian Noyer, dijo que las cuentas de Société Générale estaban ahora limpias después de que el banco deshiciera las operaciones del operador, quien no ha sido visto desde entonces.

Noyer descartó los rumores de que algunas pérdidas adjudicadas al operador se debieran a la crisis crediticia mundial en curso, pero sugirió que otros bancos franceses podrían anunciar amortizaciones vinculadas a las pérdidas del mercado crediticio cuando informen sus resultados.

Las acciones de SocGen cayeron un 2,3 por ciento a 73,87 euros. Los títulos han perdido alrededor de un 20 por ciento en lo que va del año, debido a rumores sobre sus exposición a pérdidas crediticias.

Algunos analistas recortaron sus recomendaciones para el banco.

Incomprensión

Los medios de comunicación han iniciado una búsqueda exhaustiva de Kerviel, que según un familiar estaba en la zona de París y no se encontraba bien.

La familia de Kerviel salió en su defensa.

"Es un chico decente y desde mi punto de vista no es responsable de lo que se le acusa. Se le está haciendo cargar con la culpa y no es el culpable. Estoy convencido de ello", dijo un familiar que no quiso ser identificado.

La fiscalía ha abierto una investigación sobre las pérdidas, pero aunque sólo su familia y abogada saben donde está, no está oficialmente desaparecido.

Las principales figuras políticas y financieras de Francia culparon de la crisis únicamente a Kerviel, cuya fotografía ha aparecido en todos los informativo financieros en televisión y en páginas de Internet de todo el mundo.

Pero el banco está bajo presión para que explique cómo un hombre, descrito como un genio o como un oficinista medio, que ganaba menos de 100.000 euros al año, esquivó los sofisticados sistemas antifraude del banco desde una oficina en su sede central.

"Todavía hay una sensación de total incomprensión", dijo Frederic Hamm administrador de fondos de Agilis Gestion.

"¿Por qué los intermediarios nunca alertaron a Société Générale?", añadió.

Una fuente cercana a los bancos franceses dijo que SocGen había estimado pérdidas por unos 1.200 millones de euros cuando el operador fue finalmente descubierto y convocado a la oficina para ser despedido el domingo.

Las pérdidas se dispararon a 4.900 millones de euros, debido a que las desastrosas operaciones realizadas fueron canceladas en medio de la sesión de mercado con la peor caída mundial desde el 11 de septiembre de 2001.

Con páginas enteras en los principales diarios del país, el presidente del banco, Daniel Bouton, se disculpó ante los accionistas de SocGen.

SocGen había construido su reputación como el hogar de las finanzas más complejas y avanzadas del mundo.- (Reuters)

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