sábado, 19 de enero de 2008

El fantasma de la recesión planea sobre los mercados globales

MADRID.- La amenaza de recesión en EEUU, anticipada por diferentes especialistas y presagiada por los indicadores, mantuvo encogidos esta semana los mercados globales, en tanto el presidente George W. Bush anunciaba el viernes un plan fiscal de 145.000 millones de dólares para evitar lo peor.

Con algunos estados de la unión americana ya técnicamente en recesión, la contracción en la actividad industrial y comercial, la construcción en el ritmo más lento en 17 años, el aumento del desempleo y la inflación, la ejecución de hipotecas y los principales bancos reportando pérdidas sin precedentes históricos el tiempo se agotaba.

La recesión es para EEUU más que un temor, según dijo el miércoles el "gurú" Alan Greenspan, ex presidente de la Reserva Federal (Fed). "Los síntomas están ahí claramente", explicó en una entrevista publicada el martes quien fue durante 20 años responsable de la política monetaria estadounidense.

Su sucesor, Ben Bernanke, afirmó el jueves ante el Congreso de EEUU que pese a tanta calamidad, la Fed no está pronosticando aún en recesión, aunque el crecimiento será lento debido al debilitamiento de la economía nacional.

Por ello Bernanke apoyó un plan de estímulo fiscal, junto a medidas de índole monetario con un posible nuevo recorte, a fin de enero, de los tipos, actualmente en el 4,25 por ciento.

El plan fiscal, según el jefe de la Fed, debe ser puesto en vigor urgentemente, pero evitando una aplicación prolongada pues el remedio puede acabar por empeorar la situación y el déficit estadounidense.

De regreso de una gira por Oriente Medio, las respuesta de Bush no se hizo esperar, también después de movimientos en el Congreso y entre los aspirantes a la nominación presidencial, como Hillary Clinton y Barak Obama, favorables al "paquete" fiscal.

Bush defendió el viernes la necesidad del plan de medidas urgentes para evitar la temida recesión, y que debe incluir varias iniciativas de alivio fiscal, como devolución de impuestos e incentivos para la inversión.

El presidente coincidió con Bernanke en que el plan debe ser "temporal", aunque tiene que ser puesto en marcha "de inmediato". El programa equivale de 145.000 millones de dólares, el 1 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) estadounidense.

En los últimos días diferentes especialistas anticiparon que el crecimiento de EEUU en el último trimestre del año cayó del 4,9 al 1 por ciento, y han advertido que la economía puede entrar en recesión a lo largo del 2008.

El Gobierno de Washington anunció este plan después de que bancos como Citigroup, el primero de EEUU, y la mayor correduría mundial, Merrill Lynch, reportaran enormes pérdidas de 10.000 millones de dólares -la peores de su historia- en el tercer trimestre del año pasado. Eran los destrozos por la crisis de las hipotecas "subprime".

Las bolsas mundiales conocieron una semana auténticamente negra, con sensibles caídas de las acciones e impulso de los precios de los bonos, aunque el viernes pareció una jornada de transición como síntoma aparente de una posible reacción de los mercados financieros globales, que están bajo presión desde agosto por la crisis en el sector de las hipotecas de alto riesgo.

La gripe de las hipotecas

En Europa, contagiada por la gripe de las hipotecas, el Banco Central pude también bajar los tipos ante la perspectiva cierta de una "moderación" del crecimiento en 2008, por debajo del 2 por ciento y un mayor riesgo de aumento de la inflación.

El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, el español Joaquín Almunia, dijo que el contexto de la desaceleración económica, el repunte de la inflación y la incertidumbre en los mercados hacen más urgente que nunca reformas para dar a la economía europea más flexibilidad y resistencia.

La locomotora alemana se ralentizó, con un descenso de la confianza a medio plazo de los inversores, temores en el sector exportador por la fortaleza del euro frente al dólar y bajada de beneficios de instituciones como el Hypo Real Estate o el cierre en pérdidas de otras como el Commerzbank y el Deusche Bank.

La perspectiva de que la primera economía mundial entre en recesión y las presiones de Bush durante su gira a los países petroleros del Golfo Pérsico, con la disposición inmediata de Arabia Saudí a elevar la producción, contribuyeron durante la semana a moderar el precio del crudo, que acabó en el nivel de los 89 dólares el barril que había a mediados de diciembre último.- (EFE)

No hay comentarios:

Publicar un comentario